Octavio Salazar: “Es más urgente enseñar Educación Sexual que Matemáticas o Lengua”

Catedrático de Derecho y feminista, Octavio Salazar publica '#WeToo', un libro-brújula para orientar a los y las adolescentes en el camino hacia la igualdad.  

El libro #WeToo

La portada del libro #WeToo.

/ Octavio Salazar

En los últimos años, mientras daba clase en la Facultad de Derecho de Córdoba, al catedrático Octavio Salazar le ha ido creciendo la preocupación. Una sensación que no ha hecho más que intensificarse en los talleres para adolescentes que hace en Institutos de Educación Secundaria. Se desasosiego se debe a que está comprobando un auge del machismo, tanto en chicos como en chicas. "Reproducen entre ellos actitudes que creíamos ya superadas y que tienen consecuencias tan graves como el aumento de la violencia de genero entre jóvenes", señala.

Para tratar de orientar a la gente joven ha escrito 'WeToo, Brújula para jóvenes feministas' (Planeta), un título que juega con el lema de la célebre campaña del MeToo, con un lenguaje muy de redes sociales, los espacios en los que viven inmersa la juventud actual. "He querido hacer un llamamiento a los y las jóvenes para sumarse a la lucha feminista, que es la de la igualdad para toda la sociedad. Y hago un llamamiento especial a la responsabilidad de los hombres, no a la culpabilización".

El catedrático de Derecho Octavio Salazar

El catedrático de Derecho, feminista y autor del libro '#WeToo'.

/ Braulio Valderas

Se trata de libro muy ameno y divulgativo para el que ha contado con la ayuda de su propio hijo, de 17 años. "Le pasaba capítulos para que me diera su opinión y también le pedía ayuda con las referencias musicales, series, películas… Lo que quería es conseguir que los chicos y las chicas lo entiendan, que les llegue el mensaje de la igualdad y que les sirva”, explica Salazar que considera que "quizá padres, madres y profesores les ayudaría leerlo para aclarar a los menores conceptos como el feminismo2. De hecho, tan solo una semana tras ser publicado, ya algunos educadores le han comentado que lo van a usar para sus clases. Hablamos con él.

¿Cómo y por qué surge #WeToo, este libro-brújula para jóvenes feministas?

Surge tras años trabajando la perspectiva de la igualdad de género enfocada principalmente a los hombres. Cuando empiezo a relacionarme con gente joven en charlas y talleres en institutos y con mi alumnado en la Facultad y empiezo a detectar que se están produciendo una serie de cambios que me parecen hasta alarmantes en cuanto a la igualdad. Cómo se reproducen entre ellos y ellas actitudes que creíamos superadas y cómo especialmente los chicos están perdidos y desubicados en el momento actual, en la Cuarta Ola feminista. Los varones sobre todo andan acogiéndose a comportamientos machistas muy tradicionales. Por eso he sentido la necesidad de escribir este libro especialmente para ellos. Para que tengan claro qué es feminismo y qué no, qué es la cultura machista y cómo afecta a las mujeres, pero también a ellos mismos.

En cuánto a igualdad, del cero al 10, ¿cómo ves a la juventud española?

Me parece que están en un aprobado pero raspadillo. Creo que en este país hemos vivido un espejismo de igualdad. La cultura sigue siendo muy machista hay que desarrollar otras estrategias que acompañen a leyes y decretos que o no se han hecho, o no del todo bien. Nos hemos dormido en los laureles pensando que vivíamos en el mejor de los mundos. Muchas alumnos me dicen que no vivimos en un mundo desigual. Pero cuando empiezo a trabajar datos de la realidad a los que aun no se han enfrentado empiezan a cambiar de opinión. Yo me limito a darles datos, para que no sea opinión y ellos reflexionen sobre la brecha salarial, la presencia de hombres y mujeres en puestos de poder, en violencia de género… Cuando saben los datos ven que el mundo no es tan ideal. Les digo, ¿os habéis preguntado si decidís tener una familia y tener hijos, si eso va a afectar a vuestra vida profesional? Ahí se dan cuentan de que a ellos no les va a afectar profesionalmente, pero a ellas sí. Con eso empiezan a bajar de la nube. Por eso creo que hay que trabajar muchísimo estos temas con la gente joven.

