Esta vez, ¡funcionará!

Has vuelto a encontrar al ‘hombre de tu vida’ (o eso parece). Estás nerviosa porque no sabes si funcionará y surgen los miedos. Respira hondo, relájate, no repitas errores y... ¡disfruta del flechazo!

pareja
pareja

El amor no se encuentra, se construye. ¿No existe el amor a primera vista? Pues, no. El flechazo son descargas hormonales, bioquímica pura, el corazón late deprisa, nos llenamos de energía, nos descentramos… El enamoramiento es un estado emocional alterado, involuntario y, a menudo ilógico, aunque muy placentero. Funcionamos mediante filtros que sólo nos permiten ver una parte del otro, unos ojos, una forma de moverse, una voz. Nos sentimos más vivos, más atractivos, más ingeniosos y más deseables. No siempre nos enamoramos de quien nos conviene ni siempre el enamoramiento se convierte en amor. La duración de una pareja y la convivencia requieren algo más que pasión, aunque es bueno que la incluyan. Hablamos de un arte que requiere tiempo y cuidado. El amor ha de ser construido entre dos: conocimiento, responsabilidad, cuidado, compromiso, respeto y comunicación son sus requisitos.

Construir la convivencia

¿Cómo podemos saber si esta vez acertaremos con la elección? Misión imposible. Pero sí está a nuestro alcance poner buenos cimientos a una relación. Por ejemplo:

1 Mejor no dejar a amigos y familia de lado en plena fase de efervescencia.

2 Continúa trabajando en tu propio proyecto de vida, a la vez que en el amoroso conjunto.

3 El amor es enemigo de la exclusividad. Amar sólo a una persona es depender. Tus relaciones sociales son muy importantes. Déjale su espacio. No hay que compartirlo todo pero sí respetar amigos, gustos... Evita la posesión y el control excesivo.

4 Dile lo que sientes. Lo que se calla se convierte en material contaminante y foco de frustración futura. Sé generosa, pero no sacrificada. No has de aguantarlo todo.

5 Y, por último, no intentes cambiarlo. Te enamoraste por algo, ¿no?

Síguele la pista

  • Lo último