Trucos raros para perder peso que increíblemente funcionan
Increíble pero cierto, apunta estos consejos.

Tomar agua antes de las comidas
Es fácil y es un método eficaz para comer menos sustentado por años de experiencia y sabiduría popular. Ahora un estudio publicado en la revista Obesity le da más valor al truco. Los investigadores separaron a dos grupo de adultos obesos, a uno le dieron de beber aproximadamente un par de vasos de agua sin gas (16 onzas) treinta minutos antes de comer , mientras al segundo grupo le pidieron que imaginaran que tenían el estómago lleno antes de disponerse a comer. Lo que comprobaron fue que el grupo que se llenó primero con agua perdió casi cuatro kilos, mientras el otro apenas adelgazó medio kilo.
Sorber la sopa
Añadir un primer plato hipocalórico a tu comida es otro truco para perder peso, pues acabas comiendo menos, Y si ese primer plato es sopa y lo tomas a pequeños sorbos, mucho mejor. Así lo demostró un estudio de 2007 publicado en la revista Appetite. Sus participantes consiguieron con el truco de la sopa reducir en un 20% su ingesta de calorías. Además comer menos no se tradujo en más hambre y más ansiedad. En verano el truco funciona si la sopa se toma fría.
Cuando estés a punto de caer en la tentación y comerte un trozo de algo que no debes, concéntrate y visualiza tu comida anterior
Lo comprobó un equipo de investigación de la Universidad de Birmingham. Los voluntarios de su estudio que conseguían recordar con nitidez su última comida controlaban mejor sus ataques de hambre. El consejo es comer prestando atención, de esta manera cuando te entren ganas de romper la dieta, serás capaz de recordar con detalles lo que ya has comido y podrás controlar la tentación.
Coordina el color del plato con la comida
Busca el contraste. Nunca comas un fetuccine Alfredo en una plato blanco. Mejor en un plato azul oscuro. A mayor contraste de colores menor será la cantidad que comerás. No tener en cuenta esta regla supone servirse porciones hasta un 20% más grandes.
Antes de comer, huele
Se dice que comemos con los ojos tanto como con el estómago, pero también lo hacemos con la nariz. Un estudio publicado recientemente en la revista Flavour comprobó que mientras más fuerte es el olor más pequeño es el bocado que nos llevamos a la boca. Comemos hasta un 10% menos. Los olores tienen un papel en la sensación de saciedad, por eso conviene tomarse un par de minutos para oler lo que nos vamos a comer.
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