Sara Sálamo aclara por qué dejó de llevar a su hijo a la guardería (e inspira críticas, 'likes' y un interesante debate)

¿Cuándo es adecuado llevar a los hijos a la escuela infantil? ¿Deberíamos desistir si el niño no está cómodo los primeros días? ¿Cómo debería ser la adaptación? La opinión de Sara Sálamo ha hecho arder las redes. 

Sara Sálamo e Isco Alarcón con su hijo Theo

Sara Sálamo e Isco Alarcón con su hijo Theo.

/ Instagram

Sara Sálamo, actriz y madre de dos hijos -Theo, de 2 años, y Piero, de nueve meses-, se ha convertido en el centro de una ardiente polémica en redes sobre la conveniencia o no de llevar a los niños a la escuela infantil, así como el momento y la forma que son adecuados para ello.

Todo empezó cuando la intérprete canaria y pareja del futbolista Isco Alarcón contestó a una publicación que la psicoterapeuta perinatal Paola Roig había compartido en Instagram y que sostenía que dejar "a nuestras criaturas llorando el primer día de escuela no es normal".

"El primer día de escuela se vuelve a la mano dura. Al deja que llore y vete sin mirar atrás. Que es parte del proceso. Deja que llore, si en tres días se le pasa... (...). Y lo siento pero no. Ya no trago más. Dejar a una criatura de 1, 2 o 3 años en un lugar que no conoce, con personas a las que no conoce de nada el primer día que pone un pie en ese espacio, es violento", indicaba la profesional.

"Cien por cien de acuerdo. Mi hijo de dos años sigue sin ir a la escuela porque se dio esta situación y para mí era insostenible que pasara por algo así", contestaba, entonces, Sara Sálamo, provocando un aluvión de respuestas, en contra y a favor.

Mientras numerosos usuarios se mostraban de acuerdo "al 100%" con la postura de la actriz y contaban su sufrimiento ante situaciones similares ("Hay que levantar la voz", animaba la usuaria @soralyresplandor), otros han acusado a la canaria de hablar desde una "situación privilegiada" que ignora las necesidades de las familias que han de recurrir a la guardería porque los padres tienen que trabajar.

Sara Sálamo, con camisa blanca en una foto de 2020

Sara Sálamo, en una foto de 2020. 

/ Sergio R Moreno

Otros han defendido que los niños están mejor en la escuela, un sitio adaptado a ellos, relacionándose con otros niños y aprendiendo, que con sus padres en casa, mientras varias trabajadoras de escuelas infantiles han entrado en el debate subrayando su formación y los sistemas de periodos de adaptación que utilizan los centros para que cosas así no ocurran. "Lo que más me encuentro son familias que no están de acuerdo con los periodos de adaptación [es decir, que preferirían llevar a sus hijos la jornada completa desde el primer día] porque no lo pueden conciliar con el trabajo", indica una usuaria que revela que es maestra.

Las reacciones ante las palabras de Sara Sálamo han sido tan numerosas, y algunas tan virulentas, que la actriz ha decidido escribir un nuevo post para explicarlas y aclarar cuál es verdadero motivo de su crítica, que no va dirigida contra "las familias que se ven sometidas a tener que hacerlo (llevar a sus hijos a una escuela infantil)", sino la ausencia de una adaptación en las guarderías más respetuosa, algo que asegura que sí existe en otros países.

"No estoy preparada para desaparecer de tu vista y que pases una, dos o seis horas llorando esperando a ver si vuelvo. No. No estoy criticando a las familias que se ven sometidas a tener que hacerlo. No. No estoy de acuerdo con que "lo que hemos hecho siempre" es lo que está bien. No. Mi madre y mi padre NO minimizaron mi dolor y el que yo no estuviera preparada para pasar tantas horas en un lugar que nunca había visto, rodeada de desconocidos. Así que también buscaron otra alternativa hasta que cogí la seguridad necesaria. No. No pienso que validar los sentimientos de mis hijos les convertirá en unos malcriados. No", comienza la publicación de Sara Sálamo.

"Es una obviedad que hablo desde un lugar de privilegio. Soy una mujer blanca, heterosexual y europea que puedo llevar a mis hijos conmigo al trabajo o contratar a alguien para que cuide de ellos en casa. Pero desde mis sitios de privilegio también puedo denunciar que las cosas no están bien hechas. Que la conciliación es una utopía. Y que no creo que ningún padre o ninguna madre se sienta cómoda dejando a sus hijos en manos de una maestra (desconocida totalmente por nosotros y nuestros bebés) cuando llora de forma desconsolada", continúa.

"Yo no tengo la solución a todo esto. Pero siento la responsabilidad de generar un debate, de hacernos preguntas y quizás, haciendo piña, cambiar las cosas entre todos. Solo tenemos que echar un vistazo a países vecinos como Finlandia, Inglaterra y Alemania, donde los periodos de adaptación son mucho más personalizados. Y donde las bajas de maternidad y paternidad… son bastante distintas. Y por supuesto, la conciliación NO PUEDE PASAR POR RENUNCIAR A NUESTRAS CARRERAS", ha concluido.

Al margen de las críticas y 'likes' que este alegato ha inspirado, lo que es cierto es que la actriz ha abierto un interesante debate. Y, lo que parece probado, es que no en todos los países se hace igual. "En Holanda los niños empiezan la escuela el día que cumplen 3 años, es decir, no hay un primer día para todos, es un primer día para 1 que entra a una clase donde hay otros que están adaptados y felices de acoger un miembro más del grupo", explica la usuaria @retratoterapia.almas.

Por su parte, Hiba Abouk confirma que, en Francia, las cosas no son muy distintas a nuestro país: "El periodo de adaptación en Francia deja mucho que desear también, querida. Muy pocos centros lo hace con humanidad".

La pregunta es, ¿es necesario, y posible, crear espacios y periodos de adaptación más humanos y respetuosos?

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