Andrea Castillo, directora general de Trucco: "El mayor reto es mantener la tradición y la personalidad de marca"

¿Cuál es tu papel dentro de la marca?

Hasta hace muy poquito era directora creativa de la marca y ahora asumo el cargo de directora general. Cuando entré se quería hacer un 'rebranding', un 'turnover' de toda la marca, no solo desde comunicación, sino pasando por todos los departamentos, diseño, reestructuración a nivel financiero también. Desde el mes de septiembre me encargo un poco más de cerca de todo, estoy muy presente en todo el proceso diseño, en compra de producto y en la parte del marketing y la comunicación. Es una empresa con bastantes años detrás y sentía que había que cambiar un poco la cultura empresarial y transmitir también entusiasmo y motivación al equipo.

Durante la pandemia te lanzaste al mundo del emprendimiento con una marca de moda sostenible, ¿cómo fue ese proceso?

Yo soy abogada y estuve trabajando un par de años en un despacho. Había hecho alguna cosita de marketing de moda, de fashion business, pero era más a modo de hobbie. Después del despacho entré a trabajar en una empresa que está especializada en compra de producto y fabricaciones para Inditex, Pedro de Hierro e incluso para Trucco. En pandemia mi empresa cierra y durante los tres meses que estuvimos en casa me dio tiempo a decidir que quería iniciar mi camino en este mundo. Contaba con mucha facilidad gracias a los contactos con proveedores, con la fábrica en Marruecos que teníamos, etc. Monté la marca con una amiga, aunque finalmente me quedé yo sola y comenzó 'online' con tiradas muy pequeñas. Después conseguí inversión y monté una estructura de retail a través de El Corte Inglés. Actualmente, la marca está incorporada en el grupo de Trucco, vendemos online en España y tenemos 'corners' en Italia a través de Trucco.

¿Cómo es tu relación con la moda?

Realmente siempre me ha gustado la moda. Por parte de mi familia siempre hemos estado ligados a esta industria; mi abuela era costurera, mi abuelo tenía talleres que heredó mi padre [...] Siempre me he considerado bastante diferente a la hora de vestir, para bien o para mal. Pero, si me hubieses preguntado hace seis años, nunca me hubiese imaginado estar aquí. He sido muy paciente, he confiado en el proceso. Mi idea siempre había sido ser abogada en empresas de moda, pero luego me di cuenta de que eso iba a ser imposible. He acabado aquí y estoy muy contenta.

¿Cómo ha evolucionado Trucco en los últimos años a nivel interno? ¿Cómo funciona actualmente?

 No es por perjudicarme, pero precisamente en los últimos cinco años, la marca ha vivido una etapa de supervivencia. A raíz de eso y desde hace varios meses atrás, la idea es motivar al equipo, confiar en las personas que tienen entusiasmo y darles la oportunidad de que aprendan cosas nuevas, procesos nuevos. La gente que está aquí lleva 30 años trabajando en la empresa y aunque siempre ha sido muy estructurada, ahora queremos hacer una renovación. Quiero establecer el trabajo en equipo como algo primordial, me parece lo verdaderamente importante.

¿Qué hay detrás de cada prenda que compramos en Trucco?

Aunque no lo parezca, realmente nuestro proceso de prenda es súper minucioso. Sí que es verdad que hacemos tiradas muy largas porque tenemos muchísimo punto de venta físico, entonces manejamos muchas cantidades. Tenemos mucha rotación, alrededor de siete colecciones cada temporada. Primero se plantean los coloridos de cada tema, que vamos a tema por mes. Luego se hace una selección de tejidos, se diseñan desde la central y luego se lo pasamos a nuestro socio industrial. Allí hacen los patrones y las primeras muestras.

Es una marca a gran escala, pero el proceso es como si fuese una marca de lujo, porque cada detalle está muy cuidado. Una vez se dan todas esas primeras muestras, se hace toda la fabricación en un mismo taller que está en Tanger, con el que también es comunicación directa. Es un taller sostenible que cumple con todas las certificadas de sostenibilidad. En cuanto a los tejidos, intentamos que sean fibras naturales, poliéster reciclado, etc. Me quedo tranquilla de que la producción sea en ese taller, porque conozco al dueño y porque sé que las condiciones son buenas.

