Cómo vencer el miedo a no gustar

Nos pasa a todos. Queremos gustar a todo el mundo, si es posible. Pero no lo es y que hay que aprender a convivir con ello. Si no, puede generar inseguridad, baja autoestima, aislamiento social y problemas de salud mental. Te contamos como evitarlo.

Cómo vencer el miedo a no gustar

Cómo evitar querer gustar a todo el mundo.

/ IRA EVVA

El otro día, tu pareja te dijo que le caías muy bien a sus amigos. Te sorprendió porque tú, desde que los conociste, pensabas que les caías fatal. Por eso, te sentías tímida e insegura en su presencia. Al salir con ellos la siguiente vez, algo envalentonada por lo que te había contado tu novio, participaste más en la conversación y, efectivamente, te diste cuenta de que eran amables contigo y hasta reían tus chistes tontos. El problema consistía en tu miedo a no gustar.

El miedo al rechazo se suele producir por una visión distorsionada de la realidad en la que los demás están por encima, mientras uno mismo se siente empequeñecer. Como decía el influyente psicólogo clínico Walter Riso en su libro ‘El coraje de ser quien eres (aunque no gustes)’ (Zenith), “tu mente mantiene en su interior una lucha permanente: entre el ‘yo real’ (lo que eres) ‘versus’ el ‘yo ideal’ (lo que te gustaría ser). A mayor discrepancia entre ambos, más sentimientos de inseguridad y más vulnerabilidad al control externo y la obediencia irracional”.

Si te sucede, Riso alerta sobre la probabilidad de acabar siendo manipulado por otras personas, ya que si te sientes “como una ameba, por pequeño e insignificante, obedeceré a los seres ‘más desarrollados’. Para evitarlo, debes asegurarte de que las relaciones que establezcas con los demás sean democráticas y no autocráticas, sea quien sea el otro. Nunca justifiques al que te aplasta”.

El célebre divulgador anima a relacionarse con los demás “sin magnificar a tu interlocutor, ni minimizar tu valía personal”, para “alcanzar un intercambio emocional y cognitivo más equilibrado y menos vertical con los demás”. Para prevenirlo, anima a fomentar en tu conducta todo lo contrario: “hacerte líder de tu propia causa y aceptar la diferencia como algo natural y positivo”. El problema es que tu miedo a no gustar puede incapacitarte para ello.

Cuando eres tu mayor enemigo

No te pasa a ti únicamente. A la mayoría de las personas, les afecta en mayor o menor medida el miedo al rechazo. El problema es cuando afecta a tus relaciones. O sea, se vuelve patológico. Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y cofundadora y directora clínica Tribeca, Centro de psicología con alma señala que “es un motivo de consulta muy frecuente en terapia”.

Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y cofundadora y directora clínica de Tribeca

Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y cofundadora y directora clínica de Tribeca

/ D.R.

Los síntomas que pueden alertar de un miedo al rechazo excesivo y que suelen acompañarle, advierte la psicóloga, son “una personalidad perfeccionista y/o insegura, las experiencias traumáticas relacionadas con no haber sido visto o haber sufrido una crítica excesiva en la infancia, una rigidez y exigencia excesiva por parte del entorno, la falta de confianza en uno mismo y una baja autoestima”.

El primer paso para sanarlo sería ser conscientes y hablar de ello y de como te hace sentir. También ayuda pensar que gustar a todo el mundo “es algo humanamente imposible”, apunta la experta en pareja y separación consciente. “Y quizás lo más importante sea aceptar que uno es quien es pese a quien pese. Si cada quien se coloca en su centro y se gusta, se acepta, lo de gustar a todo el mundo o no, pasa a ser un aspecto irrelevante”, explica Rebeca Cáceres Alfonso. Hablamos con ella sobre cómo superar ese temor al rechazo. Una clave para lograrlo es exponerse a ello: cuantas más veces lo hagas, menos miedo tendrás.

¿Por qué sentimos miedo a no gustar, es algo común en todos los seres humanos?

El miedo al rechazo suele proceder de haber crecido en entornos en los que no se ayudó a generar confianza en uno mismo. Estos adultos con miedo al rechazo, quizás de niños no fueron suficientemente respaldados por sus padres, eran criticados o tenían exigencias muy altas. En definitiva, suelen ser personas que en su infancia no han sido vistas, no podían ser tal como eran por miedo y ahora, de adultos, necesitan continuamente esa aprobación de los otros.

Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y cofundadora y directora clínica de Tribeca

Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y cofundadora y directora clínica de Tribeca

/ D.R.

Ese miedo, ¿se esconde detrás de muchas de nuestras inseguridades?

