Ryan Reynolds: "Blake Lively tiene más sentido del humor que yo"

Breve pero intenso. Así fue nuestro encuentro con el actor canadiense, imagen de la fragancia Armani Code Absolu, en Londres. Además, Ryan Reynolds estaba resfriado. Pero tuvimos tiempo para charlar de todo.

A solas con Ryan Reynolds

A Ryan Reynolds no le gusta que le encasillen, ni en el tipo duro que interpreta películas de acción, ni en el actor de comedias románticas. Quiere que los directores cuenten con él para interpretar cualquier personaje.

/ D.R.

A veces las circunstancias o el entorno no son de lo más propicio y, sin hacer méritos para ello, todo juega en tu contra. ¡Hasta el tiempo! Después de recorrer los pasillos del hotel londinense, por fin, llego a la suite donde al final de un inmenso sofá blanco está Ryan Reynolds. Me aproximo a saludarle y me quedo con la mano en el aire… Se disculpa, tocándose el pecho, y me dice: «Lo siento estoy acatarrado.» ¡Qué bonito gesto para no contagiarme su dolencia! El motivo de este encuentro es que el actor canadiense (Vancouver, 1976) es el nuevo rostro de la fragancia Armani Code Absolu. Ryan Reynolds, sin duda, vive uno de sus mejores momentos profesionales. Gracias a “Deadpool”, su histriónico y transgresor personaje, conquistó al público y a la taquilla, éxito que repitió con la segunda parte de la saga, en la que también fue guionista. En el terreno personal, está felizmente casado con la actriz Blake Lively, con la que intercambia en redes tuits muy divertidos que son secundados por sus más de 29 millones de seguidores en Instagram. Eso sí, su vida privada es sagrada y no comparte nada de su intimidad. Cuando ya son las seis de la tarde y mi entrevista hace la numero veinte del día (solo le queda otra más), pienso que esta no es la mejor de sus jornadas…

¿Cómo es un día perfecto para Ryan Reynolds?

Aunque suene a cliché, me gusta estar con mi familia, con mi mujer y mis hijas. Y como ambos estamos todo el año viajando, cuando nos apetece relajarnos, nos quedamos en casa.

Eres muy divertido e ingenioso en las redes. ¿Les dedicas mucho tiempo?

Realmente, no, puedo estar semanas sin publicar nada. Soy un poco desastre. Intento colgar cosas que a mí parecen divertidas, sin querer idealizar mi vida.

¿Compites con tu mujer, Blake Lively, por el número de seguidores en Instagram?

No, obviamente no. Ni siquiera sé cuántos seguidores tengo, y la verdad es que hay muchas otras cosas más interesantes por las que competir.

¿Quién tiene más sentido del humor de los dos?

Creo que mi mujer. Ella siempre está bromeando. Lo hace mucho mejor de lo que la gente cree y yo, mucho peor de lo que la mayoría piensa.

¿El humor es tu mejor arma de seducción o tu mejor escudo de defensa?

Reconozco que al principio sí que lo usaba como un sistema de defensa, pero con el tiempo se va normalizando y lo utilizo para diferentes situaciones.

¿Qué sientes cuando sales a pasear y ves tu imagen por todas partes?

Bueno, suena como a una pesadilla, pero no suelo tener esa sensación porque vivo en el campo y únicamente veo árboles. Aunque alguna vez, cuando voy a la ciudad y veo alguna foto mía, me pellizco para asegurarme de que es verdad, siento un poco de orgullo… pero también me daría vergüenza que alguien me viera observando una de esas fotos o carteles míos.

El tatuaje de Ryan Reynolds

Está muy orgulloso de ser de Vancouver (Canadá) y lleva en el antebrazo izquierdo el 9 O’Clock Gun, el cañón que todas las noches se dispara a esa hora en su ciudad natal.

/ D.R.

¿Eres un hombre presumido?

No, en absoluto. Yo soy canadiense y los canadienses no suelen serlo (risas).

¿Te gusta la moda?

Me encanta, y aunque no siempre vaya a la última, sí que me interesa. Creo que el estilo de cada uno es una forma de expresión. Para mí, es un placer invertir tiempo en cuidar mi imagen.

¿Cuál es tu prenda favorita?

Me gustan mucho los trajes. Este que llevo es de Armani. También me encantan los zapatos.

¿Usas perfume todos los días?

Sí, siempre me perfumo, después de la ducha. ¿Eres fiel a una fragancia o te gusta cambiar? Si encuentro una que me gusta, suelo repetir. No soy un experto en perfumes. Me guío por lo que me crea buenas sensaciones.

¿A qué huele Deadpool?

Fatal, lo conozco muy bien. Huele a basura caliente (hace una mueca de desagrado).

¿Te identificas con el perfume Armani Code Absolu del que eres imagen?

Sí, me encanta. Me gusta que los perfumes sean cálidos, accesibles, cercanos… Para mí, estos valores son muy importantes y por eso he realizado esta colaboración con Armani. Lo han bordado, les ha salido súper bien, un perfume perfecto.

¿Conoces a Giorgio Armani en persona?

No, desgraciadamente, no. Espero conocerlo pronto porque para mí es una leyenda, no solo en el ámbito del diseño, también en su vinculación con el mundo de Hollywood, con el que tiene una larga historia.

Actor, productor, guionista… ¿Puede que te veamos pronto como director?

Quizá. Cuando estás dirigiendo necesitas mucho tiempo para la creatividad y yo prefiero estar más en medio. Aunque, ahora, lo que quiero es tener más horas para estar con mis hijas y verlas crecer.

En “Deapool 2”, Vanessa, tu novia en la película, dice: «Los niños nos hacen mejores personas» ¿Esta frase la escribiste tú? ¿Realmente, piensas que es así?

El guion de la película lo escribí conjuntamente con otras dos personas, pero creo que la frase a la que te refieres sí que es mía. Siempre aprendemos de mucha gente, incluso cuando vemos determinadas situaciones o cosas que no nos gustan y que nosotros también las repetimos. Ayudando a los niños te das cuenta que hay cosas que hacemos mal e intentamos cambiarlas, por eso, sí estoy convencido de que los hijos nos ayudan a ser mejores personas.

¿Cuál es tu próximo proyecto?

La continuación de “El otro guardaespaldas”, también dirigida por Patrick Hughes y con Samuel L. Jackson. Además, estoy escribiendo el guion de la película “Free Guy”, una comedia de acción.

Entre una película y otra, ¿cómo desconectas?

Cuando era más joven y estaba soltero me costaba muchísimo desconectar porque, en realidad, no me apetecía hacerlo. Estaba las veinticuatro horas inmerso en este mundillo del celuloide, pero ahora que estoy casado y tengo hijos, en cuanto llego a casa me es muy fácil olvidarme del mundo exterior. Los niños tiene esa virtud de conseguir que te adaptes rápidamente a la vida familiar.

¿Tienes algún sueño por cumplir?

Luchar por la tierra, la sostenibilidad, el ecologismo, conseguir un mundo mejor… Este es el sueño que tengo desde los quince años.

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