Hay que hablar de dinero antes de casarse, al menos hacer estas tres preguntas

El dinero no da la felicidad pero la quita y por ello hay que aclarar ciertas cuestiones económicas antes de pasar por el altar.

Las tres preguntas económicas que una pareja debe hacerse antes de casarse
Las tres preguntas económicas que una pareja debe hacerse antes de casarse

La relación que cada quien tiene con el dinero es importante para que una pareja funcione. Merece la pena aparcar un minuto el romanticismo y hablar de asuntos prácticos: el dinero es uno de ellos y no es el menos importante.

Estas tres preguntas te darán pistas de si eres financieramente compatible con tu pareja. Lo cual no significa que ambos tengan la misma cantidad de dinero ahorrado, sino que para los dos el dinero tiene un valor similar en la vida. Y que por dinero estaríais (y sobre todo, no estarías) dispuestos a hacer según que cosas.

¿Cómo gastas el dinero?

No hay respuestas correctas o incorrectas para esta pregunta, pero servirá para sacar información sobre los gustos del otro. Aunque no lo parezca es una pregunta que evitará crearse falsas expectativas respecto a la persona que se ha elegido para compartir la vida. La manera en que cada quien decide gastar el dinero determina en buena medida el tiempo que la pareja va a pasar junta, y además los gustos que podrán compartir. De más está decidir que se evitarán cientos de discusiones.

¿Te agobia endeudarte?

Hay quien siente verdadera aversión a deber dinero y otros que lo llevan mejor, o al menos con cierta naturalidad. Para una pareja es importante determinar este punto porque puede ser un gran generador de problemas en el futuro. Las mayores inversiones de la vida adulta suelen hacerse en pareja.

¿Ahorras? ¿Qué porcentaje de tus ingresos consideras que debes guardar?

Ahorrar supone ser contenido y retrasar el disfrute en pos de un futuro que nadie sabe si llegará. Hay personas que lo asumen bien porque les compensa la seguridad de tener un colchón mientras otras no tienen ese hábito ni ningún interés en adquirirlo. Si uno se preocupa mucho por el futuro y el otro es más confiado, la decisión de puede convertirse en un gran conflicto de pareja.

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