Te vas a quedar a cuadros cuando sepas el origen del Blue Monday y por qué no hay motivo para deprimirse

Spoiler: no tienes por qué estar triste. De hecho, es incluso un buen momento para iniciar aventuras. 

Desmontando el 'Blue Monday' home desktop
Desmontando el 'Blue Monday' home desktop / D.R.

Ya hemos llegado al tercer lunes de enero. Es decir, el temido Blue Monday, el día tradicionalmente más deprimente del año en el hemisferio norte del planeta y, por tanto, la jornada en la deberíamos sentirnos desdichados y ver nuestra vida definida por túneles sin salida. O algo así.

¿Y por qué? Los abanderados de esta fecha dan cientos de razones con, a primera vista, bastante lógica. Por ejemplo, que nos encontramos en el periodo del año en el que los días disponen de menos horas de luz (y ya sabemos que esta está directamente relacionada con nuestro estado de ánimo) y en el que las temperaturas son más frías (aunque este año nos hayamos librado de otra Filomena). Y en los últimos tiempos hay que sumar a la ecuación la crisis del coronavirus cuya incertidumbre ha dejado mella a todos los niveles (psicológico, económico, laboral...).

Estar triste te hará mejor
Estar triste te hará mejor

Y todavía hay más. Algunos otros motivos por los que el Blue Monday nos afecta son el hecho de que la Navidad ha quedado atrás y las próximas vacaciones están aún lejos, o que las compras durante las fiestas han dejado nuestro presupuesto tambaleando.

Existe, incluso, una fórmula de 2009 con talante matemático cuyo objetivo es demostrar todo esto y que tiene en cuenta muchos de los conceptos citados. Así, el tiempo y las temperaturas climáticas (W, que responde a 'weather', en inglés), el dinero del que disponemos (D-d), que se obtiene restando las deudas contraídas (d) de nuestro sueldo mensual, o el tiempo que ha transcurrido desde Navidad (T-time) y el que ha pasado desde que fracasamos en cumplir nuestros buenos propósitos de Año Nuevo (N) son las variables que operan entre sí para escribir nuestra desdicha mientras se dividen por los niveles de motivación (M) o por el sentimiento de necesitar reaccionar y entrar en acción (Na).

Fórmula de 2009 del Blue Monday
Fórmula de 2009 del Blue Monday / D. R.

En realidad, esta fórmula es una revisión de otra aparecida en 2006, con un planteamiento un tanto cuestionable y misma autoría (un consultor y psicólogo británico llamado Cliff Arnall). Aquí se consideraban, por ejemplo, el tiempo para el ocio y el relax que tenemos (R), y el tiempo que dedicamos a actividades culturales (C) o a dormir (ZZ).

Estos, los conceptos 'positivos' de la ecuación, se dividían entre el número de días que invertimos desplazándonos de un lugar a otro, (Tt o 'travel time'), retrasos de medios de transporte incluidos (D) o momentos en los que habíamos sufrido estrés (St). El tiempo empleado en hacer las maletas (P) y en otros preparativos (Pr) eran otros de los factores que esta peculiar fórmula anotaba para obtener una cifra que debía ser mayor de 400 para indicar felicidad.

La primera ecuación del Blue Monday
La primera ecuación del Blue Monday / D. R.

El verdadero origen del Blue Monday

Y, ahora, la realidad. Sin duda, la fiabilidad de estas fórmulas, que dejan fuera cientos de conceptos o que mezclan distintas unidades de medida sin ton ni son, son cuestionables. Ya en 2006, el médico, académico y azote británico de la 'mala ciencia' Ben Goldacre tachaba dichas fórmulas de "falsas" y "estúpidas", y a su creador, de "prodigio de esas falacias". También destacaba otro datos esencial para entender la naturaleza de esas ecuaciones: "Están conducidas por dinero". Y, realmente, lo estaban.

En realidad, el Blue Monday o Lunes Azul fue mencionado por primera vez 2005 y como parte de la creatividad de una campaña publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel. Esta utilizó el Blue Monday (calculado, según la compañía, con métodos científicos) para protagonizar una nota de prensa que pretendía alentar la venta de viajes en una época del año con poca clientela en el sector. Ni más, ni menos.

Blue Monday
Blue Monday / Pexels

La intención de la campaña, lejos de resaltar las miserias de enero, era "animar e inspirar a la gente para que actuara" y que viera la fecha como una oportunidad para comenzar de cero y cambiar (y, ya de paso, contratar un viaje). Es decir, algo "positivo", ha explicado posteriormente Cliff Arnall, que lamenta las connotación negativas que rodean hoy al tercer lunes del año.

Es más, el también inventor del día más feliz del año (supuestamente, el 20 de junio) desmiente la mala fama de enero, la cual su 'Blue Monday' ha contribuido a intensificar: "Tanto si emprendes una nueva carrera profesional, como si haces nuevos amigos, comienzas a practicar una nueva afición o reservas una nueva aventura, enero es realmente un momento estupendo para poner en marcha las grandes decisiones para el año".

Y te lo dice el propio inventor del 'Blue Monday'. Así que... ¡a continuar con los grandes proyectos!

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