¿Lo que ha ocurrido en 'La isla de las tentaciones' nos representa? Tal vez no, pero puede influirnos, dicen los expertos

El miércoles, el final de 'La isla de las tentaciones 3' se celebró entre amor y rupturas envueltas de infidelidades. Así lo interpretan los expertos (y así hablan del significado de la infidelidad que, a lo mejor, no es como esperabas).

Las concursantes femeninas de 'La isla de las tentaciones 3'
Las concursantes femeninas de 'La isla de las tentaciones 3' / Telecinco

El desenlace de 'La isla de las tentaciones 3' con sus hogueras finales (pese a que todavía este jueves los protagonistas del programa se reunirán seis meses después de su experiencia para desvelar qué ha sido de sus relaciones fuera de la isla) dejó el miércoles una audiencia babilónica: más de 3 millones de personas (un 25,7% de cuota de pantalla) estuvieron pendientes de las decisiones que habían tomado sus protagonistas. Las infidelidades y la desconfianza, motores del programa, lograron acabar con dos de las parejas concursantes (la de Marina y Jesús, y la de Lola y Diego) pero no con las dos restantes (la de Lara y Hugo, y la de Claudia y Raúl).

El éxito del espacio ha propiciado que sean muchos quienes se pregunten hasta qué punto las infidelidades y los comportamientos de pareja que se ven en el reality son un reflejo de cómo son en realidad nuestras relaciones o si estas, en cambio, pueden influir en cierta medida a nuestro comportamiento de pareja. El debate se extiende a la percepción de infidelidad que, los expertos nos advierten, no tiene para todo el mundo el mismo significado.

La pareja formada por Hugo y Lara, protagonista de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones'.
La pareja formada por Hugo y Lara, protagonista de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones'. / Mediaset

Mientras responsables del programa sugieren que lo que se ve en la pantalla es real y que en ello radica su atractivo ("El espacio habla de temas universales que nos afectan a todos", explica Juan Ramón Gonzalo, director general de Cuarzo TV, mientras Jaime Guerra, director de Producción de Mediaset España, subraya que el interés del espectador en el formato tiene mucho que ver con que este se pueda identificar "con una pareja u otra"), algunos expertos matizan que esa realidad es parcial o subrayan que también podría haber un camino inverso y que el reality inspirara nuestro comportamiento.

Desde el centro El Prado Psicólogos, la psicóloga Laura Panzano llama a "no generalizar". "El perfil de los participantes corresponde a una parte de la población pero no la representa en su totalidad. Se trata de parejas CIS hetero. Tampoco el programa representa una diversidad corporal real", observa. Dicho esto, "sería arriesgado presuponer que este tipo de programa representa el tipo de vinculación/relación habitual en la juventud", afirma.

Sin embargo, la experta sí reconoce la existencia de un "efecto de normalización" que hace referencia al impacto que puede tener el visionado de ciertas realidades en pantalla. "Consideramos normativo lo que está más representado y podemos caer en el error de pensar que no existen otras realidades. Estos programas pueden normalizar determinados tipos de relación".

Aunque Laura Panzano admite que en la vida real una infidelidad puede ser una señal de que las cosas no van bien ("lo ideal sería que la persona atendiera sus relaciones y supiera en qué punto está sin necesidad de ponerse a prueba", incide), apunta un significado y una consecuencia de ser infiel que, tal vez, no te habías planteado. "Una infidelidad no siempre significa el fin de una relación. Puede ser un punto de inflexión que nos ayude a cambiar las cosas. Incluso puede estar ligada a una necesidad personal que se exterioriza a través de un deseo", explica, antes de recordar, además, que hay parejas poliamorososas (como Nuria Roca y Juan del Val) en las que el sexo con otras personas no implica infidelidad ya que esta está negociada de antemano.

Diferencias entre ellos y ellas

En cuanto a si hay diferencias entre las mujeres y los hombres a la hora de afrontar y cometer infidelidades, la experta asegura que "el dolor que provoca una infidelidad es común". Eso sí, unos y otras lo expresamos de forma diferente, como ha mostrado el programa: "Mientras las mujeres se muestran abiertamente más vulnerables y lloran, hablan de ellos, se quedan en la cama o se niegan a ir a otras citas, ellos enfrentan el dolor con rabia y humillación. El ocasiones reaccionan con indiferencia, como si no les afectara", explica antes de puntualizar que esto ejemplifica "cómo se nos ha educado a nivel de expresión emocional" a unos y a otros.

Lola, concursante de 'La isla de las tentaciones 3', es consolada por sus compañeras.
Lola, concursante de 'La isla de las tentaciones 3', es consolada por sus compañeras. / Telecinco

Hay más diferencias: "Respecto a los motivos para cometer la infidelidad, se ha considerado que las mujeres lo hacían desde una necesidad emocional y los hombres, desde una necesidad física. Actualmente, las cosas están cambiando. Pese a ello, en el programa parece que se observan "los viejos motivos".

Antes, la psicóloga Lara Ferreiro, de la plataforma de citas para casados Ashley Madison, se había mostrado de acuerdo en que estos espacios, que tenían más impacto sobre los más jóvenes ("que son más influenciables"), podían tener como consecuencia que estos "reprodujeran en su relación" los modelos de pareja de la pantalla.

La experta, sin embargo, incidía en que para que la infidelidad se cometiera, hay un requisito básico: que la persona no esté satisfecha con su relación.

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