Xoel López: "Más que pesar, mi mundo interior desborda"

Entrevistamos al artista, que ha publicado el disco 'Si mi rayo te alcanzara'. ¡Precioso!

Xoel López, en una foto promocional de 'Si mi rayo te alcanzara'

Xoel López posa en su etapa de 'Si mi rayo te alcanzara'.

/ Mónica Figueras

Xoel López no ha parado de transitar. Tras formar parte de la banda mod Los Covers y sumergirse en la psicodelia con 'Elephant Band', fue Deluxe, aquel cantante enamorado de la cultura anglosajona que se erigió en referente de la escena indie 'gafapastera' en España. Desde 2009, ya como Xoel López, abrazó las letras en español, cruzó el charco, jugueteó con el pop más clásico y el folklore latinoamericano, nos dejó canciones recogidas y soberbias como 'Tierra' o 'Buenos Aires' (mientras los festivaleros que antes le aclamaba, le tachaban de hortera) y siguió a lo suyo, experimentando en los álbumes 'Paranormales' y 'Sueños y pan'.

Ahora acaba de publicar el disco 'Si mi rayo te alcanzara', una preciosidad llena de picos (de la melancolía más profunda, a los ritmos africanos y alegres de 'Tigre de bengala'), con hits indiscutibles como 'Alma de oro' (adictiva) o 'La espina de la flor en tu costado', tema de cabecera del nuevo thriller de Netflix, 'El desorden que dejas'. Y recorrida por destellos, puertas y ventanas, que nunca faltan en sus textos. Hablamos con él:

Xoel López, entre sombras
Xoel López, entre sombras / Mónica Figueras

Las puertas y ventanas de este disco, ¿qué abren y qué cierran?

Son ventanas a lo que soy yo, a mi interior y a los sentimientos que van por debajo y que hay que escarbar para que salgan. A veces la composición más inconsciente te permite dar luz y aire a cosas que si no estarían en la oscuridad y eso es lo más bonito. En cualquier caso, corre el aire y eso es sano.

Hay mucha profundidad. ¿Cuánto pesa tu mundo interior?

Más que pesar, mi mundo interior desborda. Todo lo que se derrama del vaso, es una canción que me llevo. Al final los que hacemos canciones, como los pintores o los fotógrafos y las personas que se dedican a las artes, somos un poco traductores de emociones. Pero en este disco, además de profundidad, también hay frescura. He llegado a picos tanto por arriba como por abajo que no había llegado antes.

Para escribir canciones románticas, ¿no hay que ser romántico, como un día insinuaste en una entrevista?

El romanticismo puede ser dañino y llevarte al engaño y a la idealización. Me gustan canciones y películas románticas por su belleza y entiendo sus historias imposibles. Hasta el sufrimiento puede ser bello, pero para mí lo más bonito del mundo es la felicidad. Me gusta embellecer las cosas. Y soy más romántico en mis versos que en mi vida real.

Aunque sí admites ser soñador. ¿Se vive mejor en los sueños?

En los sueños uno es más libre y, en parte, más real. En ellos se dejan fuera anhelos y demonios de los que uno no es consciente en el día a día. Los sueños están más cerca del mundo de la composición que el levantarse pronto, ir al súper y tener un día normal de trabajo. Las melodías y la poesía en ese lenguaje tan libre y abstracto permiten expresar cosas que a veces el vocabulario habitual no permite porque es demasiado rígido y hermético. Por eso se han inventado la poesía y las artes, que te posibilitan llegar a lugares difíciles de describir.

Xoel López, alcanzado por su propio rayo

Xoel López, alcanzado por su propio rayo. 

/ Mónica Figueras

Hace años dijiste que la música estaba colonizada por lo anglosajón. El triunfo de lo latino ¿es la reconquista?

