Pablo Rivero: "Mi mejor proyecto es y será mi hijo"

El actor triunfa como escritor con su quinto thriller, 'Dulce hogar' (Suma de Letras), mientras estrena la divertida serie coral 'Citas Barcelona' (Prime Video), sobre los primeros encuentros de parejas que se conocen por internet.

Pablo Rivero

El actor ya tiene listo su primer guión, aunque producirlo le llevará más tiempo.

/ Romero de Luque

Si algo define a Pablo Rivero, además del gran tipo que es y su buen hacer como actor, es su capacidad de trabajo. Podría haberse dedicado a vivir de las rentas a raíz de su papel como Toni Alcántara en 'Cuéntame' que ha encarnado durante 20 años -este verano se graban los últimos capítulos, el cierre-. Pero no. Fue valiente cuando decidió darse un respiro en el producto más longevo de la televisión española, explorando papeles en el teatro de la mano del gran Tomaz Pandur y fue osado cuando se metió en el papel de novelista. Pero la jugada le salió redonda.

Como intérprete teatral, se ha convertido en todo un reclamo (su última obra, 'La importancia de llamarse Ernesto', fue todo un éxito en el Español) y, como novelista, en todo un experto en novela negra. Con su quinto thriller, 'Dulce hogar', ha logrado consolidarse en el mundo literario. Sus novelas entretienen y, al mismo tiempo, te hacen pensar sobre temas de actualidad como las redes sociales, la fama, la presión por ser padres, el poder. Lo dicho, un todoterreno.

Pablo Rivero y Manuela Velasco

Pablo Rivero y Manuela Velasco son Tiago y Mimi en 'Citas Barcelona'. Se conocen en Nochevieja y viven en el mismo edificio. No se da cuenta de que se ha olvidado el móvil y las llaves.

/ Prime Video

Ahora estrenas la serie 'Citas Barcelona'. ¿Ya le has perdido el miedo a la comedia?

Con los años, desaparecen los prejuicios. Me di cuenta de que no soy peor actor por hacer comedia. En este capítulo, junto a Manuela Vellés, dirigido por Paco Caballero, me he divertido muchísimo. Y también en los capítulos de 'El pueblo'. Ahora me dedico a la comedia actuando. Bueno, he grabado 'El molino', que tiene un tono más serio. Y lo oscuro lo pongo yo, con las novelas (risas).

¿Te molesta ser Toni de ‘Cuéntame’ que, además, escribe libros?

No, en absoluto. Eso es como cuando te dicen si tienes miedo a encasillarte por hacer un papel que trasciende y perdura mucho. No soy Toni, soy Pablo, hago otras cosas, y ‘Cuéntame’ no ha sido una obligación de veinte años. De hecho, me fui un año para escribir mi primer libro, porque sentía que me tocaba y quería vivir bien ese proceso, pero volví a la serie muchos años, y la he disfrutado siempre. Nunca me pesa ‘Cuéntame’.

¿Llega a ser una ventaja para el escritor esa fama paralela, o todo lo contrario?

Que la gente conozca mi trabajo como actor hace que valoren otras cosas en las que me involucro, sí es una ventaja, me considero un tío afortunado. Como escritor me da más voz, aunque lo que escribo es muy diferente a lo que el público de ‘Cuéntame’ conoce de Toni. No lucho con eso, ni puedo exigir a todos los seguidores de la serie y el personaje que sepan de mi faceta de escritor. 

'Dulce hogar', la quinta novela de Pablo Rivero

Este es un 'thriller' adictivo que no podrás soltar.

/ Penguin Random House

En ‘Dulce hogar’, la obra que presentas ahora, hay intensidad, crudeza y mucha información. ¿Cómo te las ingenias para interesar a la gente? 

