Los looks más icónicos de Hollywood a través de Swarovski: de Marilyn Monroe a Katy Perry

Marilyn Monroe cantando el famoso "Happy birthday, Mr. President" a Jonh F. Kennedy enfundada en un vestido blanco; Katy Perry pisando la alfombra del MET en 2019 con un imposible look de lámpara; o Cher, deslumbrante con un traje customizado en su regreso a los escenarios tras un parón por salud mental. Todas estas imágenes están grabadas en el imaginario colectivo con el halo de brillo que desprenden los cristales de Swarovski, nexo de unión entre estas y otras muchas piezas icónicas que forman parte de la historia de Hollywood y que ahora se exponen juntas por primera vez.

"Lo más importante para mí era contar una historia", explica Michael Schmidt, comisario de la muestra. "Marlene Dietrich en los años 30, Marilyn Monroe en los 60, Michael Jackson en los 90, Madonna en los 2.000, Simone Biles en los últimos tiempos... A lo largo de los años Swarovski ha contribuido a crear muchos momentos mágicos, por eso para mí era fundamental reunirlos y escoger los adecuados".

Para conseguirlo, el diseñador ha agrupado tanto réplicas de algunos de estos trajes legendarios como varios de los diseños originales (que son una auténtica joya digna de admirar): la chaqueta de Elton John en 'Rocket Man', el mencionado vestido de Cher en Las Vegas, las gafas de cristales de Dita von Teese, los guantes de Michael Jackson... La puesta en escena, ideada al detalle por el escenógrafo Derek McLane, hace el resto de la magia. "Más que una exposición es una experiencia: estas piezas te transportan a ese concierto que disfrutaste, a esa película que te encanta o a ese evento deportivo que recuerdas", asegura.

Con una pandemia de por medio que obligó a retrasar su inauguración, la firma ha trabajado durante tres años para conseguir las piezas de esta muestra, que ocupa la nueva Cámara de las Maravillas del Swarovski Kristallwelten, el mundo de cristal que la empresa creó hace algo más de 25 años en Wattens (Austria), con motivo de su centenario.

"No es un museo al uso", nos cuenta Stefan Isser, director de este centro que es también una atracción turística en la región de Tirol. "Este lugar conecta el legado y el saber hacer de la enseña con las interpretaciones del cristal de numerosos artistas de todo el mundo", apunta. En total hay 17 salas que exploran todas las facetas del cristal y un espacio exterior de ensueño con más de 7 hectáreas de naturaleza, coronadas por un gigante protector: "un ser de los cuentos de hadas que, pese a su apariencia temible, protege los tesoros del lugar", señala Carla Rumler, directora cultural de Swarovski.

"Merece la pena vivirlo en primera persona", remata Schmidt al terminar la visita. Y no podríamos estar más de acuerdo.