Volantes, claveles y un bolso inspirado en las típicas postales de souvenir: así es la colección que Rossy de Palma y Christian Louboutin han creado mano a mano

Flamencaba Louboutin

De arriba abajo, sandalia Flora Queen de lamé y lino, sandalia Palma con flecos y macramé y bolso Flamencaba de cuero y lona con bordados. Todo de Christian Louboutin.

/ JC de Marcos

No recuerdan cuándo se conocieron. Solo que fue hace mucho. "Estoy bastante seguro de que fue en París, en el cumpleaños de un amigo en común", cuenta Christian Louboutin. "Fue amistad a primera vista. Totalmente espontáneo", añade Rossy de Palma. Lo que sí tienen grabado en la memoria son sus aventuras en moto. "Atesoro muchos momentos personales con él, pero esos son los mejores. No tienen precio", dice la actriz. Está la vez que el diseñador fue a recogerla a su casa y apareció en una scooter. "Un tour de París en moto con Christian es algo que debería ofrecerse en la oficina de turismo". O la noche que "Rossy no quería caminar, así que cogimos la Vespa para ir a un restaurante italiano. Llegamos hasta el patio subidos en ella y la gente nos aplaudió. Fue muy divertido", rememora el francés.

Flamencaba Louboutin

De izquierda a derecha: sandalia Froufrou de satén, mule Deia de macramé, sandalia Flora Queen de lamé y lino, sandalia Palma con flecos y macramé, bolso Flamencaba de cuero y lona con bordados, bolso Flamencaba mini en piel y satén –el asa es un guiño a la pasión de Rossy de Palma por los abanicos–, y plataforma con volante de macramé.

/ JC de Marcos

Anécdotas motorizadas aparte, la suya es una amistad en la que lo personal y lo profesional confluyen. También una que, además de prolífica, ha cambiado la desgastada estampada de musa y creador tan recurrente en la moda por una dinámica de inspiración recíproca. "Hay algo que adoro de Christian: con él el trabajo se convierte en placer. A los dos nos encanta ser creativos, pero es una creatividad divertida, y cómplice. Siempre nos reímos", dice Rossy.

Aplaudiendo la audacia con la que ha roto las reglas de la belleza –dice de ella que es como si la hubiese pintado Picasso–, Louboutin eligió a la intérprete para acompañarle en el libro que Rizzoli publicó por los 20 años de su firma, y ella lo hizo posando con un zapato de inconfundible suela roja a modo de tocado. En 'Resilienza d'amore', la obra que de Palma estrenó en el Teatro Piccolo Grasi de Milán en 2015 y trajo a Madrid en 2020, la actriz coprotagoniza una escena con un Louboutin de strass, "yo con un tutú, salgo de una caja de zapatos, como si fuese un Christian Louboutin acróbata. Él fue la inspiración de ese show", cuenta la palmesana. 

Flamencaba Louboutin

Sandalia Froufrou de satén de la cápsula Flamecaba de Christian Loboutin.

/ JC de Marcos

Presentada en la semana de la moda de París, la última entrega del dúo magnético que han forjado De Palma y Louboutin es una cápsula de edición limitada que se arranca por bulerías: 14 piezas entre plataformas y stilettos, un par de botas y mocasines para hombre, tres bolsos y un abanico –"a Rossy le encantan", apunta el zapatero– que, con el nombre de Flamencaba, dan forma a la séptima edición del proyecto con el que cada año el francés rinde homenaje a un lugar y a la artesanía. Si en la anterior fue Grecia, esta son España y el flamenco. Y todo partió de un encargo personal. "Rossy me pidió que le hiciera un par de zapatos de flamenco. Lo que empezó como un pequeño proyecto se convirtió en una colección", comenta el creador.

No es lo mismo apropiación que apreciación. Estamos entrando en una especie de nuevo macarthismo. No puedes mirar fuera de los confines de tu propia identidad cultural. Pero estoy muy a favor de interesarse por y divulgar otras culturas. La copia sin reconocer tus referencias es el problema.

Los flecos se inspiran en los mantones de las bailaoras. Las tachuelas, doradas, miran a la arquitectura andaluza. Y los apliques de volantes que visten los bolsos son un guiño a los de las postales tan típicas de las tiendas de souvenirs. "Lo importante para mí en esta colección era la conexión con el baile. Pero no se trataba tanto del baile en sí como del espíritu del flamenco, que es un tema más amplio", sostiene. Como en las entregas anteriores, la enseña donará parte de los ingresos de las ventas a una organización benéfica. En esta ocasión, es el Centro Coreográfico María Pagés. Dedicado a promover la danza y el patrimonio cultural español y su paradigma de compromiso social y cívico ligándolo a acciones para ayudar a colectivos en situación de vulnerabilidad, trabaja con entidades como hospitales infantiles y centros de acogida para mujeres maltratadas. "De un tiempo a esta parte intento ligar estos proyectos especiales con una causa", explica el diseñador.

Flamencaba Louboutin

Rossy de Palma y Christian Louboutin en la fiesta de presentación de la colección Flamencaba que han creado juntos.

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Con todo, convertir los volantes de una bata de cola en el asa de un bolso o ponerle los flecos de un mantón de manila a un zapato puede levantar cejas escépticas y muchas voces en una industria en la que la problemática de la apropiación ha convertido la referencia cultural en un campo de minas y, agotado su tirón marketiniano, las muestras de inclusividad vuelven a ser excepciones –¿dónde han ido a parar las modelos más allá de la talla 34 y los 50 años que hace solo un par de temporadas prosperaban sobre la pasarela?–. Pero "no es lo mismo apropiación que apreciación", señala Louboutin. "El flamenco no es solo español o andaluz, es un arte universal y queríamos rendirle tributo", coincide De Palma. "Estamos entrando en una especie de nuevo macarthismo. No puedes mirar fuera de los confines de tu propia identidad cultural. Pero estoy muy a favor de interesarse por y divulgar otras culturas. La copia sin reconocer tus referencias es el problema", reivindica el zapatero.

Flamencaba Louboutin

En el sentido de las agujas del reloj, Monsieur Louboutin con Blanca Li; Rossy de Palma durante la actuación del Centro Coreográfico María Pagés; y Pedro Almodovar, Jedet y Miranda Makaroff en el photocall.

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"Detrás de este proyecto está la idea de poner de relieve la artesanía y el saber hacer en diferentes campos. No fue algo que planteara intencionadamente, pero me he dado cuenta de que en mi trabajo hay una conexión muy fuerte con la artesanía que viene de mi padre. Él era artesano. Para mí es esencial mostrar las dificultades a las que se enfrentan y apoyarlos. Cada país, cada región, cada comunidad tiene su saber hacer. Va del lenguaje a la música, de la carpintería a la escultura y la ropa. Siempre he sentido fascinación por otras culturas y procuro que estén en el foco de atención y tengan voz. Necesitamos mirar más allá de nosotros mismos y nuestra comunidad".

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