"Ser Vetusta Morla es agotador"

Hablamos con Juanma Latorre, guitarra, teclados y letrista de Vetusta Morla, sobre cómo es ser miembro de una banda capaz de llenar aforos de 40.000 personas.

La banda Vetusta Morla, al completo

Los miembros de Vetusta Morla, de izda. a dcha. y de arriba abajo: Álvaro, Juanma, Jorge, David, Pucho y Guille. 

/ Jerónimo Álvarez

Este año se cumple una década del primer álbum de estudio de Vetusta Morla, aquel ‘Un día en el mundo’ que convirtió a esta banda madrileña en referencia del pop español, destinataria de un disco de oro (cuando ya casi nadie optaba a estos reconocimientos) y protagonista de conciertos con entradas agotadas. Desde entonces, estos seis amigos de Tres Cantos han publicado otros cuatro álbumes (el último, ‘Mismo sitio, distinto lugar’, hace unos meses), arrasan en Latinoamérica además de en España y van aumentando por necesidad el aforo de sus directos.

El próximo 23 de junio reunirán a 38.000 personas en Madrid, un acontecimiento que ya tiene colgado el cartel de ‘sold out’. Luego recorrerán Bilbao, Santander, Gijón, Alicante...

Hablamos con Juanma Latorre (guitarra, teclados y letrista) de cómo se vive siendo Vetusta Morla.

Cumplís 10 años de éxitos. ¿Es difícil estar a la altura de vosotros mismos?

En parte, sí. Pero no en el sentido de que seas muy bueno haciendo canciones o que seas muy famoso, sino porque lo que nos define, nuestra identidad, lo que nos hace ser Vetusta Morla, es agotador.

¿En qué sentido?

Por un lado está la autoexigencia, no somos nada indulgentes con nosotros mismos. A veces lo único que quieres es hacer lo que sabes hacer, lo que te resulta fácil, y en nuestro caso eso no sirve, tenemos que buscar algo que nos haga estar incómodos, que nos haga explorar y empuje nuestras propias fronteras.

Vetusta Morla, en concierto

La banda Vetusta Morla, en 2018.

/ María Macías

Y eso se ha canalizado en un disco, 'Mismo sitio, distinto lugar', que es el que menos suena a Vetusta Morla...

¡O el que más, según lo mires! De manera premeditada, suena muy diferente a todo lo que habíamos hecho antes. Hemos descubierto que lo nuestro es riesgo constante, aventura… y según vas cumpliendo años, las ganas de riesgo y aventura van decreciendo. En este álbum hemos hecho un esfuerzo consciente por potenciar los cambios, como un mecanismo de actualizarnos, de volver a estar a nuestra altura. Y es agotador. Pero también hemos descubierto que ese riesgo y la curiosidad son los motores de la ilusión del grupo.

Vuestras letras que generalmente hablan de despertares, amnesia y duermevela,citan en ‘Palmeras en la Mancha’ al Primark.¿Las cadenas de ropa se han empezado a colar en vuestros sueños?

En esta letra en concreto, por lo que dice, Primark sería una pesadilla (es un tótem de la exposición pública máxima el hecho de que tu foto esté colgada del Primark de Gran Vía, viene a decir). En el disco hemos usado más referencias de lo cotidiano, algo que raramente hacíamos. Hemos descubierto que ser un grupo con una poética alejada de lo mundano no era tampoco algo que formara parte de nuestra esencia. Lo hemos probado y nos sentimos cómodos.

También citáis a Instagram. En el vuestro compartís mucho sobre trabajo y poco o nada de vuestras vidas personales. ¡Vais a contracorriente!

Me gusta pensar que nuestro Instagram trasciende el uso puramente promocional, para nosotros es compartir nuestras vivencias desde un punto de vista más emocional, lo increíble que es tocar para tantísimas personas que hace que rebote la energía que generan las canciones… Sí que es verdad que hemos renunciado a hacer una exposición personal de nosotros mismos y siempre nos presentamos como grupo porque en ese sentido somos muy antiguos y creemos en la colectividad y sabemos que la música es un trabajo de equipo. También sabemos que el culto a la personalidad es la base del éxito de las redes sociales; nosotros hemos tratado de construir una personalidad colectiva que no es tan magnética ni tan atractiva como la de un solo individuo, no es como un instagramer con unos pies bellísimos y con tiempo para ir a la playa. Pero queremos estar en las redes porque entendemos que es una herramienta positiva y bonita, aunque no estemos de una manera convencional.

¿En qué lugar en el mundo nunca podríamos ver a Vetusta? ¿Tal vez en OT (uno de sus compañeros criticó abiertamente el programa)?

Ahí está complicado. Y en un mitin político, aunque usen nuestras canciones en algunos. No iríamos a un mitin ni siquiera estando de acuerdo con el planteamiento del partido.

En el anterior disco había canciones más políticas...

Estamos muy involucrados en cómo se manejan los asuntos públicos y ciudadanos, y asistimos a actos, pero cuando hablamos de la política de las papeletas, ya es otra cosa. Esa política no nos interesa como banda; el activismo social y los derechos humanos, en cambio, sí.

Vetusta Morla, convertida es póster.

Los seis componentes de Vetusta Morla, convertidos en póster.

/ Jerónimo Álvarez

¿Cómo de importante es el aspecto físico y la imagen para Vetusta? Y no me digas "nada, nada, nada" como Ana Obregón.

