Ibiza, Carl Cox y relojes de lujo. Así es la idea de Zenith de una buena noche de fiesta.

La percha era la presentación que Zenith y Rabat organizaron para presentar los nuevos relojes de la firma suiza. Y se convirtió en el encuentro del verano.

Zenith

Manuel Ordovás y Carla Hinojosa, dos de los invitados a la fiesta de Zenith y Rabat en Ibiza.

/ D.R.

Dice Carl Cox que lo suyo con los relojes viene de largo. Cuando estaba empezando su carrera como Dj, y los vinilos no venían con el BPM (que vienen a ser las pulsaciones por minuto de una canción, indispensables cuando estás mezclando), y se pasaba la sesión mirando el reloj. “Si no tengo uno en la muñeca, siento que hay algo que no está bien”. Es una cuestión de equilibrio. “Por eso siempre me verás con una cadena en la mano derecha y un reloj en la izquierda”, cuenta Cox.

Carl Cox Zenith

Carl Cox poniendo ritmo a la fiesta de Zenith y Rabat.

/ Juan Francisco Tur Riera

Su primera pieza importante la compró en 1989, cuando empezaba a ganar algo de dinero con su música. Más de tres décadas después sigue siendo un referente al frente de los platos, un icono de la fiesta ibicenca, y tiene su propio reloj: el Defy 21 de Zenith, un cronógrafo con indicación de centésimas de segundo, un bisel de fibra de carbono y pespuntes en la correa que brillan en la oscuridad. Muy pertinente para alguien que le pone sonido a la noche.

Pero el gran guiño es el disco de vinilo en miniatura como indicador de segundo ubicado a las nueva en la esfera abierta. “Lo que me gustó de Zenith es que no se limitaron a darme un reloj para que lo llevara. Se interesaron por quién era, y estuvieron abiertos a la idea de una genuina colaboración, creando juntos una pieza única”. Tanto que solo existen 200. Y se venden con una caja especial en la que van también una remezcla que el Dj hizo ad hoc de su tema “This is our Time” y un par de auriculares Pioneer HDJ-X10. Los mismos con los que pincha Cos. “No pensaba que irían a por ello, pero lo hicieron”, contaba el Dj en una entrevista a Time + Tide tras el lanzamiento.

Zenith

De izquierda a derecha, el reloj Defy 21 Chroma, el modelo Defy Skyline y la edición limitada Defy 21 de Carl Cox, todos de Zenith.

/ D.R.

Sus más de 40 años delante de los platos –y de audiencias multitudinarias entregadas al compás de sus mezclas– le han convertido en una leyenda del tecno. Que la editorial White Rabbit –la misma que ha editado los tres últimos bestsellers de David Keenan y la biografía de Mark Lanegan– haya publicado su memorias en un tomo de 300 páginas con el título “Oh Yes, Oh Yes!” es síntoma de su cualidad de icono. Cumplidos los 60 , sigue siendo el rey de la fiesta, y de Ibiza. La edad es un grado, incluso en una escena consagrada a la juventud.

Prueba en el fiestón en el que se convirtió el evento que Zenith y Rabat, su socio minorista en España, celebraron en la azotea del hotel Nobu, sobre la playa de Talamanca y con una lista cuajadas de VIPs, para presentar las novedades de la enseña suiza. La primera, el Defy 21 Chroma, un reloj con la caja de cerámica blanca pura y una esfera abierta en la que el cronógrafo se tiñe de colores. Igual que los pespuntes de la correa. Una fiesta cromática de edición limitada de 200 piezas que ya está a la venta en las tiendas de Zenith y su socio, Rabat.

El otro debut fue el del Defy Skyline, que trae al ahora la geometría octogonal de los primeros modelos Defy y presenta la primera esfera estampada de la casa. Y, haciendo una rara aparición, la edición limitada de Cox. “Es un placer absoluto volver a Ibiza este verano. Compartir el espíritu de la isla con mis amigos de Zenith mientras se ve la bahía de Talamanca fue mágico”, contaba el Dj. “Es en momentos como estos cuando recordamos lo importante que es apreciar los buenos momentos".

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