¿Quién es Katrín Jakobsdóttir y por qué necesitamos muchas como ella?

Con solo 41 años, se ha convertido en la primera ministra islandesa y planea renovar (y bien) la política de su país. ¿Quién es, de dónde viene y porque deberías hacer la maleta para emigrar a Islandia YA? 

Katrín Jakobsdóttir

Una foto del pefil en Facebook de la primera ministra islandesa, Katrín Jakobsdóttir.

/ Facebook / @VGKatrinJakobsdottir

Nacida en una familia de intelectuales —poetas y profesores, pero también jueces y políticos—, la primera ministra islandesa supone la mayor bocanada de aire fresco de la política mundial (lo siento, Justin Trudeau). Katrín Jakobsdóttir tiene 41 años, tres hijos varones (nacidos en 2005, 2007 y 2011), es ecologista, feminista y está licenciada en Literatura Islandesa.

Su tesina la realizó —ni siquiera en eso es ortodoxa— en la novela negra de Arnaldur Indriðason, un reputado escritor islandés. Luego realizó diversos trabajos en agencias de comunicación y en varias universidades como la de Reikiavik, aunque pronto comenzó a interesarse por la política hasta acabar destacando en ella por una mezcla singular de pasión, inteligencia, espíritu conciliador y madurez.

Una imagen institucional de Katrín Jakobsdóttir

Una imagen institucional de la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir.

/ Facebook / @VGKatrinJakobsdottir

Aunque Jakobsdóttir no es una recién llegada (fue Ministra de Educación, Ciencia Cultura y Cooperación Nórdica en el año 2009), lo cierto es que la primera pinistra islandesa rompe totalmente con la imagen que tenemos de las políticas y hasta diría que es liberador que así sea. Ella no se parece a nadie que haya tenido ese cargo, no solo en su país, sino en el mundo entero. Sobre todo porque de verdad parece que se puede confiar en ella, algo que destacan y valoran sus conciudadanos.

Pero, además, porque es la más cool Así lo demuestra por ejemplo su colaboración con una banda de pop melódico electrónico de sonido único cuyos álbumes han sido usados para publicidad de marcas como Emporio Armani o Lancia y han sido aplaudidos por la crítica.

La muestra del desparpajo de la joven mandataria es un vídeo rodado en blanco y negro que hay colgado en YouTube del grupo Bang Gang donde ella es la protagonista. Con una estética años 60, Jakobsdóttir aparece con gafas de sol y pañuelo en la cabeza huyendo de dos secuaces con pinta de Men in Black pero haciendo paradas para pintarse los labios. Ellos, por cierto, también se detienen a peinar el flequillo 'vivan los islandeses y la igualdad! (Mira el vídeo a continuación).

Además de la primera ministra, que solo aparece en un video, otros colaboradores de esta banda son Keren Ann o el cantanta del grupo también islandés Gus Gus, Daniel Agust Haraldsson.

Todo esto podría servir para banalizar su discurso, pero tampoco eso consiguen sus críticos. Katrín Jakobsdóttir tiene peso político y un discurso claro, de ideas muy concretas. Lo demostró en la última cumbre sobre el clima, la Cumbre Un Planeta (One Planet Summit) que se ha celebrado en París, donde brilló en su reunión con el presidente francés Emmanuel Macron y en las comparecencias públicas.

Pese a que gran parte de la prensa trataba de limitarse a hablar de su sencillo vestuario, ella supo ganarse su atención cuando explicó que, aunque le parecían bien los acuerdos para luchar contra el cambio climático que se alcanzaron en París 2015, considera que se quedan cortos y ella está dispuesta a poner todo de su parte para que Islandia sea una economía libre de carbón en el año 2040 -lo cierto es que juegan con ventaja porque son excepcionalmente ricos en energía geotérmica-.

Sus palabras llamaron la atención de la prensa mundial, reunida en la capital francesa. Muchos destacaron que ella era la enemiga del hombre más poderoso del mundo —o que cree serlo—. Y es cierto que Katrín Jakobsdóttir podría ser la némesis de Trump. Ella significa todo lo contrario que el mandatario estadounidense: es la luz donde él es la sombra; dan para analogía con ciertos protagonistas de 'Stars Wars' y seguro que a él le pitan los oídos cuando ella habla.

