El sueño de cualquier niño (y de los mayores, también)

Ha nacido Casa de Fieras, un Club Familiar muy especial en Madrid donde los peques, además de aprender y disfrutar, desarrollan su creatividad, su independencia e, incluso, un pensamiento crítico y democrático. 

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

Entrar en Casa de Fieras es un poco como hacerlo en un sueño. Para hacerse una idea, todo está decorado en tonos neutros y suaves. Madera, cerámica, tejidos naturales… Este Club Familiar recuerda mucho a las escuelas nórdicas pero ofrece mucho más que ellas. Como es un espacio infantil único en España, conviene explicarlo bien y por partes. Recién inaugurado y situado en el la madrileña calle Castelló, Casa de Fieras es el proyecto de dos mujeres que son psicólogas y madres. Irene Salazar, además, es psicopedagoga y experta en terapia de familia y pareja, mientras que María Gabeiras se especializó en psicología clínica, aunque ha trabajado sobre todo en organización de eventos.

Ambas buscaban centros educativos para sus hijos en Madrid cuando se dieron cuenta de que, aunque encontraron propuestas interesantes, no había ninguno que las satisficiera del todo. Así que decidieron unir fuerzas para poner en marcha un proyecto que incluyera todo lo que soñaban para sus hijos. De esa voluntad común nació Casa de Fieras, cuyo nombre es ya una declaración de intenciones: “Es un espacio donde nuestras ‘fieras’ disfruten, aprendan y crezcan felices mientras desarrollan sus emociones y su creatividad, y donde sus padres y madres puedan realizar actividades con ellos e interactuar con otros progenitores para crear una red de apoyo”, explica Irene con una sonrisa. 

En los 340 m2 de Casa de Fieras, los niños (y también los mayores) pueden hacer muchas cosas. Las mañanas son de los más pequeños, que pueden ir a la escuelita La Madriguera, un equivalente a una escuela infantil donde se sigue la filosofía educativa Reggio Emilia. En ella, desarrollan su creatividad y emociones en un ambiente muy natural. Incluso el catering es de comida ecológica, para que coman de la manera más sana y variada posible, nada está frito, cortan las verduras y frutas cada mañana y vigilan para que no se pasen los tiempos de cocción y tengan todos sus nutrientes. Pequeños de 15 meses a 4 años juegan y aprenden en ella a pensar y a decidir, además de a expresar y reconocer sus emociones.

En el aula están acompañados por una profesora y una psicóloga que les van a acompañar a descubrir qué es lo que les gusta.No hay programación mensual, no se trabaja por objetivos. Todo parte del interés y la inquietud de los niños. Los profesores investigan muchísimo. Si a los niños, por ejemplo, les interesan las hojas en otoño, escuchan sus opiniones y, de una forma socrática, les ayudan a que aprendan y descubran ellos mismos por qué cambian de color, cómo están formadas, etc”, explica Irene mientras nos muestra una de las aulas, un espacio con mucha luz natural donde ya se ven las huellas de los pequeños en forma de creativos dibujos colgando de cuerdas. 

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

Una de las características de la educación Reggio Emilia es ayudar a que los niños desarrollen un pensamiento crítico y democrático desde muy pequeños. Les comento a María y a Irene mi sorpresa cuando leí sobre ello y me lo explican con claridad. “El pensamiento democrático es la actitud que tomas ante la clase. Tu cómo profesor no impones qué van a hacer, sino que lo trabajas con ellos viendo qué les gusta y qué les interesa. Juntos hacéis las clases. El resultado son niños motivados y felices, muy curiosos por aprender porque lo que están haciendo les encanta” me explica Irene. Mientras les van ayudando a descubrir qué les gusta, los profesores les enseñan qué materiales pueden usar, pero dejando que sean ellos quienes decidan qué escoger.

Así aprenden qué prefieren y van entendiendo el por qué. Se trata de que desarrollen su pensamiento crítico mientras aprenden a decidir. Desde la importancia de comer, de entender su cuerpo, de ser respetado y de respetar a los otros. “Al niño hay que ayudar a identificar qué es el hambre, a probar otros sabores y hay que estimularle, pero siempre respetándole. No se trata de cumplir sus caprichos, sino de ayudarle a que aprenda a tomar decisiones, sin miedo a un castigo”, puntualiza María, e Irene añade: “Es importante que aprendan desde pequeños a tener control sobre sus vidas. Saber tomar decisiones, ser firmes, reconocer qué les gusta y qué no y por qué. Así, cuando sean más mayores, si otro niño o un adulto les trata mal, sabrán enfrentarse a ello. Reconocerlo y verbalizarlo es fundamental, tanto como aprender a gestionar sus emociones. Los niños siempre van a aprender a leer, escribir, etcétera, pero cuando son tan pequeñitos es importante es que aprendan a tener confianza en sí mismos. Así tendrán una base sólida que les servirá cuando se enfrenten a una educación más formal al salir de aquí.”

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

Irene y María tienen muy claro que el respeto, por ellos mismos y por los otros, es lo más importante que se les puede enseñar a los niños porque es como una raíz enorme que hace crecer su autoestima y les ayuda a aprender cuidar a los demás. Lo han traducido hasta en las paredes y suelos de su proyecto, hecho todo en materiales nobles como madera o cerámica.