¿Cuáles son tus mayores preocupaciones respecto a los jóvenes españoles?

Un detalle que observo en clase es que los chicos suelen seguir ocupando el espacio público, aún habiendo más alumnas y siendo las mejores estudiantes normalmente. En los debates ellos son los que toman la palabra y casi dominan el uso de la palabra aunque digan tonterías a veces. Incluso se apoyan entre ellos, mientras ellas quedan en esa cultura del silencio, como si fueran a ser juzgadas de forma más estricta. Luego a solas sí que me cuentan cosas, pero en el debate se cortan. Creo que es un componente socializador y cultural tremendo que luego se refleja en la política, el poder, las instituciones. Además, desde el contexto de Andalucía he observado que determinados discursos machistas que antes estaba silenciado han encontrado una cierta legitimación. Por ejemplo cuestionar la ley de violencia de género, que el feminismo va contra los hombres, las denuncias falsas… Cosas que usa hasta algún partido, ahora algunos jóvenes te lo sueltan en clase. Tienes que desmantelarlo y empezar por el principio. Ese fenómeno lo estoy observado muy especialmente en los chicos, que están a la defensiva. Es una reacción machista ante la ganancia de espacios del feminismo. Por eso me parece urgente trabajar especialmente con los varones jóvenes.

¿Les faltan referentes positivos a nuestros adolescentes?

Muchos. Sobre todo a los varones. Como principales referentes de qué significa ser un hombre son modelos muy tradicionales, cantantes, futbolistas… No conocen otras masculinidades en las que mirarse. Ellas, sin embargo, si van teniendo otros modelos donde elegir. Por ejemplo fui a una librería con mi hijo y veía muchos libros dirigidos a mujeres jóvenes de científicas, de mujeres rebeldes… Pero para chicos no hay otros mensajes de masculinidad, que no sea el héroe, el vencedor, el hombre hegemónico. Creo que es muy importante construir otro tipo de referentes para ellos. Siguen con esa idea que ser hombre es ‘no ser chica’, lo que devalúa a la otra mitad y hace que difícilmente puedas establecer relaciones de igualdad con esa otra mitad. Los insultos tipo 'nenaza' o 'mariconazo' son devaluaciones de lo femenino.

¿Cómo les afectan los mitos del amor romántico?

Están absolutamente penetrados por el amor romántico. Suelo ponerles la metáfora del candado. Fijaros, les digo, lo que significa que a partir de una novela se simbolice el amor a través de un candado, algo encerrado bajo llave. Les explico todo lo que podemos deducir de ese tipo de amor. Además, a través de las tecnologías reproducen esos comportamientos tóxicos y es una bomba de relojería. Todo ese conjunto de mitos hacen que tanto chicos como chicas estén enredados en ese círculo violento que la cultura fomenta. Lo que no hemos reformado en este país es la cultura, sigue siendo muy machista y eso alimenta los referentes en el amor y en la sociedad. Tal y como se muestra el amor, se construye la idea de lo que es ser un hombre y ser una mujer.

Y del romanticismo super idealizado pasamos al sexo. La ausencia de una educación sexual adecuada y la pornografía a libre disposición. ¿Que provoca está ecuación?

El porno es una escuela de desigualdad. Nos lanza el mensaje de cómo deben ser los chicos y las chicas. Ese porno al cual tienen acceso a golpe de click lanza un modelo de dominio masculino y sometimiento femenino, que reproduce la cultura de la violación, mientras crecen, ellos y ellas, sin educación sexual, ni en los colegios, ni en las casas. Yo no prohibiría el porno pero sí proveería con urgencia una buen educación sexual en las escuelas y las familias, una que enseñe empatía y no relaciones de dominio. Y hacerlo desde muy pequeñitos desde la empatía para que tengan una sexualidad sana. Incluso están aumentando las enfermedades de transmisión sexual entre los más jóvenes, se han relajado con el uso de preservativo, y a algunos les pone no usarlo porque es como más masculino. Pr eso es más urgente enseñar Educación Sexual que Matemáticas o Lengua.