Intento hacer la novela que me gustaría leer, sin olvidar que también escribo para que lo lean otros. Trato de tener claro lo que quiero contar, y dosifico toda esa información. Me marco un recorrido, y uso el cuentagotas para maximizar el interés, captar la atención antes de que lleguen los hechos y las hachas. No hay varita mágica, ni puedes gustar a todos; meto las cosas en la coctelera, con un buen fondo, personalidades relevantes y temas que puedan tocar la fibra a cualquiera.

Te ha salido una buena novela, la más larga hasta el momento...

Solía escribir desenlaces rápidos, que desconcertaban al lector... pero esta vez, lo he hecho de forma más paulatina. Y lo he disfrutado. Ten en cuenta que soy muy organizado y, una vez que me pongo a escribir, ya no puedo parar. En cuanto no tengo teatro o rodaje (estuvo también en la última temporada de 'El pueblo' como fichaje estrella), se me van los dedos al ordenador (risas). El problema es que siempre tengo tres o cuatro historias en la cabeza y no sé cuál elegir. Cuando estoy actuando, lo que hago es leer mucho, ver documentales y escuchar podcast para coger ideas... y voy tomando notas y decisiones todo el rato. A veces surgen ideas de conversaciones, noticias en la televisión y las voy recopilando. Luego ordeno las notas e imagino el final, que es la esencia de lo que quiero contar. El escritor no puede desconectar de su obra.

¿Qué frase podría resumir tu obra?

"Si juegas con fuego, puedes arder" resume este libro, que abarca desde los incendios al voyeurismo. La idea subyacente es que todo acto puede tener consecuencias, y que normalmente no hay buenos o malos puros, ni en la vida ni en la literatura que la refleja. No es solo lo que se hace: mirar para otro lado, en determinadas situaciones, te hace cómplice de la maldad. 

Pablo Rivero

Pablo Rivero, en su papel de Toni Alcántara de 'Cuéntame' (TVE).

/ RTVE

¿Qué elementos personales has introducido en 'Dulce hogar'? Cuando veo la casa de Julia, la protagonista, me parece la tuya...

Bueno (risas), está todo muy exagerado, pero es verdad que vivo en una urbanización (la mía no es de lujo), a las afueras de Madrid. Mi casa da también al monte y tengo una piscina igual, las casas que la rodean son iguales -una nueva y otra más antigua-. Es mi contexto, pero yo le he dado ese aire de novela negra, claro. A mí no me pasan esas cosas, por suerte. Pero sí que es verdad que tuve que pasar unas noches escribiendo yo solo en casa y me cagaba vivo (risas).

Es tu segunda novela protagonizada por una mujer: ¿te sientes más a gusto en su piel?

No, es que soy muy obediente. Me dijiste en una entrevista anterior que debería escribir una protagonista femenina y no quise hacerte esperar (risas). Cada historia te pide un personaje y aquí me interesaba mucho contar la fragilidad y esa lucha social que vivís las mujeres, sobre todo, en la cultura del éxito, la maternidad, la perfección, el hogar idílico... Julia representa a muchas mujeres que yo conozco. Es una tía válida, independiente, que ha viajado y hecho lo que ha querido, con más fuerza y personalidad que la mayoría de los hombres que conozco, pero a su vez es víctima de lo que se impone a sí misma. En este mundo de postureo, lo cierto es que nos vemos obligados a postergar la formación de una familia y de un hogar por la inseguridad económica. Ahora hay mucha información sobre lo que cuesta ser padres, pero poco tacto a la hora de abordar el tema. Mira Jennifer Aniston, por ejemplo, a la que siempre se le había tachado de no querer ser madre y ahora nos hemos enterado de que lo ha intentado hasta el infinito (incluidos varios abortos). Es un horror. He escrito una novela negra, pero también me apetecía poner sobre la mesa este tema, hasta dónde está dispuesto alguien para formar una familia...

¿A ti también te costó formar una familia?