Más bien diría que es un miedo más de las personas inseguras. Las personas inseguras tienen muchos miedos, como a no hacer las cosas bien, no ser capaz o no serlo lo suficiente… Este sería solo uno más de todos ellos.

Si te preocupa demasiado, ¿qué daño puede hacerte, puede incluso llegar a generar problemas de salud mental?

El miedo excesivo al rechazo puede estar relacionado con síntomas ansiosos y depresivos, incluso puede llegar a manifestarse un trastorno depresivo o/y ansioso. Dentro de los trastornos ansiosos y relacionado con el miedo al rechazo podría incluso llegar a desencadenarse un tipo de fobia: la atelofobia, que es el miedo desproporcionado a la imperfección o a ser imperfecto. El miedo desmedido a ser rechazados por los demás puede ser un desencadenante de la atelofobia.

¿Cómo puedes encontrar el coraje para atreverte a ser quien eres? Y, ¿cómo saber quién eres?

Este es un asunto fácil y difícil a la vez. Podría decirse que el coraje de atreverse a ser quien uno es solo se adquiere atreviéndose a ser. Sin embargo, sabemos que eso no es sencillo cuando una persona tiene miedo al rechazo. Por tanto, saber quién eres y atreverse a ser irían de la mano en un proceso terapéutico ,que sería lo más recomendable en estos casos.

Si lo pasas fatal antes de relacionarte, por ese miedo, ¿qué recomendaciones darías para poder empezar a superarlo?

Si lo pasas fatal hasta el punto en que es muy difícil gestionar estas situaciones y lleva a la persona a sufrir síntomas de ansiedad, por ejemplo, hiperventilación, taquicardia, sudoración, pensamientos rumiativos, e incluso de evitación, como evitar relacionarse con otras personas en el trabajo, es necesario acudir al psicólogo. Normalmente, estos síntomas indican que debajo hay un trastorno por estrés postraumático y eso ha de ser tratado en consulta.

Si lo pasas fatal pero es manejable, lo más recomendable sería asumir que se pasa mal ante esas situaciones y fijarse en los síntomas que se desencadenan, exponiéndose cada vez más a esas situaciones. En estos casos sería como un ejercicio de entrenamiento en el que cuantas más veces te expongas, menos miedo tendrás.

Tribeca, un centro de 'psicología con alma' donde te pueden ayudar a vencer miedos como el de no gustar.

Tribeca, un centro de 'psicología con alma' donde te pueden ayudar a vencer miedos como el de no gustar.

/ D.R.

¿Hay algún ejercicio que se pueda hacer para vencer ese miedo?

Hay uno que a mí me encanta que es de Giorgio Nardone y se llama ‘Subir el volumen’. Esto significa que, lejos de evitar sentir los síntomas del miedo, lo que hay que hacer es que cuando están viniendo, por ejemplo cuando notes sequedad de boca, palpitaciones y/o sudoración, darte la instrucción de que suba más el volumen de esos síntomas. Es decir, que en este caso por ejemplo, que se te seque más la boca, tengas más palpitaciones y sudes más. Es una prescripción paradójica que reduce de modo eficaz todos los miedos que se le presentan a nuestra mente.

Y por último, ¿qué puedes lograr si consigues liberarte de ese miedo?

El mayor logro sería conseguir ser tú mismo en cualquiera de las situaciones y con cualquier persona. Sin duda, esa sensación de seguridad genera equilibrio y bienestar en la persona.

Cómo vencer el miedo a no gustar

Preguntamos a la psicóloga sanitaria Rebeca Cáceres Alfonso, cofundadora y directora clínica de Tribeca, las tres claves básicas para superar el miedo al rechazo. Ánimo, que se puede lograr con algo de trabajo en ti misma.

Aceptarse más. Sentirte seguro pasa por conocerte y asumir quien eres para estar a gusto en tu piel. “Ser consciente de que somos personas con puntos fuertes y débiles y aceptarlo es lo primero”, dice la piscóloga.

Cambiar lo que no te guste de ti. La plasticidad asombrosa de los seres humanos hace que, incluso aunque cueste mucho, el cambio siempre sea posible. Por eso, la terapeuta anima: “Si algo no te gusta de ti, ponte en marcha y cámbialo”.

Expresar las emociones por no ser aceptado por los demás. Hablar es el primer paso para soltar lastres. “El tener miedo constante a no gustar, puede perpetuarse por no expresar el dolor y la rabia que sentimos porque los que más queremos no nos aceptan. Hay que comenzar por expresar las emociones”, confirma Cáceres Alfonso.

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