La iglesia de Miu Miu

Aunque según Miuccia Prada, los arcos de madera y los pilares de su escenario no estaban destinados a convertirlo en una iglesia, el resultado final hizo posible resaltar la perversidad que la italiana deseaba mostrar con su nueva colección.

La idea principal era presentar una mujer sensual y rebelde, cosa que se cumplió con éxito. “Problemas femeninos” fueron las primeras palabras que salieron de la boca de la diseñadora cuando se la preguntó por su colección. Inspirada por la película de los 70 de John Waters (quien también fue protagonista en la banda sonora) paseó a chicas con cortes y motivos retro e impresiones kitsch. Aparentemente los estilismos parecen propios de una chica dulce, ya que se presentaron faldas lápiz y pantalones capri combinados con abrigos oversize. Pero el uso recurrente del crop top a cuadros, la yuxtaposición de estampados y el mix de tejidos convertían a las chicas en bad girls. El detalle que subrayó el propósito punk fueron los salones sexys con lazos en la punta.