Andorra en verano: planes para una escapada (atípica) en pareja, con niños, con amigos...

Famosa por sus pistas de esquí y, desde hace algunos años, por haberse convertido en la residencia habitual de 'gamers' y 'streamers', Andorra se ha posicionado como un destino infalible para el ocio de invierno. Sin embargo, durante los meses de verano el país se presenta como una alternativa ideal para quienes buscanun baño de naturaleza y desconexión en vacaciones.

A 3 horas en coche desde Barcelona y con vuelo directo desde Madrid (su aeropuerto, en la Seu de Urgell, se inauguró el pasado diciembre), el Principado ofrece todo tipo de posibilidades tanto si viajas en pareja, como con tus hijos o con tu grupo de amigas. Aquí van algunos planes 'imperdibles'.

Mucho más que nieve: deporte todo el año

Con 468 km² de naturaleza, el 90% del territorio andorrano es un entorno natural repleto de montañas, bosques y lagos, motivo por el que muchos aficionados del deporte al aire libre se animan en esta época del año a hacer senderismo, paseos a caballo o 'trail running' para conocer el lado más verde del país. Una de las rutas más populares (y exigentes) es la de Coronallacs, con un itinerario pensado para recorrer todo Andorra en cinco días, haciendo noche en sus cuatro correspondientes refugios y disfrutando de las inigualables vistas del Pirineo.

Si lo tuyo es el ciclismo, el estado cuenta con 21 puertos de montaña de diferentes niveles, muchos de los cuales han protagonizado etapas de la Vuelta a España y del Tour de Francia, que este año volverá a pasar por Andorra entre el 11 y el 13 de julio. ¿Prefieres soltar adrenalina? Entonces tienes que conocer el Vallnord Mountain Park, un parque de actividades con karts, buggies y mucho más, que se sitúa en la estación de esquí de Pal-Arinsal cuando la nieve desaparece de sus pistas y es perfecto para adultos y niños.

Y es que la oferta deportiva también es interesante si viajas con los pequeños de la casa. En este caso os gustará el Mon(t) Magic, un parque con atracciones para todos los públicos con tirolinas y kayak, o el juego de la búsqueda del 'Tamarro', unas criaturas mágicas que protegen los bosques de Andorra y que están repartidos por las siete parroquias en las que se divide el territorio.

Culto al cuerpo: parada en Caldea

Los balnearios y centros de bienestar son una de las grandes atracciones de Andorra, donde además abundan los hoteles con spa. Pero, si hay una parada obligatoria tanto en invierno como en verano es Caldea, un balneario de diseño que se ha convertido en uno de los grandes referentes del ocio termal en toda Europa. Su catálogo se adapta tanto a familias, como parejas o amigos; por fuera, sus torres de cristal y su laguna exterior forman parte del 'skyline' del país y, en el interior, se suceden las piscinas y tratamientos para todos: por ejemplo, su espacio Likids está diseñado especialmente para los niños y el Centro Inúu es solo para adultos. ¡Puro relax!

Gastronomía de altura: el buen comer (y beber)

La gastronomía del Principado se caracteriza por sus influencias francesas y catalanas y, debido a su orografía, está vinculada con los sabores de alta montaña. Algunos de sus manjares típicos son los embutidos, las carnes de caza, las setas o la miel artesanal, que en Auténtic Mel recogen de sus colmenas a 1.800 metros de altura.

Algunos platos que hay que probar sí o sí son la escudella -a base de verduras de temporada y carne de cerdo-, el 'trinxat de montaña' -hecho a base de col de invierno, patata, ajos y tocino-, la ensalada de 'xicoies' -diente de león o achicoria amarga, habitualmente condimentada con tocino y frutos secos- y los canelones a la andorrana -una variante de la receta catalana que mezcla carne de cordero, cerdo y gallina en unos rollos de pasta acompañados con bechamel-.

Todas estas recetas las elaboran en las bordas, edificaciones que antiguamente se usaban para guardar el grano y proteger el ganado, pero hoy son los restaurantes con el carácter más andorrano. Sin embargo, también hay que señalar otros espacios gastronómicos, como el emblemáticos Celler d'en Toni, premiado con el galardón Bib Gourmand de la Guía Michelín, o La Pérgola, ubicado en el Andorra Park, un hotel de 5 estrellas por el que ha pasado gran parte de la 'jet set' europea durante sus escapadas al país.

Y, si hablamos de bebidas, no podemos pasar por alto los cinco microproductores que elaboran sus vinos a más de 1.200 metros de altitud, logrando un sabor muy especial; son las bodegas Casa Beal, Casa Auvinyà, Mas Berenguer, Casus Belli y Borda Sabaté, que se cuentan entre los viñedos de más altura de Europa. Además, Andorra es conocida por la producción de cervezas artesanas, ya que algunos maestros cerveceros utilizan el agua del Principado para su proceso de elaboración, creando bebidas totalmente singulares.

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Agenda cultural: museos, monumentos y espectáculos

Entre los más de 30 museos y monumentos representativos de su cultura, hay varios lugares emblemáticos que no te puedes perder en tu visita a Andorra. Es el caso de La Casa de la Vall, antigua sede del parlamento andorrano y uno de los parlamentos más antiguos de toda Europa; la iglesia de Santa Coloma, muestra de la herencia románica en el territorio; o el Museo Carmen Thyssen Andorra, donde visitar la exposición temporal 'Made in Paris: la generación de Matisse, Lagar y Foujita'.

Además este verano hay dos eventos que merece la pena apuntar en tu agenda: por una parte el espectáculo 'MÜV' del Cirque du Soleil, un show participativo que aúna acrobacias, baile, música y animación, del 2 al 31 de julio; y, por otra, la Serenalia Market, un espacio multidisciplinar con talleres, gastronomía, zonas de relax y actividades familiares para descubrir cómo llevar una vida más creativa y sostenible, entre el 21 y 24 de julio.