Este es el pueblo más bonito para visitar con niños

Cuándo se es padre, la pregunta de a dónde ir en vacaciones puede resultar algo complicada. En la decisión intervienen una gran variedad de factores que, hasta que no tienes hijos, no pasan por tu mente (ni de lejos). Por ejemplo, su entretenimiento pasa a convertirse en uno de los grandes ejes del viaje. Con esta premisa, ¿qué destino se puede escoger que guste por igual a los mayores y a los más pequeños? Pues bien, parece que hay un pueblo que da respuesta a esta pregunta (y a las plegarias de muchas familias): Santillana del Mar.

Este municipio es una cita imprescindible para todo el que tiene en mente visitar Cantabria y una de las localidades con mayor valor histórico-artístico de España, hasta el punto de que, prácticamente, toda ella es un monumento. Se la conoce como ‘la villa de las tres mentiras’, porque ni es ‘santa’, ni es ’llana’, ni tiene mar pero, pese a su fama de embustera, lo cierto es que es uno de los pueblos más bonitos de nuestro país, con calles medievales empedradas y terrazas llenas de flores, que hacen que el paisaje urbano sea, verdaderamente, idílico. Además, entre todas sus bondades, tiene el honor de ser la cuna de las famosas Cuevas de Altamira. Y aquí es donde viene la parte del entretenimiento infantil pues éstas –con sus prehistóricas pinturas– son, sin duda, una parada obligatoria para los niños. No sólo son Patrimonio de la Humanidad sino que se consideran como ‘La capilla Sitian del arte rupestre’ y, aunque en la actualidad su acceso está restringido, merece realmente la pena visitar su museo y la llamada ‘Neocueva’, una réplica minuciosa de la original. Además, cuentan con talleres infantiles y espacios educativos.

En esta preciosa localidad también cuentan con un curioso museo (mejor dicho, con varios, pero quizás su macabro ‘Museo de la tortura’ no sea la mejor idea para visitar con niños) conocido como el ‘Museo del Barquillero’ que, además, está situado en la que fue la casa de la Archiduquesa Margarita de Austria. En él podemos ver desde esculturas a partituras musicales y todo tipo de juguetes antiguos además de, por supuesto, una gran variedad de objetos relacionados con el oficio del barquillero. Un viaje a un pasado no muy lejano con el que todos podréis conocer un oficio que, a día de hoy, está prácticamente extinguido.

Si nos animamos a coger el coche, a menos de media hora se encuentra el famosísimo Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un espacio en el que podremos ver a elefantes, jirafas, cebras, leones o tigres en régimen de semilibertad. Su vista aérea en telecabina es espectacular.

Además, por si esto fuera poco, a escasos diez minutos (también en coche) se encuentra el Laberinto de Villapresente, formado por un entramado de cipreses (con una superficie de más de 5000 metros cuadrados) y con un nivel de dificultad que se adapta en función de lo que busquemos, por lo que es apto para toda la familia. También cuenta con una zona de picnic, muy práctica para ir con los más ‘peques’.