Claro, los procesos son tan largos... Y contar el proceso se ha convertido en un tabú, sólo te hablan del resultado. El mejor proyecto posible que pueda tener es y será siempre mi hijo; el amor es atención y tratar de hacer las cosas lo mejor que puedo. Patricia Ramírez habla mucho del padre sobreprotector, de fomentar la independencia. Me cuesta, porque soy muy consciente de lo que hay fuera y me gustaría ahorrarle todos los golpes, pero es imposible. Además, hay que esforzarse por no transmitir esos miedos a los hijos.

¿Por qué siempre escribes thrillers, no te salen otras historias, como las románticas?

Ay, no. Si es que no soy consumidor... De vez en cuando veo algo más independiente, que no es un género tan escabroso como el mío, pero tiene que tener chicha. Me interesan las relaciones humanas, cómo nos comportamos y hasta dónde somos capaces de llegar.

Me ha encantado la conexión de este libro con tu anterior novela, 'La cría', donde aparece también los personajes de Candela y Mateo, policías.

Bueno, casi todos mis libros están conectados entre sí. De mi primer libro, 'No volveré a tener miedo', el niño sale en la tercera, 'Penitencia'. Hay guiños en todos. Mi intención no es que se tengan que haber leído todos ni por orden, pero sí es verdad que hay personajes pequeños que, si ya los conoces de otra historia, se hacen grandes. Y además te haces más preguntas, de si será el mismo malo esta vez.

¿Para cuándo un guion de cine?

Bueno, hay distintos proyectos audiovisuales que ojalá salgan, pero que van muy, muy lentos, a veces hay que esperar dos meses para tener una respuesta. Y tienes que tener una dedicación absoluta para moverlos, hacer un presupuesto, y son cosas que se me escapan. Yo disfruto escribiendo lo que quiero y me da pereza meterme en esos embolados. Es que tengo tantas cosas que contar... normalmente empiezo un poco antes de verano y en marzo del año siguiente está en las librerías. Me encanta tener el 'feedback' inmediato de los lectores, entro en una espiral muy positiva. Este año, al no tener cuéntame, me planteé estudiar Crimilonogía, lo que pasa es que luego salieron dos series ('El Pueblo' y 'Citas Barcelona', ambas de Prime Video) y la obra de teatro en el Teatro Español, además de la novela. Eso sí, me encantaría dirigir la primera novela, 'No volveré a tener miedo'. Ya hay que estar muy encima.

¿Y tú a qué le tienes miedo?

A las enfermedades y a las ausencias, el desaparecer y perderme la vida de mi hijo, sobre todo. También me he llevado algún susto grande, de terror, en un avión o en un barco, en Tailandia, hace muchos años.

¿Qué le hace hervir la sangre a Pablo Rivero?

Pues mira, que los crímenes prescriben, sobre todo los de sangre y los que se cometen de manera reincidente. No lo puedo entender. Ojo, creo en la reinserción, en las segundas oportunidades, pero deberían importar más la víctima y las familias afectadas, que a veces son los últimos monos.

¿A cuál de tus libros le tienes especial cariño?

Al primero, porque le dediqué más años, fue el comienzo y es muy yo: son los 90, la generación que, como yo, se crió frente al televisión y programas como '¿Quién sabe dónde?', donde se hablaban de terribles crímenes... Es el menos comercial, el más indie, un homenaje a Truman Capote. Y acaba de salir en edición de bolsillo. La más completa es esta última.

¿Qué ves o lees cuando tienes tiempo?

No me gusta todo lo escrito por alguien en concreto, aunque aplauda su modo de narrar. Me encantan Pierre Lemaitre, Emmanuel Carrère o Sara Mesa; de Sara, por ejemplo, admiro ese punto incómodo y turbio de su relato. También leo mucho los periódicos para ver los sucesos y cosas extrañas que me inspiran y escucho podcasts como 'Criminopatía', de Clara Tiscar. Y veo mucho documental, que me ayuda: porque la realidad supera siempre la ficción y, desde punto de vista de criminalística -aunque tengo a una policía a la que le pido siempre consejo-, quedan muy claro los procesos.

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