La confesión más sorprendente de Simone Biles: “No debería haber formado otro equipo olímpico”

La gimnasta abandonó la final por equipos para proteger su salud física y mental.

Simone Biles, en los Juegos Olímpios de Tokio

Simone Biles, en los Juegos Olímpios de Tokio

‘Simone Biles Chose Herself’ (“Simone Biles se eligió a sí misma”). Así rezan las palabras que le dan título a la entrevista de la gimnasta que publica ‘New York Magazine’, que la ha escogido como protagonista de su número del mes de octubre. Este enunciado no podría haber sido más acertado, puesto que resume en apenas cuatro palabras la que ha sido una de las noticias del año.

Porque si hay algo por lo que recordaremos este 2021 en el ámbito deportivo es por la aplaudida decisión que tomó la joven de 24 años, que se retiró de la final por equipos alegando que necesitaba dar prioridad a su salud mental. El hecho de que una mujer con su demostrada capacidad reconociera que no estaba preparada para esta presión supuso un avance en lo que respecta a uno de los temas tabú del deporte.

Cuando ya han pasado más de dos meses desde que Simone Biles protagonizara todas las portadas debido a la sorprendente noticia, ha aprovechado la entrevista que ha concedido a la publicación estadounidense para hacer una nueva confesión. “Debería haber renunciado mucho antes de Tokio 2020”, ha dicho en torno a su comentada decisión.

Actualmente la gimnasta sigue luchando por mantenerse estable y ha renunciado a entender el no competir en un acontecimiento de estas características como una derrota moral. “Mi perspectiva nunca ha cambiado tan rápidamente, de querer estar en un podio a querer estar en mi casa sin ninguna medalla. Siempre he tenido altibajos, así es como funciona”, ha comentado.

Para la joven, estos altibajos y bloqueos emocionales podrían compararse con la ceguera. “Es como si te dijeran ‘hasta los 30 tendrá la vista completa’ y una mañana te despiertas sin ver nada, pero la gente te sigue diciendo que sigas haciendo tu trabajo diario como si tuvieras esa capacidad. Estarías perdido, ¿no?”, se pregunta antes de reconocer que fue eso mismo lo que le ocurrió en Tokio. “Hace 18 años que hago gimnasia. Me desperté y me pregunté: “¿Cómo se supone que voy a seguir con mi vida?”.

Según recoge esta revista, el motivo por el que la gimnasta ha asegurado que su retirada no fue a tiempo es el proceso judicial en el que estuvo inmersa como víctima de abusos sexuales de Larry Nassar. En los días previos a su llegada a los Juegos, Simone comenzó a sentir que no tenía la fuerza física y mental necesaria para enfrentarse a la competición.

“Si tienes en cuenta todo por lo que he pasado durante los últimos siete años, te das cuenta de que nunca debería haber formado otro equipo olímpico. Debería haber renunciado cuando Larry Nassar estuvo en los medios durante dos años”, ha añadido. No obstante, su autoestima le llevó a replantearse su participación en Tokio: “No iba a dejar que [Nassar] se llevara algo por lo que he trabajado desde que tenía seis años. No iba a dejar que me quitara esa alegría”, ha asegurado.

A pesar de estas circunstancias, la medallista ha reconocido que “no cambiaría nada, porque todo sucede por una razón y aprendí mucho sobre mí misma: coraje, resiliencia, cómo decir que no y hablar por mí misma”. Una vez más, no cabe duda de que Simone tomó la decisión acertada y, sobre todo, se ha configurado como una de las deportistas más realistas y humanas que hemos tenido el placer de conocer.

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