Así es el vestido de novia de Alejandra de Rojas, que se separa de su marido, Beltrán Cavero

Las noticias sobre Alejandra de Rojas, hija de Charo Palacios, difunta condesa de Montarco, no han dejado de sucederse en los últimos días: mientras algunos medios y redes, citando como fuente al libro 'King Corp. El imperio nunca contado por Juan Carlos I', la señalaban como hija secreta del rey emérito —lo que ella ha desmentido con un comunicado—, otros destacaban el difícil momento personal que atravesaba por su separación de su marido, Beltrán Cavero (empresario, músico, hijo del marqués de Bailén y Portugalete, y sobrino de Esperanza Aguirre).

Curiosamente, la segunda de estas dos noticias es la que ha despertado un nuevo interés por la figura de la empresaria y diseñadora de moda, así como por su romance con el que ha sido su esposo desde 2018, su glamourosa boda (a la que asistieron Naty Abascal, impecable de Valentino, con sus hijos, —entre ellos Luis Medina, con quien la novia había mantenido una relación— o Eugenia Silva) y, sobre todo, el vestido de novia con el que se convirtió en la más estilosa y cool de aquel otoño.

Hemos rescatado todos los detalles de la magia de un vestido que no fue el único de la velada (Alejandra de Rojas terminó su gran día con un diseño de Óscar de la Renta en blanco y negro), de belleza moderna pero atemporal y que sigue siendo una gran inspiración para novias de otoño e invierno.

Como es de esperar, el traje de Alejandra de Rojas (que siempre se ha encontrado muy próxima al mundo de la moda, abrió una franquicia de la marca Maje y ha colaborado para la firma de accesorios Cuplé) fue muy especial y poco estándar, lo que hizo que contara tanto con entusiastas (muchas, entre ellas nosotras) y detractoras.

Se trataba de un diseño con top con cuello perkins y manga larga abotonado por la espalda en blanco roto y recorrido por adorno brillantes, gran cinturón con hebilla rectangular en tono nude y aire vintage. La falda, ligeramente semitransparente, evocaba los encajes antiguos, a juego con los originales zapatos destalonados, en el mismo color y llevaba un detalle con el que terminó de cautivarnos: bolsillos.

"No quería ni una boda estándar, ni un traje estándar", explicó entonces la novia con su modelo firmado por una marca también alejada de los patrones tradicionales: The 2nd Skin Co, de Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández. "Quería una novia de invierno que reflejase mi estilo y personalidad", añadía junto con sus agradecimientos a la firma y a responsable de su maquillaje sofisticado y vintage realizado por Javi Montenegro, o del peinado, con un moño bajo pulido y raya al medio.

Tanto le gustó a Alejandra de Rojas que incluso se planteaba dar una segunda vida a su look, modificándole el bajo y combinándolo con otros complementos, como unas bota: "Quizás le dé una segunda vida a mi vestido de novia. Lo corte, le plante unas botas altas y lo saque a pasear cuando todo esto acabe", explicó en su perfil de Instagram.