Laura Corsini: la novia que vistió a todas sus invitadas el día de su boda

La fundadora de la firma Bimani tenía un reto: diseñar junto a sus amigas y familiares los diseños de mil colores que lucieron su gran día y que seguro formarán parte de su próxima colección. 

Laura Corsini y Javier Ibáñez el día de su boda

Laura Corsini y Javier Ibáñez el día de su boda.

/ Cesar Ortiz Gonzalez

Si hay una boda que ha dado de qué hablar el pasado fin de semana ha sido la que se ha celebrado en Comillas entre Laura Corsiniy Javier Ibáñez. Ella, además de ser prima de Belén Corsini, actual mujer del hijo del duque de Alba Carlos Fitz-James Stuart, es la fundadora de la marca de moda Bimani y se propuso todo un reto para el día de enlace, que era el de vestir con su firma a todas y cada una de las invitadas.

Trabajaron durante semanas en el taller de la firma con el fin de que las amigas y familiares de la novia pudieran lucir diseños de los patrones y colores con los que cada una se sentía más cómoda sin renunciar en ningún momento a su estilo personal. "Me quito el sombrero ante el equipazo de Bimani. Ayer éramos mujeres de distintas edades y con distintas morfologías vestidas con los looks de la marca. Algunas de sus amigas llevábamos los looks que salen ahora (...). Una campaña de marketing y visibilidad de marca magistral", escribía una de sus asistentes a la ceremonia en sus stories de Instagram.

Algunas de las invitadas a la boda de Laura Corsini y Javier Ibáñez

Algunas de las invitadas a la boda de Laura Corsini y Javier Ibáñez.

/ Cesar Ortiz Gonzalez

Vestidos largos o midis de mil y un colores diferentes, trajes de dos piezas, piezas con organza, modelos satinados, otros con lentejuelas... el resultado fue una especie de espectacular pasarela de invitadas que mostraba el amplísimo y variado catálogo de las prendas que, tal y como aseguró la propia Laura Corsini en sus redes sociales, formarán parte de la próxima colección de Bimani que llegará a su tienda.

Tres vestidos de novia a cada cual más especial

Además de los estilismos de las invitadas, fueron los tres vestidos de la novia los que, como eran de esperar, dieron de qué hablar. Hasta tres diseños diferentes lució Laura Corsini en distintos momentos del día. El primero, el mismo con el que su abuela se casó hacía 60 años, una pieza de líneas clásicas con cuello cerrado y manga larga del que había conservado hasta la cremallera oxidada para que no perdiera ni un ápice de su esencia y que quiso llevar a modo de homenaje a "las mujeres que me acompañáis cada día", dijo la novia.

Lo lució con su melena recogida para dejar el rostro despejado y con un ramo de flores que su suegro le había escogido con mimo horas antes del "sí, quiero".

Dada la delicadeza de la prenda con la que acudió a la iglesia por su antigüedad –era de 1958–, para la celebración posterior con todos los asistentes decidió cambiarse de ropa y llevar un segundo vestido que creó para ella la diseñadora Fátima González a partir de la mantilla que su hermana Alejandra llevó como velo en su respectiva boda. Con este punto de partida ideó un romántico diseño de cuello redondo con una hilera de botones en la espalda, manga corta semitransparente y falda de vuelo que llevaba todo repleto de bordados.

Y como parece que últimamente no hay dos sin tres en las bodas, Laura Corsini se enfundó en un tercer vestido para disfrutar de la fiesta hasta altas horas de la madrugada. En este caso fue una creación salida de su taller repleta de lentejuelas con un gran lazo de organza tras el cuello que constaba de un vestido y una chaqueta que también estará a la venta próximamente.

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