¿Cómo afectan los problemas sexuales a la salud mental? Valérie Tasso nos da las claves

Hablamos con la sexóloga y embajadora para España de la marca sueca de juguetes eróticos de lujo LELO sobre los problemas más frecuentes con los que se encuentran los terapeutas sexuales (y sus soluciones).

Reducción de la brecha del orgasmo
Reducción de la brecha del orgasmo /

En un momento en el que (por fin) se ha puesto el foco en la relevancia de la salud mental, desde Woman queremos ir un paso más allá y ver la relación que existe entre problemas sexuales y la salud mental. Para ello tenemos el lujo de contar con una de las expertas más reputadas en la materia: la sexóloga y embajadora para España de la marca sueca de juguetes eróticos de lujo LELO, Valérie Tasso.

¿Qué nos lleva a acudir a un terapeuta sexual? ¿Cuáles son los problemas más comunes en las parejas? ¿Cómo se solucionan? ¿Tienen una repercusión real sobre nuestra salud mental? ¿Y las claves a la hora de conocer nuestro propio cuerpo? Valérie lo tiene claro: "Suelo prescribir a mis pacientes (mujeres) objetos de placer como SILA CRUISE o Sona 2 Cruise, los succionadores con ondas sónicas para estimular el clítoris interna y externamente, son de mucha ayuda par las mujeres que necesitan una mayor estimulación para alcanzar el clímax.

Un juguete erótico (solo o en pareja) es un activador potente de lo hedónico y de lo libidinal que nos sigue enseñando hacia dónde ir y cómo. Sería el caso de ENIGMA y/o de Soraya Wave ambos son estimuladores dobles que permiten alcanzar un orgasmo mixto y descubrir nuevas sensaciones. En pareja, suelo recomendar el maravilloso Tiani 3, que estimula a ambas personas de forma simultánea y al compás para una mayor complicidad."

¿Cuáles son las principales razones por las que una persona o pareja acude a un terapeuta sexual?

Normalmente se enmarcarían en eso que los sexólogos llamamos 'dificultades comunes'. El término no es inocente; la persona o la pareja puede sentir que está viviendo un problema irresoluble pero, en la mayoría de los casos, de lo que se trata es simplemente de una 'dificultad'.

Entre estas dificultades, las habituales son las que afectan a la secuencialidad de la respuesta sexual de uno de los miembros, es decir, aquellas que interfieren al proceso natural que conocemos con las siglas de D.E.M.O.R. (Deseo, Excitación, Meseta, Orgasmo y Resolución). Asociadas a estas fases se presentan dificultades como el deseo hipo activo (en el caso del Deseo) y sintomatologías que pueden ir asociadas como, además de la propia falta de apetencia sexual, la disfunción eréctil en hombres, falta de lubricación en mujeres y en ocasiones dispareunia (molestias o dolor cuando se pretende penetrar la vagina) etc. Conviene distinguir, porque es importante, en qué momento se producen estas manifestaciones, porque pueden darse en la fase de deseo pero también en la excitación (una persona puede sentir un enorme deseo pero su respuesta se “encasquilla” y eso también puede darse en el momento de la excitación). La “meseta” también puede representar dificultades pero es el “orgasmo” el que suele llamar más la atención; la anorgasmia primaria o secundaria (la imposibilidad de alcanzar el orgasmo en ningún caso o de manera recurrente) sigue siendo frecuente especialmente en mujeres y la eyaculación precoz en hombres o la eyaculación retardada (en ambos casos, se trata de una falta de control sobre la respuesta eyaculatoria) son también recurrentes. Como te decía, si bien esto le suele pasar a uno solo de los miembros de la pareja, cuando este está emparejado, suele ser de gran ayuda el contar con la colaboración de la pareja siempre que sea posible.

Placer compartido
Placer compartido / LELO

Motivos también de consultas son los que afectan al erotismo; la dificultad de relacionarse con los demás, los que tienen que ver con un desconocimiento puntual o general del hecho de los sexos en los que tenemos que intervenir en asuntos relativos a su educación sexual, los que afectan a la identidad sexual o al despliegue de la sexualidad, etcétera, etcétera. Están también los que guardan relación con mantener el afecto dentro de la pareja porque en ella se han instalado una serie de erróneas comprensiones sobre temas tan variados como lo que es el amor, la infidelidad, las relaciones de poder…y curiosamente, uno que cada vez vemos más en las consultas es la dificultad de romper ese vínculo cuando se ve claramente que es pernicioso para uno de sus miembros pero este se ve incapaz y desarmado para afrontar esa decisión.