Es una marca a gran escala, pero el proceso es como si fuese una marca de lujo

¿Qué importancia tienen vuestras tiendas en el extranjero?

En primer lugar, tenemos tres tiendas propias en España, en Bilbao, Valencia y Madrid, en la calle Princesa, además de alrededor de 60 puntos a través de El Corte Inglés. En Europa estamos en Italia de la mano de COIN, unos 30 puntos y luego ya en México. Tenemos un departamento de Internacional que se encarga de gestionar todo porque México al final supone un gran porcentaje de nuestra facturación. El país que más estaba sufriendo era España y lo que estamos intentando es volver a impulsarla, queremos abrir una nueva tienda en Madrid, pero aún estamos buscando.

¿Y las embajadoras o colaboraciones como la que tenéis con Ana Boyer?

Con Ana Boyer llevamos trabajando ya tres años y esta última vez ha sido desde un punto mucho más cercano. Ahora quiero reforzar todo este tema de las colaboraciones, porque hasta ahora estaba un poco parado. Quiero utilizar a las personas para poder transmitir un mensaje al público y ganar más visibilidad. Creo que ahora mismo es clave.

Con el paso del tiempo no solo ha cambiado la manera de vestir, sino la manera de consumir, ¿cómo os habéis adaptado a estos cambios en la sociedad?

La cultura de esta empresa era "cuanto más stock, más vendo; cuanta más rotación, más vendo". Y yo creo que ese ha sido el gran problema, porque ahora la gente ya no consume tanta ropa. Queremos instaurar el "menos es más", prefiero hacer menor rotación, porque es un desperdicio e insostenible. Yo vengo además de haber emprendido de la sostenibilidad y no solo es eso, sino que financieramente también es un problema. Por todo esto, hemos reducido la rotación a la mitad, ahora preferimos hacer colecciones más lentas e intentar que perduren más en el tiempo. Que no se pierda el valor tan rápido, sino intentar poder venderlas a precio pleno y darles la importancia y la calidad que tienen las prendas. Si no siento que hasta una misma pierde la ilusión.

¿Sigue existiendo esa cliente fiel de hace 30 años?

Completamente. De hecho, el objetivo es abrirse ahora a otros públicos. Tenemos una clienta super fiel y eso es positivo, pero queremos intentar impulsar la marca de otra manera. Tenemos que seguir conservando a esa clienta, pero atraer al mismo tiempo a otras. Es un 'rebranding', pero con cabeza, un equilibrio.

Hacer frente a grupos como Inditex, Tendam o Mango debe ser una de las tareas más complicadas. ¿Cuál dirías que es el mayor reto para la moda española actualmente?

El mayor reto es mantener la tradición y la personalidad de marca. Trucco no se guía mucho por las tendencias, sino que tenemos nuestro propio estilo, nuestros estampados, nuestros colores. También creo que es una marca en la que muchos rangos de edad y muchas generaciones pueden sentirse identificadas y eso es lo más especial. Trucco es una marca familiar, con valores fuertes y creo que lo más importante y el verdadero reto es saber mantener eso.

¿Cuál es la clave para distinguirse de otras firmas?

La cercanía, la tradición de la marca y la familiaridad. Hoy en día está todo tan masificado y todo es tan a lo grande que me gustaría que nosotros nos diferenciáramos en eso. Me gustaría que nos sigan diferenciando por ser una marca histórica y una marca española.

¿Cómo es crear una colección? ¿De qué manera decidís la elección de cada prenda?

A través de las diferentes opiniones que tenemos en el equipo. Por eso estoy tan contenta, porque tenemos a la directora de diseño que tiene una edad diferente y un gusto más concreto que el que tiene otra diseñadora con un gusto un poco más clásico. Es muy guay poder contar con muchas edades, muchos estilos y que cada una aporte su granito de arena.

De cara a la próxima colección de primavera-verano, que ya la hemos diseñado, la elección de los tejidos ha sido super minuciosa, tenemos estampados propios, con exclusividad total. Me parece primordial ver el resultado y saber y sentir que estamos basándonos en cosas que aún no están hechas. La describiría como "personalidad y elegancia".