Bella Hadid rompe todos los esquemas con su impresionante collar en el Festival de cine de Cannes

No formaba parte del reparto de la película 'Tre Piani' que se estrenaba en el Festival de cine de Cannes. De hecho, recordemos que ni siquiera se dedica en absoluto al mundo del cine y, sin embargo, Bella Hadid volvió a acaparar todas las miradas sobre la alfombra roja. Como ya lo hizo en la jornada inaugural del certamen al rescatar un vestido blanco y negro firmado por Jean Paul Gaultier hace veinte años -con permiso de la que se convirtió en estrella de esa primera noche, Ester Expósito-, la modelo rompió todos los esquemas al aparecer en la Croisette con un diseño de Alta Costura de lo más especial.

Uno que, en palabras de la propia top escritas en sus redes sociales, era "un sueño hecho realidad". Una obra salida del imaginario de Daniel Roseberry para Schiaparelli, firma a la que llegó en el año 2019 después de más de once años trabajando para Thom Browne. "Schiaparelli era una maestra de la modernidad; su trabajo reflejó el caos y la esperanza de la turbulenta época que le tocó vivir. Hoy día, nos descubrimos formulándonos esas mismas grandes preguntas identitarias", aseguró entonces el creador al asumir su cargo, dejando claro desde el inicio que su objetivo era "retomar el testigo donde lo dejó Mme. Schiaparelli hace 85 años".

Y eso es exactamente lo que ha tratado de hacer en cada una de las colecciones que ha presentado desde entonces, entre ellas la que acoge la pieza que Hadid ha paseado por la red carpet con absoluta maestría.

El vestido mantiene la línea que ya conocimos hace unos meses de la mano de Emma Corrin en la pasada edición de los Critic's Choice Awards, negro, ajustado, de manga larga y con un amplio escote redondo, con la diferencia de que el de la protagonista de 'The Crown' iba adornado con el característico motivo Tooth Pearl que es todo un símbolo de Schiaparelli y que la intérprete acompañó de unos maxipendientes con la misma silueta formada por incrustaciones de pedrería y perlas, mientras que el diseño lucido por Bella Hadid destacaba por llevar sobre la piel desnuda un impresionante collar de latón dorado.

Todo un trampantojo de escultura en forma de joya con grandes eslabones al cuello de los que salen un tronco con varias ramificaciones que se alargan hasta cubrir toda la zona del pecho por completo y que forma parte de los diseños ideados por la firma para el próximo otoño simulando ser el interior de los pulmones.

Para completar este look con altas dosis de surrealismo, Bella Hadid optó por unas sandalias joya, unos pendientes de pedrería y un no menos espectacular peinado formado por un pulido recogido alto trenzado que terminaba dejando parte de la melena completamente lisa suelta por debajo del moño dando la sensación de un corte bob.