Así fue el proceso de creación del sobrecogedor manto de alta costura que vistió a la Virgen del Pino de El Paso (La Palma)
Hablamos con el diseñador Andrés Acosta, que confeccionó manualmente durante más de 6 meses el manto que vistió a la Virgen del Pino el pasado 29 de agosto y que ya forma parte de la colección permanente del Museo de la Seda de El Paso, en la isla canaria de La Palma.
Podría decirse que lo de Andrés Acosta ha sido todo un viaje en el tiempo y que hay que mirar 4 años atrás para dar con el principio de esta aventura. El pistoletazo de salida lo dieron los Green Carpet Fashion Awards, un evento internacional que celebra la moda sostenible, seguido del Festival de Cannes donde hizo su primera aparición oficial y la Semana de la Moda de Milán. Fue en esta última dónde comenzó realmente este camino, y es que en 2020 se celebró una edición en la que la temática giraba en torno a poner en valor la recuperación de oficios tradicionales.
"Me pareció una manera muy especial de poner en valor la seda de la isla de La Palma. Del municipio de El Paso en concreto, donde hay un grupo de mujeres que se llaman las Hilanderas y que representan el único reducto en toda Europa donde se continúa produciendo la seda de forma manual". De esa colaboración nació el primer vestido de una colección que terminaría por vestir a la Virgen de la ciudad de El Paso.
Las Tres Marías
Era 2020 cuando creó el primer vestido de lo que terminaría siendo una trilogía. En ese momento decidió que donaría el vestido a la colección permanente del propio Museo-Taller de la Seda Las Hilanderas en El Paso, sin embargo, la pandemia, la posterior erupción del volcán de la Palma y los múltiples incendios que azotaron la Isla durante esos meses sentenciaron que no era el mejor momento.
Pero el proyecto inspirado en el cinturón de Orión no quedó ahí. Andrés diseñó dos vestidos más y finalmente se incorporaron las tres creaciones al patrimonio del Museo. "El año pasado cuando presentamos la colección tuve como un momento de iluminación y pensé que estos tres vestidos eran las tres Marías y en ese momento decidí que María (refiriéndose a la virgen) también tenía que tener uno; y así empezamos a hilar la historia, un poco también como símbolo de agradecimiento por lo tiempos difíciles que había vivido la Isla en los últimos años y el mundo en general", nos cuenta el diseñador.
Un manto digno de alta costura
Así dió comienzo la última etapa de este viaje astrológico. "Es una manera para mí de completar esta historia tan especial ya que empezamos hablando de la energía femenina divina y lo hemos podido materializar finalmente", explica el creador.
Así pues, de nuevo en colaboración con las Hilanderas se empezó a trenzar el manto. "Las Hilanderas trabajan con los mismos telares del siglo XVIII, entonces a la hora de desarrollar todo lo que fue el patrón tuvimos que tener muy presente que contábamos con un ancho muy especial, sobre todo para aprovechar al máximo todo ese material, que lleva un proceso aproximadamente de cuatro meses para poder producirlo porque ellas se encargan de todo el proceso artesanal de fabricación. Por ese mismo motivo se tuvieron que producir diez metros para para poder configurar la base del manto de aproximadamente tres metros de ancho por dos metros de largo", recuerda.
Los bordados ya son la seña de identidad del canario, y esta ocasión no podía ser menos. El diseñador customizó el manto con 120.000 cristales y perlas naturales cosidas a mano por él mismo, "estuve bordando pues unos dos meses, nueve semanas aproximadamente", añade Andrés.
De esta forma, se hizo la magia y el pasado 29 de agosto la Virgen de El Paso estrenó un manto digno de la alta costura. "En estos días yo he vivido un torbellino de emociones, porque es algo que yo he querido hacer de corazón para mi gente. Lo más bonito también ha sido ver cómo lo han recibido con ese cariño y me lo han devuelto en cada paso que daba en estos días por la calle o a través de mensajes. La gente lo ha sentido de corazón y eso para mí ha sido el verdadero regalo".
El manto ya se encuentra guardado dentro de la colección permanente del Museo de La Seda, junto a los tres diseños anteriores, Alnitak, Alnilam y Mintaka, las tres estrellas más brillantes de la constelación.
Síguele la pista
Lo último