Museos contemporáneos y cercanos
Los centros de arte contemporáneo huyen del elitismo y abren las puertas de la creatividad a la calle. Estos son los mejores.
CGAC SANTIAGO
Lo mejor: Da prioridad al videoarte para el pueblo y evita las ininteligibles performances.
Lo peor: Como en otros centros, el continente –diseñado por Álvaro Siza– es más interesante que el contenido.
Qué hacer: Pasear por el parque de San Domingos (sin soltar el trench, por aquello del orballo).
La expo: Senescencia, del videoartista Ignacio Pardo.
LABORAL GIJÓN
Lo mejor: Con esta flamante Ciudad de la Cultura y el futuro Museo Niemeyer de Avilés, el Principado entra en la ruta museística internacional.
Lo peor: ¿Cómo llenarán este mastodonte de 130.000 m2?
Qué hacer: Cómprate un piso. Dentro se van a construir viviendas de protección oficial. Y prueba los oricios en su café.
La expo: Gameworld, el videojuego como arte.
MUSAC LEÓN
Lo mejor: Bastión de las nuevas generaciones de artistas, es el centro más dinámico de España.
Lo peor: Su ubicación no facilita estar a la última.
Qué hacer: Bailar. Por alguna extraña razón, es el museo que más fiestas organiza. Viste leggings y flúor, que para eso exhibe Ana Laura Aláez.
La expo: China, fotografías de Ángel Marcos.
CCCB BARCELONA
Lo mejor: Su carácter pluridisciplinar. Se organizan actividades relacionadas con el cine, la ecología, la literatura o el diseño.
Lo peor: Sentarse en su plaza de hormigón –escasean los parques con árboles en Barcelona–. Para compensar, disfruta de los shows de skate.
Qué hacer: Come falafel, plato tradicional del barrio.
La expo: Fronteras. Uno de los temas favoritos del centro.
EACC CASTELLÓN
Lo mejor: Coqueto como pocos, el didáctico Espai d’Art Contemporani de Castelló cuenta con una arriesgada programación de vanguardia.
Lo peor: Difícil echarle algo en cara con su presupuesto.
Qué hacer: Ir a su cafetería, más que por su agradable terraza por la cerámica de sus paredes, de Daniel Buren.
La expo: Nuestra hospitalidad, o cómo se nos ve desde fuera.
MNCARS MADRID
Lo mejor: Además de exponer el Guernica, la biblioteca del Reina Sofía (el Sofidou) cuenta con 100.000 libros.
Lo peor: El pastizal que nos ha costado la ampliación encargada a Jean Nouvel. ¡Y ahora tiene goteras!
Qué hacer: Es la cuna del ligoteo intelectual local. Si tienes niños, que vean los asientos tipo Chiqui Park del restaurante Arola.
La expo: Le Corbusier.
IVAM VALENCIA
Lo mejor: Sigue fiel a su idea original de ser el gran centro de la fotografía de España.
Lo peor: En un país en el que las broncas políticas afectan hasta al arte público, el Institut Valencià d’Art Modern es el reducto sociata frente a la descomunal y pepera Ciudad de las Artes y de las Ciencias.
Qué hacer: Participar en la actividad creada por Bigas Luna basada en la trilogía Sangre, leche y agua.
La expo: Esculturas de Julio González, un clásico del IVAM.
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