Sara García, una investigadora contra el cáncer española, nueva astronauta de la ESA

La española se ha convertido en una de los 17 elegidos para formar parte de la agencia espacial europea. Estará en la reserva, pero con su brillante perfil y su tenacidad, quién sabe si acabáremos viéndola en alguna misión a la Luna o Marte.

Sara Garcia Alonso

Sara Garcia Alonso, la nueva astronauta española de la Agencia Espacial Europea (ESA).

/ ESA - P. Sebirot

La española Sara García (León, 1989) acaparó todas las miradas en la presentación de los nuevos astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA), junto al también leonés Pablo Álvarez. Ella será reservista, él, titular. Cierto es que la melena roja de García llamaba la atención pero, en realidad, eso es lo menos impresionante de esta mujer, licenciada en biotecnología en la Universidad de León, doctora cum laude en biología nuclear del cáncer y medicina traslacional por la Universidad de Salamanca y Premio al Doctorado Sobresaliente en 2019.

Más de 22.500 candidatos, 1.300 de ellos españoles, se habían presentado a esta carrera espacial. Por eso, la presentación en París tuvo mucho de emoción contenida, tanto para los asistentes como para toda la gente que se conectó en directo. Además, se trataba de la primera promoción de nuevos astronautas de la ESA en doce años. Y, en el caso español, no ocurría desde hace justo 30 años, cuando en 1992 ingresó en ella Pedro Duque, el primer y, hasta la fecha, único cosmonauta en la agencia espacial europea de nuestro país. Aunque no tiene experiencia espacial, su brillante perfil como investigadora llamó la atención de la ESA. Si algo tiene Sara García son méritos a los que se suma, ahora, ser parte del nuevo equipo de 17 astronautas, ocho de ellos mujeres, de la agencia europea que se presentaron en el Grand Palais Éphémère de París. De los cinco astronautas titulares, tres son hombres y dos mujeres, mientras que de los 11 astronautas en reserva, seis son mujeres. Además, se ha elegido a un parastronauta, también varón, que será el miembro del equipo con el que realizarán un Estudio de Viabilidad de Parastronautas en el espacio.

La figura de Sara García despierta mucho interés, también, porque se ha convertido en un referente para mujeres y niñas. Algo por lo que ella ya ha luchado, en direferentes entrevistas además de criticar los recortes en I+D y la falta de altos cargos en el sector científico, hablaba de la importancia de promover la igualdad en las ciencias y las vocaciones de las niñas y mostraba su feminismo. Lo cierto es que hacen falta más mujeres en el sector espacial, un testigo que ha aceptado la agencia europea. Por eso, el Director General de la ESA, Josef Aschbacher, que se congratulaba de dar “la bienvenida a los 17 miembros de la nueva clase de astronautas de la ESA 2022”, quienes, recordaba “traen ambición, talento y diversidad en muchas formas diferentes, para impulsar nuestros esfuerzos y nuestro futuro”. Diversidad fue una palabra muy mencionadas en el acto, pero el otro jefazo que saludó en el anuncio de los nuevos astronautas, David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA resaltó que la agencia europea espacial está “a la vanguardia de la exploración espacial humana”, y destacó el gran talento de los y las astronautas elegidos “para continuar la ciencia y las operaciones europeas en la Estación Espacial Internacional y más allá”. También la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, se mostraba emocionada. “Qué orgullo vivir en directo el anuncio de que España tendrá, 30 años después, dos nuevos astronautas de la ESA”, dijo, y destacó que se trata de una “apuesta del Gobierno de España por el sector aeroespacial”.

Cuanto más se conoce de García, más se engrandece su figura. Tras una carrera brillante, la formación académica de la nueva astronauta transcurrió en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. Después, y desde hace tres años, es investigadora posdoctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), donde lidera un proyecto para descubrir nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón y de páncreas, enfermedad que sueña con erradicar, en el laboratorio de Mariano Barbacid. De momento, ha contado en una entrevista a El Correo, que piensa seguir en ese trabajo aunque acudirá a formaciones temporales específicas. En ella, nada más saberse su nombramiento, se mostraba muy realista y reconocía que, aunque se mantiene ilusionada, es consciente de que “las oportunidades de vuelo son limitadas, incluso para los propios astronautas de carrera”. Eso sí, se mostraba totalmente abierta a desarrollar cualquier tipo de proyecto de investigación. También seguirá con sus labores de divulgadora y voluntaria en la Asociación Española Contra el Cáncer, labor que realiza por puro compromiso personal.

La nueva astronauta, ha reconocido que fue, precisamente, la posibilidad de desarrollar experimentos científicos de alto nivel en microgravedad lo que le atrajo y por lo que acabó presentándose a las pruebas. Para poder participar en la selección, Sara García tuvo que demostrar, además de ser ciudadana europea, que poseía una maestría científica, que es una profesional relevante con más de tres años experiencia de posgrado, en los que ha realizado un aumento progresivo de sus responsabilidades laborales. A ello, había que sumar un conocimiento fluido de la lengua inglesa, y además, habla francés y portugués. Pero también realizó una serie de pruebas para demostrar que tenía una fuerte motivación, que estaría dispuesta a participar en experimentos científicos y que podría ser capaz de hacer frente a horarios de trabajo irregulares, viajes frecuentes y largas ausencias de su casa y su familia. Vaya, probar que sería capaz de renunciar a su vida social durante grandes períodos de tiempo y, algo fundamental, de mantener la calma bajo presión extrema.

Para probar todo ello, Sara García ha tenido que superar seis fases de pruebas que comenzaron hace 18 meses. La primera, a la que se presentaron casi 23.000 personas, era un ‘screening’ para evaluar el currículum, contestar un largo cuestionario y aportar un certificado médico. Luego tuvo que pasar las que ella considera las “más duras”: once horas de tests psicométricos y de capacidad intelectual. luego llegaron las pruebas médicas y una quinta fase de entrevistas en las que sometían a los aspirantes a largas sesiones para enfrentarles a retos que les podían sacar de sus casillas, preguntan incómodas, situaciones extremas, todo destinado a saber si eran capaces de mantener el control y la calma en cualquier momento. La última fue un encuentro con el director general. Y lo consiguió. Desde hace una semana, como el resto de sus compañeros, sabía que estaba seleccionada, pero no sabía si sería reservistas o no. A ella le ha tocado la reserva, con todo recibirá formación específica y, quién sabe, por difícil que sea, tal vez acabe saliendo en alguna de las misiones a la Luna o a Marte. En el vídeo de la presentación de nuevos astronautas, Sara García mantiene la calma, como una gran astronauta, una que sabe luchar hasta hacer realidad sus sueños

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