Estas niñas no quieren ser princesas

No sueñan con vestidos largos, ni con ser Cenicienta o Blancanieves. Las niñas que no pueden ir a la escuela quieren estudiar. Una campaña de Misiones Salesianas trabaja para ayudarlas a conseguirlo.

Ellas no quieren ser princesas

Niñas, las protagonistas de las campañas de Misiones Salesianas

/ Misiones Salesianas

Hoy, Día de la Mujer Trabajadora, Misiones Salesianas lanza su campaña 'Ellas no quieren ser princesas' para dar a conocer la realidad de millones de niñas en el mundo a las que se les va a negar ir a la escuela. Más de 60 millones de niñas que corren el riesgo de ser analfabetas.

Hablamos con Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas, de esta campaña y de la importancia de la educación.

Muñoz recuerda que, si tienen que elegir, la mayoría de las familias opta por que sean los pequeños varones los que estudien. "Las niñas son las últimas", apunta y señala que es muy importante que ellas conozcan sus derechos para que puedan reclamarlos y ejercerlos. Una niña que estudia será una mujer con una mayor capacidad de decisión sobre sí misma, que podrá participar en su comunidad y será más difícil que abusen de ella.

Los misioneros salesianos trabajan en más de 130 países, muchos de ellos en conflicto y se enfrentan a situaciones muy arriesgadas y peligrosas. Como en Yemen, donde recientemente cuatro monjas de la Caridad y otras 12 personas han muerto asesinadas en la residencia de ancianos en la que trabajaban, mientras que el misionero salesiano Tom Uzhunnalil ha resultado desaparecido. Sin embargo, Ana Muñoz asegura que nadie se va a marchar del país, ni de Siria, ni de ningún otro: "Ellos están antes, durante y tras el conflicto".

También trabajan con los refugiados en Turquía y sobre los niños y niñas que están desperdigados por Europa en terribles condiciones, con el frío y el barro mordiéndoles la carne, sin ropa para cambiar la que se les moja y con colas interminables para conseguir un bocadillo o una botella de agua. Muñoz en tajante: "Están saliendo de sus países para salvar sus vidas y les estamos diciendo que aquí no tienen sitio".

¿En qué consiste vuestra nueva campaña 'Ellas no quieren ser princesas' y por qué la lanzáis ahora?

'Ellas no quieren ser princesas' quiere cumplir con un doble objetivo. Por un lado, sensibilizar y da a conocer la realidad de millones de niñas en todo el mundo. En el Norte, nuestras niñas sueñan con ser como Frozen, Blancanieves o Cenicienta… pero para millones de niñas su sueño es poder ir al colegio. El otro objetivo, es la recaudación de fondos para seguir trabajando para que las niñas puedan ir a la escuela y seguir fortaleciendo el papel de la mujer en los más de 130 países en los que trabajamos. Hoy, Día de Internacional de la Mujer nos parece que es la fecha perfecta para darnos cuenta de que nacer mujer significa tener más probabilidades de ser pobre y de vivir la exclusión.

Más de 500 millones de mujeres en todo el mundo no saben leer ni escribir. ¿Cuántas niñas están en riesgo de convertirse en analfabetas?

En la actualidad, más 60 millones de niñas y chicas jóvenes no van a la escuela y tienen un alto riesgo de ser analfabetas. Las mujeres y las niñas en los países del Sur son las que se hacen cargo de las tareas del hogar. En muchas ocasiones, las crían son las que andan kilómetros para ir a buscar agua, por ejemplo. Además, hablando de países empobrecidos, las familias suelen apostar por los hijos varones en el caso de que alguno pueda ir a la escuela. Las niñas son las últimas.

India, uno de los focos de Misiones Salesianas

Los matrimonios forzosos son todavía frecuentes en India

/ Misiones Salesianas

¿Cuál es la labor de Misiones Salesianas para ayudar a estas mujeres y conseguir que estas niñas tengan acceso a la educación?

En el caso de las niñas, los misioneros salesianos trabajan para que puedan ir a la escuela. Apoyamos que el lugar de las niñas y los niños es el colegio y el patio de recreo. En ocasiones, para que las niñas puedan ir al cole es tan sencillo como hacer un pozo en el pueblo o aldea. Además, los misioneros trabajan con las familias para que vean la importancia de que sus hijas estén educadas y, al menos, sepan leer, escribir y expresarse. Con las mujeres el trabajo es similar, también buscamos el fortalecimiento del papel de las mujeres en sus comunidades. Los misioneros trabajan con grupos de mujeres que a su vez trabajarán con las mujeres de sus pueblos. Se dan cursos de alfabetización, de mantenimiento de la familia, de higiene, de alimentación… Pero, además, se les dan a conocer sus derechos. Las mujeres son la columna vertebral de las familias. Otra de las labores que realizan los misioneros salesianos en muchos lugares es el apoyo a las menores que quedan embarazadas y son expulsadas de sus familias… en la India, por ejemplo, los Salesianos trabajan para evitar matrimonios forzosos. Lo cierto es que el trabajo se adapta a las necesidades de las mujeres y niñas de cada país.