¿Qué es lo que más afecta a este tipo de pacientes a nivel sexual que pueda tener repercusión a nivel mental?

Yo no diría “mental” (a la mente no le pasa nada) sino más bien de estructuración de los elementos que la sujetan y que se manifiestan en su proceso de sexualidad. La inmensa mayoría de los casos que nos llegan tienen una etiología o fundamento de este tipo y no orgánica. Se producen bloqueos, inhibiciones, confusiones de conceptos, dificultad en la gestión del proceso de elaboración del deseo, sistema de creencias etc. que nada tienen que ver con algún trastorno mental o problema físico. Incluso dificultades como por ejemplo el vaginismo son en el 90 % de los casos provocados por lo que te menciono. Eso no implica que en unos primeros momentos los sexólogos tengamos que descartar en algún caso si subyace un problema orgánico o psíquico (por ejemplo, diabetes en una disfunción eréctil o una peculiar conformación del suelo pélvico o un trastorno límite en algunos problemas de relación) de forma que podamos estar en contacto con médicos, ginecólogos o psiquiatras.

En relación a los efectos que producen las dificultades sexuales en los pacientes, son muy variados, pero como resulta evidente, suelen tender hacia la melancolía o la ansiedad, que dificultan la resolución de la dificultad pero que se suelen resolver de manera muy eficaz en cuanto se abordan y se solventan con eficacia la dificultad común.

¿Cómo se trata a este tipo de pacientes?

Fundamentalmente, a través de un proceso de compresión de qué problemática concreta subyace a la dificultad. Eso exige maestría, un poderoso utillaje humanístico y, en algunos casos, algo de tiempo, porque vamos a lo que produce el síntoma y no a erradicar directamente el síntoma, porque si haces esto inevitablemente se producirá más temprano que tarde la repetición. Es decir, lo estandarizado, las respuestas simples y generales o la fórmula mágica, suelen quedar descartadas. La sexología dispone de herramientas muy poderosas y eficaces pero incluso estas deben aplicarse de manera adaptada a la subjetividad y particularidad de cada paciente.

¿Qué beneficios tiene acudir a un sexólogo?

Nuestra condición sexuada es capital para todos nosotros, muchísimo más de lo que nos creemos. El despliegue de nuestras capacidades, potenciales y valores, el hacernos más grandes y mejores personas, está en estrecha relación por cómo y en qué condiciones se entiende y desarrolla en nosotros esa condición. Olvidamos a veces que el dar unos “buenos días”, el ser una persona afectiva que sabe relacionarse con los demás, el saber seducir, acordar o hasta el entender y enriquecer el mundo y nuestro mundo son subsidiarios de esa condición sexuada. Es un gran campo de batalla para el sujeto el trato que mantiene con ese ser sexuado que es y es también para nosotros una dificultad el llegar a hacer entender de manera general eso; que la sexología se ocupa de ser una mejor persona capaz de entregar lo mejor de sí a los demás.

Masturbación femenina
Masturbación femenina / LELO

¿Cómo afecta el sexo a nuestras emociones?

Pues de manera radical, pero también afecta en lo más profundo a algo más elaborado e importante para nuestro bienestar como los sentimientos o la capacidad cognitiva. El sexo es la manera de estar en el mundo de un ser humano que al igual que está dotado de, por ejemplo, lenguaje, está dotado de sexo.

¿Qué parte de ayuda supone una buena educación sexual a la hora de disfrutar de una sexualidad plena?

Es capital; sin una correcta educación sexual (de la que la salud sexual y reproductiva es solo una parte) es imposible que nuestra sexualidad se despliegue. Un ejemplo para que todo el mundo lo entienda: sin estar alfabetizado no puedes leer el prospecto de un medicamento, pero sin saber leer bien (es decir, interpretar y desvelar) nunca podrás comprender y enriquecerte con Dostoievski.

¿Desde cuándo se debería empezar a educar en este sentido?

