Simone Biles se retira de la final por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokio por ansiedad

"No podía seguir, no”, explica. “No estaba lesionada. Bueno, sí, se me había lesionado el orgullo”

Simone Biles, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

La gimnasta Simone Biles, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

El mundo conoció un poco más o por vez primera a Simone Biles en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, donde consiguió la medalla de oro en la final por equipos, así como la individual en la competencia general. Amantes del deporte y no tan amantes de una disciplina de gran complejidad artística hallaron en esta joven que por entonces tenía 19 años una gran promesa de la gimnasia artística.

Su fuerza, elegancia y contundencia engatusaron a todos aquellos que no podían despegar los ojos de la pantalla de sus televisiones y muchos deseaban volver a verla en plena forma en los actuales Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Debido a la situación sanitaria, no pudimos verla el pasado año, por lo que su regreso era uno de los más esperados en esta competición.

Este martes era el momento en que la gimnasta de ahora 24 años debía destacar en la competición por equipos. Tras realizar un ejercicio de salto del potro por el que recibió una nota de 13,766 (la más baja entre las integrantes de la selección estadounidense), abandonó el escenario con un médico. Todo parecía indicar que habría sufrido algún problema médico y fue lo que en un principio anunció la federación.

Poco después de este primero de los cuatro ejercicios que le correspondían, volvió a dicho escenario y desmintió que se tratara de una lesión física que le pudiera dejar fuera de la segunda rotación. “Son los demonios que tengo en la cabeza. No estaba lesionada. Bueno, sí, me había lesionado el orgullo”, declaró a la vuelta del vestuario, antes de que tuvieran lugar las pruebas asimétricas en las que iba a ser titular.

El equipo de gimnastas estadounidenses celebra la medalla de plata

El equipo de gimnastas estadounidenses celebra la medalla de plata

/ Jamie Squire

Reemplazada por su compañera Jordan Chiles, el equipo se posicionó en segundo lugar, ganando la medalla de plata, por detrás de las rusas. La medalla de bronce cayó en manos de Gran Bretaña. Aunque no lograron alcanzar la primera posición, el equipo se mostró muy orgulloso de dicho galardón y Simone Biles quiso explicar lo que había sucedido en la rueda de prensa posterior.

En sus declaraciones, la gimnasta indicó que había tocado fondo al poco de concluir la primera de las pruebas. “Creo que hay que priorizar la salud mental porque, en caso contrario, no vas a disfrutar del deporte y no vas a tener éxito”, comentó y aprovechó para explicar cuál era su sensación tras abandonar la final: “No pasa nada por dejar pasar una competición para centrarte en ti mismo, porque eso demuestra lo competitivo que eres en lugar de seguir luchando contra ello”.

Aunque reconoció que durante el calentamiento “no estaba mal”, el hecho de salir a la pista le hizo reflexionar sobre la situación. Sacó sus propias conclusiones y las comentó con sus compañeras: “He visto que no estaba preparada mentalmente así que he dejado que ellas se encargaran del resto y me he centrado en mí misma”, ha dicho antes de recordar que éstas le mostraron todo su apoyo ante tal decisión.

A pesar de que ha sido una determinación difícil, nadie podría pensar que Simone Biles iba a decidir no participar en esta final. Sin embargo, la propia gimnasta comentó a través de su cuenta de Instagram días atrás que no estaba en su mejor momento. Realmente siento que tengo el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que me lo quito de encima y hago que parezca que la presión no me afecta, pero ¡maldita sea, a veces es difícil!”, apuntó en una de sus publicaciones.

Lamentablemente, no es la primera vez que la presión mediática supone un obstáculo en competiciones de estas características. Sin ir más lejos, la tenista japonesa Naomi Osaka (a quien la gimnasta artística mencionó en sus declaraciones) habló públicamente sobre cuáles eran los problemas de este tipo a los que debían enfrentarse los atletas, lo que afecta a su salud mental.

La gimnasta Nadia Comaneci ejemplifica cómo esta presión se convierte en algo que destruye por completo la autoestima de estos deportistas que dedican intensas jornadas al ejercicio físico. Fue sometida a abusos y humillaciones con el objetivo de conseguir medallas, algo a lo que Simone Biles se ha negado con una retirada a tiempo. La prioridad es estar bien mentalmente, después viene todo lo demás. No podemos más que darle la enhorabuena por ello.

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