Louis Vuitton x Yayoi Kusama, una colaboración infinita

Diez años después de que Marc Jacobs la invitara a pintar a mano uno de los míticos baúles Louis Vuitton, Yayoi Kusama vuelve a aliarse con la Maison para presentar una colección en la que los orbes, las flores y, por supuesto, los lunares impregnan de arte con mayúsculas algunas de las piezas icónicas de la firma. 

Pudimos ver un aperitivo de lo que vendrá en enero de 2023 durante la presentación de su Colección Crucero 2023, en mayo de este año. Un atisbo de lo que ahora se ha materializado en una colección de 450 piezas y que irradiará a todas las categorías de la marca en menos de un mes. Desde marroquinería, accesorios, pret a porter masculino y femenino y hasta fragancias. El universo creativo de la artista femenina viva más aclamada y el de Louis Vuitton se fusionan en un encuentro sin igual en el que la moda y el arte son una única cosa.

Y es que no cabe duda de que el arte forma parte del ADN de Louis Vuitton. De Jeff Koons a Takashi Murakami pasando por Sol LeWitt o Richard Prince, algunos de los artistas más representativos de sus épocas han sido invitados a colaborar dejando ad infinitum pequeñas colecciones que hoy son consideradas auténticas piezas de coleccionista.  

Los objetos que ha creado Yayoi Kusama están llamados como mínimo a igualar el éxito de las colaboraciones anteriores. Un idilio que comenzó hace ahora una década con la primera cápsula que firmó la japonesa y que tiene como objetivo trasladar al mundo su mensaje: Love Forever. El espectador es capaz de asistir en primera fila a la evolución de la artista a través de las piezas de Louis Vuitton, cerrando el círculo que comenzó a dibujarse en 2012. 

Para ello los objetos talismán de Kusama, los motivos y sus imaginaciones del infinito (los lunares) quedan plasmados en los soportes de lujo que ha ideado Ghesquiere. Si en 2012 el color era lo más representativo, en 2023 observamos que los relieves y los metalizados se unen a esta fiesta de moda y arte. 

Sinceridad, iconoclasia, excelencia y apreciación mutua del valor de la artesanía son los pilares sobre los que han cimentado este intercambio creativo único. Yayoi Kusama y Louis Vuitton están unidos hasta el final, se comprometen y se reconocen y buscan que la persona que posea sus objetos mágicos sienta el cuidado y la inversión emocional que ha supuesto su fabricación, que forme parte de su historia y de la de sus generaciones futuras: que se extienda hasta el infinito.

Flores para todos y muchos lunares eternos

Como te hemos contado, los lunares simbolizan para Kusama el infinito. Un motivo recurrente representativo de su obra, tanto como el Monogram para la Maison. Es por tanto que los lunares, el motivo Painted Dots, constituye la línea artística que invade parte del universo Louis Vuitton. Para ello la japonesa ha utilizado serigrafía e impresión en relieve sobre cuero o la emblemática lona recubierta. Maletas rígidas, bolsos suaves iconos de la lona Monogram, botines, deportivas y zapatos derby, piezas de cuero como el bolso Capucines y el Dauphine, así como una falda de cuero negro con botones de pinceladas multicolor se fusionan con el universo de puntos de Kusama. La japonesa también interpreta pijamas de sarga de seda, vaqueros estampados o prendas de punto y un sinfín de accesorios que abarcan desde sombreros reversibles a pañuelos de seda, gorras de béisbol o joyas. Puntos a color o en escala de grises que tiñen hasta envases de fragancias o los estuches de viaje Attrape-Rêves y L’Immensité.

El motivo Metal dots, en forma de orbes espejados de diferentes tamaños que nos transportan directamente a la década de los sesenta, se materializa en la reinterpretación del bolso Cannes, en el elegante Capucines o en los mocasines Academy. Un minivestido de cuero plateado y una chaqueta motera con el motivo utilizado como degradado constituyen su expresión más futurista.

El punto pintado de la obra de Kusama se transforma en el motivo Infinity Dots. Lunares en blanco y negro, rojo y blanco, amarillo y negro, además del negro y rojo para la colección masculina, se funden con una multiplicidad de iconos de la Maison.  El bolso Neverfullen piel Empreinte en relieve o los bolsos en piel Epi como el bolso Twist o el bolso Capucines en piel Taurillon son ‘besados’ por estos lunares. Los mismos puntos infinitos que encontramos en tela de jacquard, tricotados en 3D, estampados en sedas o bordados y que forman parte de prendas con la silueta característica de Louis Vuitton, como el short o la gabardina.

Para terminar, las flores, otra obsesión de Kusama que en este caso cobra vida en el motivo Psychedelic Flower. Un encuentro entre la belleza de lo efímero y la sensación de lo eterno que viene de su obra Flower (1993) y que se materializa en un modo más formal para la colección de hombre, desbordando la de mujer en su interpretación más estridente. El motivo abarca bolsos en su totalidad, como el bolso Capucines en piel Taurillon, y tiene su culmen en una mini de jacquard y un top que imitan el enrollamiento y el despliegue de una gran flor. 

Una cápsula que, según ha confirmado Delphine Arnault, Vicepresidenta Ejecutiva de Louis Vuitton, llegará en dos partes, un primer drop el 6 de enero de 2023 y el segundo el 31 marzo de 2023. Y que en Woman ya hemos tenido el privilegio absoluto de ver y tocar. Por eso no podemos resistirnos a mostrarte algunas de nuestras piezas favoritas de Louis Vuitton x Yayoi Kusama. ¿Lista para un viaje que te teletransportará al lugar en que el arte y la moda se vuelven infinitos?