¿Por qué la idea de normalidad hace daño a la gente joven, especialmente al colectivo LGTBIQ+?

Nos hace daño a todas las personas. La idea esencial de la igualdad es proteger nuestro derecho a ser diferentes, es la clave de la democracia. Lo que nos garantiza la igualdad es que cada uno puede ser diferente desde todos los puntos de vista. Vivimos en una sociedad que continuamente nos está imponiendo modelos normativos de lo que debes de ser, desde el genero, identidades sexuales, y otros muchos comportamientos. La idea de los normalidad es perversa porque está construida por quienes tienen una posición privilegiada. Hay que darle la vuelta a esa idea. La realidad es todo lo contrario, es absolutamente diversa, plural y creo que se debería de trabajar esa idea con la gente más joven. Este mundo donde todo se compra y vende lanza mensajes donde casi se penaliza ser diferente. A una edad en la que buscas tu lugar es una carga tremenda. Tener que responder a un modelo o canon establecido incluso desde el cuerpo, tanto a chicas como a chicas. Vemos a chicos tomando sustancias para ser hombres vigorosos y mostrarse en Instagram… Si no respondes al modelo poco tienes que hacer. Esas dinámicas les hacen esclavos, tanto a ellos como a ellas. En Instagram los jóvenes están todo el día posando y dando a conocer fundamentalmente su cuerpos. Habría que estudia qué tipo de hombres y mujeres estamos construyendo.

Igualdad entre mujeres y hombres
Igualdad entre mujeres y hombres / Istock

Si te pidiera recomendaciones para chicas adolescentes que deseen liberarse de los roles preestablecidos, ¿cuáles serían?

Primero asumir que el amor no debe de ser el eje central de sus vidas. Veo mucho que la relación amorosa condiciona al resto de opciones, hasta profesionales. Hay alumnas que me han llegado a decir que tenían que consultar con su novio si se iban de Erasmus. Es la consecuencia de ese mantra permanente que muestra que para la mujer el amor es el eje. Es uno más pero no el esencial. Hay que colocarlo en su sitio. Eso les permitiría liberarse de muchas dependencias.

Otro elemento clave es que fueran tomando conciencia de su autonomía sexual. Parece que decirlo a estas alturas, pero creo que hay que insistir. Que lleven las riendas de su vida y su cuerpos. Que no hagan nada para complacer, sino que es escuchen a si mismas, sus deseos y apetencias. Y otra clave sería algo en lo que el feminismo insiste, esa idea de la sororidad y de tener una red de mujeres que te fortalezca, por ejemplo ante situaciones de vulnerabilidad. Esa red de apoyo donde puedas contar, compartir dudas o inquietudes, apoyarte si te falta la valentía en algún momento. Si te sientes acosada pero tienes esa red, te ayudará a no estar sola, a denunciar. Una de las estrategias del amor romántico es aislar a las chicas de sus amistades, eso es terrible porque te mete en una espiral de consecuencias tremendas. Ten siempre tu red de apoyo.

¿Y qué recomendaciones para chicos adolescentes que igualmente quieran liberarse de sus roles, para, como dices, “ser los hombres que deberíamos ser”?

De entrada la mas general sería ir aprendiendo poco a poco que ser hombre no implica ser una especie de ser omnipotente, esa idea que se nos inculca desde niños que tenemos que saber de todo, opinar de todo, enfrentarnos a cualquier situación, todo para mostrar nuestra hombría. Somos vulnerables y serlo es nuestra esencia humana, no es negativo. reconocerlo nos hace humanos. eso es romper del todo con el modelo hegemónico. Nos enseñan a ser el Invictus del anuncio, en héroe de cualquier manera que siempre demuestra su hombría. Construyamonos desde todo lo contrario, tenemos dudas, debilidad y no pasa nada. No hay que estar cumpliendo siempre. Eso les afecta incluso en la sexualidad, en demostrar su hombría en la cama. Cada vez más jóvenes toman viagra para mantener el nivel. Desaprender ese modelo es clave.

