El precio de ser Mujer

Los asesinatos y la impunidad siguen siendo las señas de identidad en esta zona de México.

El precio de ser Mujer
El precio de ser Mujer

Sin embargo, allí, en la supuesta capital de los sueños, muchas mujeres han encontrado la muerte. En 1993, la empresaria Esther Chávez comenzó a hacer el recuento. Trece años después, oficialmente se conocen 400 mujeres asesinadas. El 16 por ciento tenía menos de quince años. Alrededor de 140 eran delgadas, de pelo largo, y buena parte de ellas, trabajaban en maquilas. Los cadáveres evidencian que habían sido violadas y la mayoría aparecieron con las manos atadas a la espalda. Estas circunstancias desataron hipótesis como la grabación de vídeos snuff, los ritos satánicos o el tráfico de mujeres. Ninguna puede ser confirmada ni descartada. Jamás se ha investigado sobre el tema. Las cifras de las desapariciones son aún más desconcertantes. Oficialmente, se reconocen 33, mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México habla de 4.500.

En Woman nos hemos trasladado hasta Juárez para que cuatro voces femeninas de allí nos expliquen tanto las dificultades del día a día como las posibles soluciones.

El compromiso

Sasha Sokol

Cantante

Los últimos tres años, Sasha ha vivido entre España y México, repartiendo su música y su compromiso a los dos lados del Océano. «Vivo la violencia que sufren las juarenses con una enorme pena. Primero, porque soy mexicana y me afecta que todo esto ocurra en mi país; y luego, porque soy mujer. Siento una enorme sensación de frustración y de impotencia, de dolor. Por eso no puedo quedarme de brazos cruzados. Lo único que tenemos los artistas es nuestra voz y tenemos que utilizarla como protesta.» Tres años es también el tiempo que hace que Sasha no visita Ciudad Juárez, aunque asegura que ha estado al tanto de lo que allí ocurre. «Lo que me parece más tremendo es que no sea un caso aislado. Quizá sea el más grave, el que más repercusión internacional ha tenido pero, desafortunadamente, no es el único. Sobre todo, hay que conseguir que las denuncias que hacemos lleguen a quienes pueden cambiar las cosas desde dentro: al gobierno. Los políticos tienen que incluir en sus campañas y en sus agendas las leyes que les demandamos para que las mexicanas tengamos esas seguridades que ya se comienzan a disfrutar en países como España.» Y prosigue, «lo importante es llegar al público, que se movilice y que pase el mensaje».

El dolor

Elia Escobedo

Madre de Erika Pérez, asesinada en 2002

El domingo 21 de septiembre de 2002, Erika Pérez tenía 26 años, estaba casada y era madre de dos hijos. Al mediodía se fue a trabajar a una maquila pero nunca regresó. Al día siguiente, su cadáver apareció tirado en un solar conocido como el Camino Viejo a San José. Apareció semidesnuda, descalza, estrangulada con las asas de su propio bolso. Las autoridades la acusaron de ser prostituta y drogadicta. Se cerró el caso. Sin embargo, su madre, doña Elia, tiene por escrito el resultado de la autopsia donde se asegura que su hija fue golpeada y violada: «Las muchachas sufrieron abusos, las mataron y luego las tiraron como si fueran una basura.» Doña Elia, 60 años, es una madre-abuela, de las que abundan en Ciudad Juárez. Desde finales de noviembre ha recibido ayuda para alquilar un puesto de ropa en el Mercado Carranza, en el centro de la ciudad. «Tenemos que sobrevivir. Pero ha de quedar claro que las autoridades han mentido. Han usado el descrédito para aparentar que aquí no pasa nada.» Doña Elia sólo ha encontrado cierto alivio junto a otras madres: «La primera vez que me acerqué a una reunión vi a muchas mujeres igual que yo, cargando con la vergüenza con la que nos quieren callar. Mujeres que todos los días pelean contra la injusticia.»

Las leyes

Marcela Lagarde

Presidenta de la comisión para dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los ‘feminicidios’

Desde que la diputada del PRD, Marcela Lagarde, llegó al Congreso mexicano, se ha encargado de buscar soluciones para estos asesinatos: «Lo primero ha sido formar un equipo científico en la Cámara de Diputados para investigarlos. ¿Por qué las víctimas son mujeres? La respuesta está en la desigualdad, en el enorme poder que tienen los hombres en todo México. Aquí no llevamos velo, pero como si lo hiciéramos.» Lagarde ha acuñado un nuevo término: el feminicidio, que si el Congreso lo aprueba, entrará a formar parte de la legislación mexicana: «Define el conjunto de violaciones sistemáticas de los derechos humanos de las mujeres. Además, está considerado como un crimen de Estado.» También tiene lista una ley similar a la española. Su nombre es Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. «En ella se regulan todo tipo de actos violentos contra las mujeres, los ejerza quien los ejerza.»

La denuncia

Marisela Ortiz

Portavoz de Nuestras Hijas de Regreso a Casa

Marisela Ortiz fue maestra de una de las chicas asesinadas, Alejandra García. «Tras su muerte, comenzamos las acciones de protesta. Nos manifestamos ante su ataúd porque ya habían transcurrido ocho años de crímenes, ¡286 asesinatos! No había culpables. Sólo impunidad.» Marisela y Norma Andrade, la madre de Alejandra, comenzaron una lucha pública contundente: «Otras familias se nos acercaron y de ahí surge la idea de organizarnos. Cuando lo hicimos, las autoridades se dieron cuenta de que éramos potencialmente peligrosas para ellos y empezaron a amenazarnos. Tuvimos que salir de aquí y hacer denuncias internacionales porque no podíamos confiar que en México se emprendiera una acción real de justicia. Por eso llegamos hasta Amnistía Internacional, hasta Naciones Unidas. Nosotras también tenemos miedo, pero si me quedo callada, nadie me garantiza que esto no vaya a ocurrirle a mi familia. Prefiero denunciarlo y tratar de ver si algún día logramos vivir en paz.»

Macroprotesta

«Cantamos, escribimos y actuamos porque somos militantes de la vida.» Con esta frase, inspirada en un verso de Mario Benedetti y usada a modo de declaración de principios, la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género organizaba a finales de enero un viaje solidario con las mujeres de Ciudad Juárez, México. Un viaje con dos destinos –Ciudad de México y Ciudad Juárez–; dos macroconciertos –uno en cada urbe–; y dos objetivos: exigir a los políticos mexicanos soluciones para los asesinatos y apoyar a las familias de las víctimas en su lucha. En total, 105 personas palparon la valentía de las juarenses. Entre ellas, la presidenta de la Plataforma, Cristina del Valle, cantantes como Clara Montes, Javier Gurruchaga, Fangoria y La Orquesta Mondragón, Barry White o Joan Manel Serrat; actrices como Mónica Randall o Mercedes Lezcano; la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Peris; y representantes de distintas organizaciones de mujeres.

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