En otras épocas, la verdad es que te hubiera contestado como Ana Obregón, nuestra estética era la ausencia de estética, pero de un tiempo a esta parte hemos tomado conciencia de que el aspecto es parte de nuestra profesión. Ahora que los conciertos no son íntimos sino en salas grandes y puede existir una barrera de 30.000 personas entre tú y uno que esté en la última fila, el aspecto externo es algo importante. Los conciertos ya no son solo música, son audiovisuales, pantallas… y tiene que haber una coherencia con nosotros mismos.

¿Y qué habéis hecho al respecto?

Como somos unos mentecatos totales en este aspecto, hemos contratado a una profesional, una estilista. Empezamos a entender que la manera en la que vestimos es parte de lo que proyectamos. Ella se viene de compras con nosotros y nos aconseja.

Vetusta Morla, en una foto promocional

Una imagen promocional de Vetusta Morla en 2018 (ya cuando tenían estilista). 

/ Jerónimo Álvarez

Después de tanto tiempo ¿los miembros de Vetusta seguís siendo amigos? ¿Salís juntos?

Sí, somos amigos, lo que pasa es que cuando estás todo el día con las mismas personas, también te gusta separarte a veces. Somos amigos desde hace más de 20 años. David era compañero de pupitre de mi hermano en el cole, y David y Guille jugaban al fútbol juntos y hoy en día es verdad que fuera de los conciertos no nos vemos tanto pero es que el ámbito de los conciertos ocupan el 90 por ciento de nuestro tiempo, nos vemos mucho más entre nosotros que a la familia; si no fuéramos amigos hubiera sido muy duro, insoportable.

Habéis dicho que el ritmo de 'Palmeras en la Mancha' os gusta porque os recuerda a los años de estudiantes. ¿Qué traerías de vuelta?

Nada. Soy muy feliz ahora mismo: me encanta dónde estamos, con quién trabajamos y lo que estamos haciendo en este momento, y he disfrutado muchísimo cada etapa pero no volvería atrás. Todo ha estado bien en su momento. No movería ni una coma.

El vídeo 'Te lo digo a ti' es una tortura en la que aparecen Lolita, Nacho Vegas y Nacho Vigalondo. ¿Qué locura es esa?

La tramamos con Nacho Vigalondo, que es un director tan loco como genial. Lo que queríamos era crear una sensación de desconcierto y Nacho nos pareció la persona absolutamente adecuada para dar esa idea de estar descolocado. En cuanto a que Lolita formara parte de un clip de Vetusta Morla, cuando la propuesta salió en la mesa de deliberaciones, dijimos por supuesto que sí. La simple formulación de la frase, “Lolita en un videoclip de Vetusta Morla”, provocaba el desconcierto que buscábamos. El vídeo también tiene un punto irónico, al tiempo es divertido, o no sabes si divertido o si es angustioso, una mezcla.

¿Y qué dijo Lolita? ¿Cómo lo entendió?

De manera muy profesional, la verdad, es una crack. Ella es actriz, tiene un Goya y lo hizo francamente bien. Además nos enseñó a dar bofetadas sin hacer daño, algo que salvó el maquillaje de Nacho Vigalondo y evitó que Nacho Vegas, que es un tipo fornido, no pusiera en peligro su cara.

Unas preguntas rápidas: una canción que no pares de escuchar últimamente.

‘The louder I call, the faster it runs’ del dueto Wye Oak. Me ha alucinado. Salió hace unos mees y la escucho en bucle.

Cuando salís, ¿sois más de barra o de pista?

Yo de barra. Y en el grupo hay de todo. Pucho es más de pista.Es época de cambios, ¿cuándo llegará la paridad a Vetusta Morla?

Está difícil a estar alturas del partido aunque hacemos lo que podemos para compensarlo. En nuestra discográfica, además de nosotros, trabajan cuatro personas y todas son chicas: Mónica, María, Begoña y Estrella. Nosotros nos conocimos en equipos de fútbol, esas cosas tan masculinas. Hay que reconocer el esfuerzo de la mujer. Para mí la revelación ha sido darme cuenta de que la igualdad entre géneros es algo que estaba tan lejos en realidad. Todos somos iguales y damos por hecho que hay que equiparar los derechos, pero algo tan elemental está lejos de ser cierto.

¿Pensar en la gira marea?

Sí, marea un poquillo. Son muchos kilómetros y muchas ciudades distintas. Le pasó a Guille (guitarrista y compositor) que se levantó en Salamanca y preguntó cuántas horas de diferencia había con España. Pero es un privilegio de vida, me siento afortunadísimo, aparte de porque tenemos una vida que ya quisiera un 90 % del planeta solo por haber nacido donde lo hemos hecho en cuanto a sanidad, educación, alimentación, libertades civiles… pagamos las facturas con lo que más nos gusta hacer de la tierra, ¡no sé qué más se puede pedir a la vida!

Consulta los conciertos de Vetusta Morla:

23 de junio en Madrid. Explanada exterior Caja Mágica.

30 de junio en Bilbao. Explanada Museo Guggenheim.

6 de julio en Caldas de Reis (Pontevedra). Festival PortAmérica.

21 de julio en Fuengirola (Málaga). Marenostrum Castle Park.

28 de julio en Gijón (Asturias). Parque Hermanos Castro.

28 de septiembre en Alicante. Plaza de Toros.

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