Desde que ponemos los pies en el mundo (somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos). Lo cual no significa que esa educación se realice de la misma manera en todas las etapas de nuestra existencia; cada momento de nuestro desarrollo tiene sus propias preguntas, problemáticas e inquietudes, pero sucede que creemos que el sexo es exclusivamente lo que hacen (no lo que son) los adultos en edad fértil. Esto es tan absurdo como creer que el lenguaje y lo que supone enseñar a hablar es lo que sucede y lo que hay que enseñar cuando tres amigotes se reúnen a ver un partido de fútbol bebiendo cerveza.

¿Cómo debe ser una buena comunicación de pareja a nivel sexualidad?

Debe ser franca y velada. Parece un oxímoron, pero es así; se debe poder hablar de todo, gustos, miedos, preferencias… pero manteniendo siempre el esfuerzo interpretativo del otro. La voluntad de excesiva transparencia, la falta de una cierta sacralidad o el exceso de familiaridad suelen entorpecer tanto la comunicación como el más absoluto silencio. Los sexos, algo que se relaciona con el concepto sexológico del “bilingüismo sexual”, hablan y se expresan de manera diferente y esa diferencia hay que respetarla del mismo modo que hay que esforzarse por descifrar, con esfuerzo e inteligencia interpretativa, lo que nos está diciendo el otro en cada momento.

¿Cuáles son las claves a la hora de conocer nuestro propio cuerpo? ¿Qué beneficios tiene los juguetes sexuales?

Saber interpretar a nuestro propio cuerpo, que es el que nos permite ser nosotros mismos. Y solemos escucharlo y conocerlo poco y mal. La principal clave, y esto es fruto de nuestra neurosis constitutiva, es hacerle caso en su voluntad natural de optimizarse. Si ves a un gato, por ejemplo, siempre está, por intrincado que sea el sitio donde esté, en la mejor de las posturas posibles. Si a un perro le duele una pata, simplemente se detendrá y escatimará el esfuerzo con ella, nosotros no; seguimos corriendo (y quejándonos).

Orgasmos Lelo

Los juguetes eróticos pueden ser el aliado perfecto para mejorar las relaciones íntimas y reforzar las relaciones de pareja

/ Lelo

En materia sexual, el cuerpo propio nos aporta más información que todos los “coach” del mundo juntos; nos dice qué nos satisface, en qué momento, por qué camino seguir, qué explorar o qué dejar de lado…, de manera que quien conoce y sintoniza con su cuerpo es alguien que tiene casi todo ganado. Sucede que, al contrario que el gato o el perro, siempre estamos mediados por el pensamiento y el lenguaje, de forma que estos interfieren en lo que llamamos su optimización cortocircuitando, por ejemplo, uno de los procesos más sencillos, sólidos y eficaces como es el de nuestra respuesta sexual.

Esto nos afecta especialmente a las mujeres a las que no nos han dejado saber qué era nuestro cuerpo, nuestra “maquinaria” de goce y que además hemos estado sometidas a una tremenda presión cultural y moral en para conseguir la maestría en ese “no saber”. Contra ello mismo, suelo prescribir a mis pacientes (mujeres) objetos de placer como SILA CRUISE o Sona 2 Cruise de LELO.

Los juguetes sexuales posibilitan esa exploración en condiciones que pueden ser óptimas sobre todo al principio que una inicia la vida sexual adulta; por ejemplo buscando tranquilidad (apaciguar la mente) o sin tener que enfrentarse a lo dificultoso de tener a alguien enfrente (o encima) que actúa o creemos que actúa como un juez del Tribunal Supremo. En épocas en las que el desarrollo ya se ha producido, conocemos mejor nuestros gustos, apetencias y cómo nuestro cuerpo va a reaccionar a ellos, el juguete erótico (solo o en pareja) es un activador potente de lo hedónico y de lo libidinal que nos sigue enseñando hacia dónde ir y cómo. Sería el caso de ENIGMA y/o de Soraya Wave. En pareja, suelo recomendar el maravilloso Tiani 3. Por todo ello, aparte de las ventajas lúdicas que aportan los juguetes eróticos, devienen para nosotros los sexólogos una herramienta terapéutica de primer orden en muchos casos; llegan allí donde nosotros no podemos llegar.

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