Emma Watson se atreve con la mezcla de estampados más loca para ir de viaje

En plena resaca por el estreno de Harry Potter: El regreso de Hogwarts, el esperado reencuentro de los protagonistas de la exitosa saga de películas inspirada en los libros de JK Rowling veinte años después de que viera la luz la primera cinta, Emma Watson ha decidido tomarse unos días de descanso.

Barbados parece haber sido el destino elegido por la actriz según varios medios británicos para disfrutar de una escapada relámpago en compañía de una amiga que ya ha llegado a su fin, de modo que en cuestión de horas no le ha quedado más remedio que cambiar el sol paradisíaco por el frío neoyorkino.

Ha sido precisamente a su llegada al aeropuerto JKF de la Gran Manzana donde hemos podido ver a la inolvidable Hermione Granger lucir uno de esos looks en los que merece la pena detenerse. No porque sea elegante como los vestidos de Alta Costura de los que suele presumir la intérprete sobre la alfombra roja ni mucho menos, sino porque desde un plano informal y cómodo nos regala algunos tips de estilo que siempre conviene recordar como, por ejemplo, que la mezcla de estampados por muy loca que parezca, puede ser una buena idea.

Su apuesta ha sido la de atreverse a mezclar unos pantalones animal print con los motivos de la piel de la cebra como protagonista con una sobrecamisa de cuadros como la que tanto empezamos a lucir hace ya dos inviernos. El blanco y el negro de diferentes trazos se mezclan con las dos tonalidades de verde oscuro que aparecen en la cuadrícula y, para sorpresa, el resultado no es nada malo. De hecho, Emma Watson le ha añadido algún que otro elementos a más a la ecuación, una sudadera azul marina que incluye logo universitario estampado que queda a la vista bajo la también bautizada como shacket abierta que, a su vez, esconde una camiseta blanca de la que solo se ve la parte inferior.

Pero en este arte del vestir a capas o layering que la actriz ha demostrado dominar, no hay que olvidarse de los accesorios escogidos por la joven que le dan el tique definitivo, que en este caso han sido un gorro de lana de color gris, unas zapatillas negras Vans y una serie de collares con abalorios de distintos tonos en clave veraniega que probablemente forman parte de la lista de souvenirs traídos de su destino vacacional.

Un look desenfadado basado en el confort por el que apetece romper con la sencillez de los básicos.