¿Crees que tantos cuentos de princesas, tantos vestidos largos y sueños de purpurina tapan el drama de estas niñas?

En Misiones Salesianas así lo creemos. Vivimos alejados del sufrimiento de millones de personas. Son realidades muy lejanas y, generalmente, no pensamos en ello. Vivimos en nuestra burbuja. Los cuentos de princesas con un maravilloso príncipe azul han hecho un poco de daño a las mujeres, pero poco a poco las cosas van cambiando. Aunque hoy todavía nos queda mucho por hacer.

¿Cómo se puede educar a las niñas para que sean mujeres fuertes?

Una niña que va a la escuela va a tener una vida muy diferente a otra que no pueda hacerlo. Una niña que va al colegio va a mejorar su calidad de vida y la de los suyos. Va a tener más y mejores herramientas para enfrentarse al futuro. Encontrarán un mejor empleo, mejorarán los hábitos de higiene y de alimentación de la familia, se casarán más tarde, vivirán su maternidad de manera más responsable… Además, conocerán sus derechos y querrán ejercerlos, será más difícil que las exploten o abusen de ellas, participarán en la toma de decisiones de sus comunidades… En Misiones Salesianas decimos que educar a una mujer es educar a un pueblo.

Los misioneros salesianos trabajan en más de 130 países, muchos de ellos en conflictos y en zonas remotas a las que no llega nadie a ayudar. Por ejemplo, en Yemen donde, hace unos días, en Aden, la segunda mayor ciudad del país hubo un brutal ataque en el que fueron asesinadas 16 personas de un asilo el guardia de seguridad, once ancianos y cuatro misioneras de la Caridad que trabajaban como enfermeras en el centro. ¿Van a seguir trabajando allí?

Bueno… en Yemen, en ese ataque del que hablas… también un misionero salesiano, Tom Uzhunnalil, ha desaparecido. El misionero vivía allí con las hermanas desde que en septiembre atacaran nuestra parroquia. Desde el día del ataque, no hemos sabido nada de él, a pesar de los esfuerzos por conocer su paradero. Más allá de Yemen… la realidad es que los misioneros salesianos en zonas en conflicto, como RCA o Siria, no se plantean dejar de trabajar allí. Tienen claro que están para servir a la población. Los misioneros salesianos están antes, durante y tras el conflicto. Su vida es un ejemplo de compromiso con quienes más les necesitan. Misiones Salesianas no puede más que estar también a su servicio y apoyarles en todo lo que necesiten.

¿Consideras que los medios están informando lo suficiente sobre lo que ocurre en Yemen?

El conflicto de Yemen está pasando desapercibido en los medios de comunicación. No sólo el asesinato de las hermanas y la desaparición del misionero salesiano, sino del propio conflicto en sí. No sabemos, o muy poco, qué está ocurriendo ni cómo está la población. Esa es la realidad.

Misiones Salesianas denuncia que 300.000 niños son obligados a participar en la guerra en países como Siria, República Centroafricana, Yemen, Sudán del Sur y Somalia. Niños que tampoco sueñan con ser príncipes.

Pues tampoco. La realidad de los niños soldado es, además, muy compleja. Por un lado, están que se enrolan a las milicias y grupos armados porque les ofrecen una familia y dinero. Son menores abandonados y en situación de abandono que no se sienten queridos. Así, si les dan una razón para luchar y un sentido de pertenencia… ellos harán todo. Pero también están los menores que son secuestrados por los grupos. Lo que sí tienen en común es que son niños a los que se les roba su infancia. En vez de jugar con coches o pelotas, su juguete es el fusil. Sin embargo, la experiencia nos dice que, a pesar de no ser fácil, con apoyo estos niños pueden reinsertarse en la sociedad.

Estos días, los refugiados en suelo europeo están hacinados en el barro de la lluvia, apenas sin ayuda y tiendas de campañas, sin organización. ¿Estamos fallando a los niños refugiados?

Creo que sí, que de algún modo no estamos haciendo bien las cosas. Los niños y niñas están saliendo de sus países para salvar su vida y les estamos diciendo que aquí no tienen sitio. En Turquía, por ejemplo, los misioneros salesianos trabajan con niños y niñas y están atendiendo a más de 300 y dando apoyo a las familias. Pero somos un granito de arena. En Misiones Salesianas queremos que 2016 sea el año de los niños y niñas bajo el paraguas de la campaña 'Ellos Me Importan'. Millones de niños y niñas en todo el mundo están pasando por situaciones muy difíciles antes de tiempo. Deberíamos luchar porque puedan vivir su infancia entre juegos, risas y cuadernos. Así entendemos que debería ser y, por ello, nos remangamos cada día.

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