A nivel de industria, la anglosajona sigue siendo la más pesada. Incluso lo latino que llega de Miami y que está pegando tan fuerte pertenece a multinacionales anglosajonas. Cuando era niño recuerdo escuchar música griega, italiana, francesa... Incluso Mecano cantada en francés y los italianos, en español. Estaban los cantautores catalanes, vascos… Yo adoro la música anglosajona pero me da pena que no haya más diversidad.

Para ser un músico libre, ¿hay que pagar peaje?

Claro. Este disco, 'Si tu rayo me alcanzara', habla de un rayo liberador. Cuando uno tiene libertad pierde un poco el control y el eje, y eso también produce desasosiego. Pero los ejercicios de libertad que he hecho en la vida siempre me han compensado. Creo que la vida se pasa rápido y para mí es lo que la enriquece: las experiencias nuevas, la sorpresa, no saber muy bien dónde estás. Lo otro se me haría rutinario y artísticamente sería negativo.

Por liberarte, te has liberado en esta etapa hasta de la guitarra.

Sí, la guitarra la perdí. Y cuando dejé de utilizarla sentí como si hubiera soltado lastre. Lo de la guitarra es muy simbólico, es una cosa que supuestamente te da seguridad pero no utilizarla en los conciertos, por ejemplo, te permite moverte más, usar los brazos, bailar y cantar más intensamente y más concentrado. Dicen que la guitarra es como un cuerpo de mujer, a lo mejor ahí hay mucha simbología.

Xoel López y su 'destello'. 
Xoel López y su 'destello'.  / Mónica Figueras

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"Hay que tener mucho ego para subirse a un escenario”, dijo una vez Sidonie. ¿Lo suscribes?

Conozco en el mundo de la música a gente superhumilde y también a muchos egos dañados, gente que necesita mucho reconocimiento, recibir el aplauso y que los demás tengan una idea de ellos fantástica que ni ellos tienen de sí mismo. Uhm, tal vez Sidonie no estaban tan desencaminados. Aunque el tiempo te va poniendo en su sitio. Yo creo que tenía el ego más dañado con 20 años que ahora con 40.

Has dicho que España era un país supermachista y que el machismo te tocaba los c*jones. ¿Tanto se nota que somos ciudadanas de segunda clase?

Obviamente, las mujeres no son ciudadanas de segunda clase y no debería ser así. Quiero pensar que las cosas van mejorando poco a poco. Me acuerdo que hace 20 años me hablaba una amiga mía de feminismo y para mí era algo que no entendía muy bien, incluso pensaba que estaba algo pasado de moda. Ahora, afortunadamente, es un tema que está encima de la mesa y se habla. Vamos por el buen camino aunque todavía es evidente que no hay una igualdad plena, como en los sueldos.

Sueles citar mucho la 'autenticidad'. ¿Qué es para ti?

Solo cada uno puede conocer cuál es su autenticidad. Hoy es un término que se vende mucho. Hay hasta una falsa autenticidad. Es una contradicción pero existe el postureo hasta en ella.

¿Tú nunca lo ejercitas (el postureo)?

Es una asignatura que no estudio. Quiero pensar que muy poco, o nada. No creo que sea postureo pero sí me gusta la estética y llevar una guitarra bonita, una chaqueta chula… Porque las considero cosas bonitas y divertidas. Ponen color en la vida.

Tus camisas tropicales y de lunares son míticas.

Me encanta la ropa. Cuando era un chavalín era mod y los mods siempre hemos sido -o yo fui- muy coqueto. La moda me parece una cosa muy bonita y compatible con otras. Uno puede estar leyendo poesía o tratando de analizarse profundamente, y también irse de compras y comprarse una camisa rosa y una gabardina amarilla. Es algo que comparto con la gente de la banda: nos mandamos al grupo de WhatsApp lo que vamos a llevar en el concierto. Da color. Mi ropa es herencia de lo que me gustó en su momento aunque voy evolucionando. Me gustan los colores. Y tengo algunos referentes. Por ejemplo, las camisas anchas que llevaba Morrissey de The Smiths, las gabardinas de los 80… Tengo referencias históricas pero luego fluyo. Al final en la música hay una parte que es estética.

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