Todos los detalles del vestido de novia más esperado de Kourtney Kardashian
Blanco, corto, inspirado en la lencería italiana y con la virgen bordada sobre el velo, así es el espectacular diseño que la mayor de las Kardashian ha llevado en su tercera boda con Travis Barker.
Ahora sí, Kourtney Kardashian y Travis Barker pueden decir con todas las de la ley que son marido y mujer. En realidad ya podían hacerlo desde que el pasado 15 de mayo se casaran en unas dependencias judiciales de Santa Bárbara para hacer oficial así su unión antes de viajar hasta Europa para celebrar su enlace por todo lo alto y tras haber contraído matrimonio en Las Vegas por sorpresa en la noche de los Grammy; pero es desde el momento en el que pronunciaron sus votos en Italia desde el que ellos prefieren llevar la cuenta.
La pareja tomaba Portofino el pasado viernes acompañada por amigos y familiares –las Kardashian al completo han sido la gran sensación del viaje como no podía ser de otra forma– y ha sido la tarde del domingo cuando pronunciaban el "sí, quiero" en Olivetta, una villa propiedad de Dolce & Gabbana en la que ha tenido lugar la ceremonia frente a un altar dorado adornado con rosas rojas, para después organizar una recepción en Castello Brown, una fortaleza del siglo XVI que habían alquilado para la ocasión.
Tras ver los dos primeros looks nupciales de Kourtney Kardashian en las dos primeras partes de esta eterna boda, era de esperar que fuera a sorprender con la tercera y así ha sido. Para estos días que ha pasado en la localidad italiana la empresaria ha confiado en Dolce&Gabbana en cada uno de los estilismos y lo ha hecho también para la ceremonia.
En este caso se trataba de un vestido de novia de Alta Costura creado por Domenico Dolce y Stefano Gabbana, quienes cuentan se inspiraron en las figuras icónicas de la lencería italiana y la dolce vita para crear este diseño formado por un corsé que realza la silueta gracias a un diseño corto.
Los complementos fueron, además de unos guantes de tul y unos zapatos de tacón de encaje blanco un amplio, un largo velo de tul con aplicaciones de encaje floral inspirado en las flores de los jardines de Portofino, el cual había sido bordado a mano con una gran representación de la Virgen María y las palabras "respeto a la lealtad familiar", realizado con la técnica del punto de cruz. Esto quería ser todo un símbolo a Travis Barker ya que recuerda al tatuaje de este y es un símbolo de alianza, respeto y devoción común.
Travis Barker, por su parte, lució como traje de novio dos piezas creadas a medida por Dolce&Gabbana. Se trataba de un conjunto formado por una chaqueta cruzada con solapas de pico y un pantalón clásico con raya planchada y banda lateral, ambos en lana negra italiana superfina con detalles de esmoquin en raso de seda negro. El corte, la elección de los materiales, el estudio de las proporciones, la atención al detalle, las combinaciones, están encaminadas a la creación de una prenda única con un ajuste perfecto.
La chaqueta está completamente trabajada a mano siguiendo estrictamente todos los pasajes de la tradición sartorial italiana. En la parte delantera de la chaqueta se aplica con un hábil bordado la lona, luego la crin y finalmente el canalé, que dan forma y refuerzo a la estructura de la prenda. Las hombreras también están hechas a mano, definen y “esculpen” los hombros, dándoles una línea definida y arenosa. El look lo completaban una camisa blanca, una pajarita de raso de seda negra, un broche de cruz dorada con cristales negros y unos zapatos tipo creepers.
Síguele la pista
Lo último