Christian Louboutin tiene el zapato perfecto para ser la reina de la noche
Esta Nochevieja tenemos toque de queda, como Cenicienta. Pero puestos a releer el cuento, nos quedamos también con la parte del vestuario.
Que no haya carruaje ni gran baile no significa que la noche deba estar exenta de hedonismo –ni de zapatos de cristal–, y Christian Louboutin ha creado una colección, Bling Bang, ex profeso para dar la campanada, sea con un vestido de altos vuelos o en pijama. ¿Qué mejor forma de salir (por fin) de 2020 y entrar en el nuevo año que chasqueando los talones de un par de stilettos de suela roja? Nuestro favorito es el salón Double L Strass, con sus 10 centímetros de taconazo, transparencias y altas dosis de brillo cortesía de un par de cientos de cristales.
Pero, dicho sea, los atractivos de la colección navideña de la Maison no se quedan ahí. Al fin y al cabo –y lo ha dejado patente con su colección Nudes, que lanzó en 2013 y este año ha ampliado aún más en su gama cromática para hacer una lectura aún más inclusiva del “color piel”– la diversidad es uno de los fuertes del diseñador franco-egipcio. En este entrega festiva hay zapatillas, botas de ante con flecos que trepan hasta la rodilla con un contoneo sesentero y botines con estampado de leopardo –uno de sus fetiches–; bolsos lady con un pañuelo vistiendo el asa, carteras de pedrería que gritan “disco” y mochilas con tachuelas; atrevidas plataformas cargadas de color y bailarinas que hacen pensar en Audrey Hepburn.
Que para lanzar la cápsula el creador haya orquestado un video va en línea con el enfoque pop que ha tomado estos meses: la entrega de primavera-verano 2021 la presentó con una app a modo de videojuego, Loubi World, cargado de avatares famosos –de Shudu a Miranda Makaroff– y un universo donde la evasión con un único objetivo, la diversión, es el leitmotiv: la idea es crear tu propio avatar y probarte la nueva colección en la Loubi Boutique, hacerte un selfie con el mismísimo Christian en la Loubi Terrasse y terminar marcándote unos bailes en la Loubi Disco. Una arcadia de glamour y fetichismo zapatero.
Y la campaña navideña respira el mismo aroma a zeitgest que ha hecho de Louboutin una firma relevante no solo por lo actual de sus creaciones, sino también por su respuesta al cambio de los tiempos y a la hegemonía digital con una identidad propia inconfundible que va mucho más allá de la suela roja. En el video de la colección los personajes son de carne y hueso, pero el humor que distingue al diseñador se filtra en cada fotograma –al fin y al cabo hablamos de alguien que le ha puesto la Torre Eiffel patas para convertirla en tacón y dado forma de garra felina a un salón–. Entre galletas, bastones de caramelo y espumillón, las piezas de la colección se convierten en coprotagonistas de una película con enredos amorosos, crackers gigantes, elfos, mensajeros con paquetes cargados de sorpresas y una drag queen, Crafty Carol –Miss Demeanour en la vida real– encantada de recibirlos. El unboxing convertido en arte. Pasen y vean.
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