El segundo paso sería prepararnos para ser autónomos, no tener permanentemente una red de cuidadoras que nos sostengan. Seguimos educándonos con mujeres que nos sostienen en lo emocional, en las tareas domésticas, en lo reproductivo, así que lo desatendemos y esos nos hace ser muy dependientes. Trabajar el cuidado en los chicos sería importante.

En tercer lugar, abandonar el papel cómodo y pasivo de no implicarse en la lucha por la igualad. Asumes que no eres machista y lo intentas pero ves los toros desde la barrera, de eso modo mantienes una complicidad silenciosa por omisión. Deberían adoptar posiciones militantes y no pasar ni una. Ni en el grupo de Whatsapp, ni entre tus amigos, ni en el trabajo. Se que es incómodo y nos coloca en una posición complicada, pero tenemos que hacerlo. Tenemos una responsabilidad hacia nuestros iguales, tenemos que convertirnos en agentes de igualdad en nuestros entornos más cercanos.

A los padres y educadores, ¿qué les dirías?

Quizá los que tendrían que leer este libro son los padres, madres y educadores, antes incluso que los adolescentes. No tenemos manual de uso los progenitores, pero nos hemos relajado mucho. Lo fundamental es qué practicas ven, la relación entre los padres y madres, la gestión de los tiempos, quien dedica su tiempo a ellos más que a sí mismas, y hablo en femenino porque suele ser así. Alguna chica joven me ha dicho que ve a su madre absolutamente puteada, agobiada por su vida laboral y al llegar a casa no parar de hacer tareas, y me ha dicho ‘igual sería más feliz ser ama de casa solamente, ¿no?’. Para mi la prueba del algodón en una casa es preguntar quién limpia el wáter. Los hombres hemos asumido la parte más satisfactoria, estar con los niños, jugar con ellos, pero la carga más dura de la casa sigue siendo de ellas y eso lo están viendo nuestros hijos e hijas. Eso es clave para cambiar los paradigmas. A los educadores y educadoras, creo que siguen usando herramientas educativas tremendamente androcébtricas. Las mujeres sois prácticamente invisibles. Tendríamos que empezar por ahí, cambiarlo y ser muy cuidadosos con el lenguaje. Un lenguaje en igualdad es imprescindible para construir un mundo igualitario. Debería de ser el eje del sistema educativo, pero con la transversalidad se ha ido difuminando y varia mucho entre un centro y otro. Debería de formarse y sensibilizarse porque no te tomas una pastilla y te levantas feminista,: es necesario un trabajo atento de formación muy personal.

Y por último, ¿qué le dirías a esos jóvenes varones que se sienten amenazados por el feminismo?

Volvemos al principio, justo ahora con toda esta reacción machista que se está produciendo en la sociedad, también en política y en redes sociales, creo que ahora más que nunca hace falta pedagogía. No debemos entrar en esa especie de guerra de yo contra ti, ni en la ira que lanzan de quienes censura el feminismo, sino justamente explicar qué es el feminismo, qué hay detrás de esa palabra y ese movimiento y dejar claro el sentido emancipar del feminismo para el ser humano. De las mujeres porque han sido históricamente oprimidas y de los hombres que gracias al feminismo nos podemos librar de las cargas de la masculinidad hegemónica. Yo siento que debo responder a las críticas con argumentos. Como decía Celia Amorós, la falta del luces, -refiriéndose a la Ilustración-, solo se soluciona con más luces. Hay que aportar mucha luz sobre el feminismo. Como dice Ana de Miguel y cito al comienzo el libro, lo contrario al feminismo es la ignorancia. Una ignorancia muy interesada por quienes ostentan los privilegios.

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