Cómo ligar en una app sin perder la cabeza

Y mantén en su sitio tu autoestima y tu salud mental. 

Una mujer con móvil

Una mujer con móvil en la cocina.

/ iSotck

A estas alturas hay pocas dudas acerca de la eficacia de las aplicaciones de ligoteo. Varias investigaciones han demostrado que la calidad de las relaciones que comienzan online no es muy diferente de las que se inician cara a cara.

Sin embargo la facilidad de descartar y ser descartado que dan estas aplicaciones no siempre es una fuente de diversión. No pocas veces es dañino. Hay que usarlas con cabeza para mantener alta la autoestima y afectar nuestra salud mental.

En 2016 un estudio sobre Tinder demostró que las personas que lo usaban con frecuencia tenían una autoestima más baja y menos satisfacción con su imagen corporal que aquellos que no tenían cuenta de Tinder. Uno de los autores del estudio, el profesor Trent Petrie explica que cuando los seres humanos son representados solo por su aspecto físico empieza a evaluarse a sí mismos solo por ese aspecto. Según este experto un modo inteligente de usar Tinder sería mantener la perspectiva y pensar: Ellos (los usuarios de Tinder) me van a evaluar de esta manera pero eso no define lo que soy. Por ello conviene elaborar un perfil variado, que cuente tus cualidades y atributos y que no solo descanse en las fotos y la apariencia física.

Y aún así los expertos recomiendan una cura de Tinder cada cierto tiempo, es decir salir del juego para luego volver con la cabeza fresca: “En general se debe limitar el número de tiempo que se pasa en esas aplicaciones de ligar”, explica.

La razón para salir de vez en cuando de Tinder es que aunque la abundancia de opciones es casi siempre una buena idea, es también una circunstancia que te impide decidirte por una de ellas. Conoces a tanta gente (y sobre todo, potencialmente puedes seguir conociendo a tanta gente nueva) que esa posibilidad no te deja decirte por ninguna. Según la antropóloga Helen Fisher, experta y gran estudiosa del sexo y de la pareja humana, deberíamos mantenernos entre 5 y 9 opciones para elegir bien una pareja. “A partir de ese número el cerebro empieza a sentirse sobrepasado y agobiado y no puede tomar decisiones”, asegura.

Otra novedad de estas apps es que pueden hacernos más crueles, quizás por la protección que da el anonimato. Y aunque todos estamos expuestos al fracaso, también en las relaciones off line, las apps lo han cambiado todo muy rápido. Cuando antes te acercabas a alguien en una bar antes solías haber tenido alguna señal, un intercambio de miradas al menos, en Internet te tiras a la piscina y puedes ser rechazado con crueldad. Y quizás no en el primer momento pero luego llegarán otros comportamientos que potencian estas apps, como el conocido 'Ghosting' (cuando el sujeto te ignora y desaparece como un fantasma, de ahí su nombre) o cuando decide tenerte entretenida un rato dándote de vez en cuando alguna migaja para que no pierdes e interés (un comportamiento clásico que se ha popularizado en Internet con su nombre anglosajón, 'bread crumbing'.

Según otro estudio los que suelen tener muchas citas on line suelen ir a por personas que lucen mucho más deseables que ellos mismos. Lo cual, en opinión de Helen Fisher, es una fuente de sufrimiento.

Tampoco creas que eres inocente del todo en este juego. La ciencia también confirma que estos comportamientos tienen lugar en ambos sentidos. Por eso los expertos recomiendan, si hubiera que escribir una guía de buen comportamiento en Tinder, que el punto número 1. Sea “Ponerse en los zapatos del otro”, 2. “No estar no estar en estas app si tu objetivo no es buscar pareja o conocer a gente nueva” y 3, “No juzgar al otro solo por su imagen”.

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