H&M tiene un plan para hacer la moda más sostenible, y empieza en las aulas madrileñas

Plantear la solución desde el diseño. Con ese lema, una herramienta pionera y un proyecto de mecenazgo con el Centro Superior de Diseño de Moda de la UPM, H&M quiere poner los cimientos de un futuro mejor. Los primeros retazos ya asoman en los escaparates de la tienda del gigante sueco en la Gran Vía de Madrid.

H&M x UPM

Los tres diseños ganadores del CSDMM&H&M Circular Program.

/ Leticia Díaz de la Morena

Está más reñido que Eurovisión”, bromeaba Miguel Becer. El diseñador, creador de la firma ManéMané y profesor en la Universidad Politécnica de Madrid era uno de los cuatro integrantes del jurado con el cometido de elegir las tres propuestas ganadoras del proyecto de mecenazgo que H&M ha desarrollado junto al Centro Superior de Diseño de Moda de la UPM. Dirigido por Juan Vidal, diseñador y profesor del Centro, y Nuria Ramírez, Directora de Sostenibilidad de la enseña sueca en España, CSDMM&H&M Circular Program coloca la diana en la sostenibilidad con una misión clara: poner a los diseñadores en ciernes en contacto con la realidad de la industria y formarles en lo que significa (e implica) orquestar una colección responsable.

H&M UPM

Los ganadores de la segunda iniciativa del CSDMM&H&M Circular Program con sus creaciones. De izquierda a derecha: Blanca Gutiérrez, Laura González y Dior Cámara.

 

 

 

/ Leticia Díaz de la Morena

“Es interesante para ellos estar en contacto con una empresa real, entender las exigencias y el funcionamiento dentro de una compañía”, señala Vidal. La sostenibilidad era uno de los criterios para salir elegido. También saber conjugarla con una propuesta comercialmente atractiva. “Nos enfrentamos a uno de los mayores retos de la historia: seguir siendo capaces de ofrecer moda a una población en expansión y a una clase media cada vez mayor, en un mundo con recursos limitados y amenazado por la crisis climática. Debemos centrarnos en generar un crecimiento sostenible dentro de los límites del planeta. Se trata de un replanteamiento radical”, apuntala Ramírez. Si la primera entrega del proyecto trató de suprarreciclaje –trabajando a partir de excedente de piezas de la firma para crear otras nuevas–, en esta ocasión el reto al que se enfrentaban los alumnos era plantear, patronar y ejecutar sus propios creaciones desde cero, siguiendo siempre criterios sostenibles.

H&M UPM

Detalles de las creaciones de los alumnos del Centro Superior de Diseño de la UPM.

/ Leticia Díaz de la Morena

Entre los preseleccionados hubo quien exploró la idea de la versatilidad, con prendas que jugaban distintos roles para dejar de abarrotar el armario. Otros se centraron en el uso de materiales responsables. La artesanía tuvo un lugar predominante. Igual que las "colecciones protesta, expositivas y conceptuales de sus preocupaciones por el planeta", cuenta Vidal. Pero era un equilibrio entre sostenibilidad, creatividad y visión comercial lo que los jueves pedían. Las tres ganadoras –todas mujeres– supieron tocar todos los palos. Dior Cámara creó una look unisex y transformable con una vela de barco reciclada. Blanca Gutiérrez empleó desde las mallas que envuelven la futa hasta residuos de contenedores de construcción para dar forma a un juego de volúmenes en el que la estética seguía a la ética, y no al revés. Y Laura González usó piezas plásticas de viejas mochilas de montaña y té matcha para teñir la chaqueta que la subió al podio, y al escaparate de H&M en la Gran Vía madrileña, donde a partir de hoy se exponen los trabajos del trío ganador.

H&M IPM

Desde el 20 de junio, el escaparate de la tienda de Gran Vía de H&M exhibe los tres look ganadores.

/ D.R.

Con metas ambiciosas como llegar al cero neto en las emisiones de carbono de su cadena de valor en 2040, “la colaboración es fundamental”, apuntala Ramírez. “Amplificamos nuestro impacto positivo formando alianzas, compartiendo avances y enseñanzas”. El dueto con el CSDMM es un ejemplo. También Circulator, una herramienta de diseño creada por el grupo H&M en colaboración con la Fundación Ellen MacArthur que, planteando parámetros en torno a su vida útil, durabilidad y reciclabilidad, ayuda a elegir los materiales y estrategias óptimos para crear una prenda. "No te soluciona el diseño, pero es una guía que orienta hacia un objetivo concreto", dice Vidal. Con la intención de hacerla disponible a todo el sector más pronto que tarde –de primeras, & Other Stories, una de las firmas bajo el paraguas del grupo H&M, ya la ha estrenado– el génesis de este sistema fue darse cuenta de que, mientras el upcycling y el reciclaje se llevan todos los méritos, la realidad es que más del 70% del impacto medioambiental de un producto se determina en la fase de diseño. “Estamos en la transición hacia un ecosistema circular que plantea una transformación de la forma en que diseñamos y creamos. En el proceso de creación de una prenda, el diseño es nuestra primera oportunidad para hacer posibles productos circulares", señala Ramírez. En H&M ya quieren que, para 2025, los suyos –todos– se diseñen con la circularidad en mente. Y eso implica ir a la fuente. "Los jóvenes diseñadores son fundamentales en esa cadena. Son el primer eslabón y sus decisiones tienen un impacto en el uso responsable de los recursos”, dice la experta. Hoy al otro lado del aula, Vidal ve la misma energía en las nuevas hornadas, pero un nuevo paradigma. "Durante mi formación no estaba presente esta problemática, no éramos conscientes como ahora. No existía el compromiso social. Tampoco los recursos que hay ahora. Hoy es impensable comenzar un proyecto de moda que no sea sostenible. Mi propio proyecto ha mutado estos últimos dos años complejos, y comienzo a aplicar en mi propia filosofía todo lo que he aprendido junto a los alumnos. Todo empieza con la educación".

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