Para saber si Jakobsdóttir es tan guay como parece, pregunto a Pilar Concheiro, una gallega que vive en la isla nórdica y enseña Lengua Española en la Universidad de Islandia, y que manifiesta su alegría ante la nueva primera ministra. "Me gusta mucho por diversos motivos. Personales, porque tiene casi mi edad y tres críos y una carrera de Humanidades, Lengua y literatura islandesa. También porque es feminista, ecologista y cree en una política social de izquierdas y solidaria", enumera.

Katrín Jakobsdóttir, sonriente

Una de las imágenes del perfil de Katrín Jakobsdóttir en las redes. 

/ Facebook / @VGKatrinJakobsdottir

Además, pone de relieve que Jakobsdóttir "se ha comprometido a traer más refugiados a la isla. Esperemos que no nos defraude". Tendrá mucho con lo que lidiar en una coalición tan complicada y con tanta diversidad ideológica. Pero Pilar Concheiro pone los pies en el suelo y advierte que entre los ciudadanos “hay de todo tipo de opiniones sobre ella. Piensa que han tenido que pactar y al final eso levanta recelos del tipo: "¿Pero cómo va a gobernar con esos?".

Ella, sin embargo, considera inteligente y conciliador que la política haya alcanzado pactos. "No podíamos estar eternamente sin gobierno y con una situación que corría el riesgo de enquistarse", apunta, y concluye: “Ella es una imagen estupenda para el país, representa la fuerza femenina y las convicciones de respetar el medioambiente y lograr unas prestaciones sociales igualitarias”.

Como apunta Concheiro, Katrín Jakobsdóttir accedió al cargo el pasado 30 de noviembre de 2017 al conseguir unir a el Movimiento de Izquierda-Verde, el Partido de la Independencia y el Partido Progresista, lo que suma 35 de los 63 escaños del Alþingi, el Parlamento islandés que, fundado en el año 930, es uno de los más antiguos del mundo. Ello lo convierte en un garante de los derechos de los ciudadanos pero, sin embargo, ni en un país con tanta tradición democrática y que aparece cada año liderando las listas de igualdad han conseguido evitar que apenas haya mujeres al mando del gobierno.

Jóhanna Sigurðardóttir, que gobernó de 2009 a 2013, fue la primera en acceder al cargo y también la primera política abiertamente lesbiana del mundo. Jakobsdóttir, al encontrarse recientemente con el presidente del país, dejó clara su opinión sobre la clara falta de igualdad. "Debería haber habido al menos quince mujeres antes que yo que hubieran ocupado este cargo. Es raro que yo sea la segunda, para rectificar esta injusticia deberían sucederme quince mujeres consecutivas", le dijo.

Sin embargo, también remarcó que piensa mirar hacia adelante y seguir haciendo Historia: "Como todo el mundo sabe, yo me presenté a la elecciones para dirigir un gobierno, eso fue algo que subrayé antes de ir a las urnas y está bien que lo haya conseguido".

En una entrevista que concedió recientemente al portal PRI, Jakobsdóttir explicaba su proyecto político ecologista, su convencimiento de la necesidad de ampliar los beneficios sociales y reconocía que en su casa hablan mucho de igualdad con sus tres hijos varones. Además, la primera ministra no tenía reparo en reconocer que, pese a ser el país con mayor igualdad de genero del mundo, aún queda mucho por hacer también allí.

"Movimientos como #MeToo han tenido mucha visibilidad en Islandia y creo que de hecho eso está consiguiendo que se ponga sobre la mesa muchos temas de los que no se ha hablado con la suficiente claridad en la cultura islandesa hasta ahora: del acoso sexual y también en el mundo de la política, algo que conozco bien. Sigo pensando que nos quedan muchos retos. Ahora hay menos mujeres en el parlamento que tras las elecciones anteriores, y todavía no hemos alcanzado la igualdad salarial”.

Lo dicho, una mandataria única que deja claro que su primer objetivo es conseguir una igualdad real y, para ello, apuesta por políticas ecologistas y con perspectiva de género. Qué, ¿hacemos las maletas para emigrar a Islandia?

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