Un diseño que han hecho realidad mano a mano con el arquitecto Lorenzo Gil, uno de los fundadores del estudio Plantea Arquitectura, que se ha volcado en él cuidando mucho las formas y la belleza. “Esa el nuestra primera manera de mostrar respeto por los niños. Ofreciéndoles un lugar donde todas las materias primas son naturales y donde la estética está muy cuidada. Con ello, el mensaje que les lanzas es: me importa quién eres. De ese modo, ellos aprenden a cuidar el entorno y a disfrutar de su belleza. ¡Nunca he entendido por qué todo tiene que ser de plástico y de colores chillones para los niños!”, explica Irene. 

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

Seguimos caminando y llegamos a La Leonera, un espacio espectacular y mágico de juegos que me animan a probar por mi misma. Descalza, subo por una casita en un árbol que da a una red marinera donde, dando saltos, llego hasta un tobogán en espiral desde el que me deslizo hasta el suelo. Sonrío mientras me dejo caer y entiendo perfectamente lo que me han explicado: en esta zona se desarrollan la psicomotricidad y las risas a partes iguales. La sala es blanca y todo lo que veo es bonito y está muy cuidado. Los niños pueden venir a jugar a ella o se puede usar para celebrar un cumpleaños o un evento particular.

Bajamos a La Guarida, donde se hacen talleres de diversas disciplinas creativas. Esta semana hay uno de esculturas de tela inspiradas en Louise Bourgeois. Hay otro para descubrir la música a través de una violinista profesional y clases de yoga en familia. Todo impartido por profesionales muy cualificados. “No dejamos de pensar en nuevos talleres”, cuenta María que nos explica que este verano hicieron su primer campamento, cuatro semanas temáticas dedicadas cada una al Cine, el Arte y el Ritmo, los Libros y el Circo. 

Los niños disfrutaron muchísimo y sus padres también porque al final de cada uno organizábamos representaciones en las que podían interactuar con ellos. Pero también descubrimos que hay niños de diez u once años que están tan acostumbrados a que les digan qué tienen que hacer exactamente, que les cuesta improvisar y decidir. Aquí, precisamente, apostamos por todo lo contrario”, señala Irene.

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

A la salida, nos detenemos en la Tienda que hay en recepción, donde ofrecen una cuidada selección de productos para niños. Desde jabones con aceites esenciales adaptados a la edad de cada peque, hasta esculturas de origami o muñecos de algodón. “Son todo cosas que hemos probado nosotras y nuestros hijos”, me explica Irene. “Esa es la idea, compartir el conocimiento con otros padres y madres. Desde hacer que fluya una red entre ellos a montar una fiesta de cumpleaños personalizada, tanto si quieres usar el espacio como si prefieres que la organicemos nosotras. Estamos abiertas a cualquier idea y… ¡Nos encantan las fiestas!”, cuenta María. 

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

Para conseguir crear un ambiente de confianza, han decidido que Casa de Fieras sea un Club Familiar. Así, pueden ofrecer continuidad a los niños y a sus familias, algo que forma parte de la tendencia de los clubs que hay en las grandes capitales europeas y norteamericanas. “Nos interesa mucho que quienes vengan se sientan como en casa. Al convertirse en socios, se crea ese ambiente. Los padres y madres se conocen unos a otros, es más personal y proporciona un contacto directo. Además de muchas ventajas, vas a tener la confianza de que es algo sólido, es un compromiso y nos permite bajar los precios porque hay estabilidad. Nuestras clases no son baratas porque las dan profesionales de calidad, pero al ser un club conseguiremos que no se encarezca demasiado”, afirma Irene.

En su web, ofrecen información y precios. “Somos madres y somos prácticas, entendemos a la perfección lo mal que sienta perder tiempo, así que intentamos que todo esté muy claro. Y siempre nos pueden escribir o llamar, no encanta interactuar con nuestras familias”, comenta María.

El alma de Casa de Fieras

Irene y María, el alma de Casa de Fieras.

/ D.R.

En el centro también cuentan con un Gabinete Psicopedagógico. “Queremos convertirnos en una red de apoyo entre todos los padres y usuarios del club para que entre todos nos apoyemos y el que necesite un poquito más de ayuda tenga un lugar donde ir. Tanto María como yo somos psicólogas y todo el equipo de profesionales de Casa de Fieras está enfocado en acompañar a los padres en este proceso y ejercer, en caso necesario, de apoyo”, explica Irene.

Cuando me marcho de Casa de Fieras no dejo de pensar en lo afortunados que son los pequeños que asisten a ella. Niños que aprenden a convertirse en seres humanos completos, felices y educados en la creatividad y las emociones. Me parece un sueño, cumplido sin duda para sus dos fundadoras pero, también, para las familias que tengan la oportunidad de disfrutar de este espacio de recreo donde se aprende lo verdaderamente importante: el respeto.

Casa de Fieras
Casa de Fieras / D.R.

Consejos muy prácticos de madres y psicólogas:  

Irene

* Haz caso de tu sentido común y de tu instinto.

* No caigas en la rutina, ni te dejes convencer por la sociedad. Tu como madre sabes mejor que nadie qué les conviene a tus hijos.

* No tengas miedo al cambio, arriesga. 

María

* Los niños son eso, niños, y la infancia es un momento irrepetible y maravilloso. No dejes de darles besos, abrazos, ni de jugar con ellos.

La sociedad empuja a los niños a crecer antes de tiempo. No lo permitas, el mejor regalo que puedes hacerles es disfrutar de su infancia. 

* Y, sobre todo, nunca, nunca te vayas a la cama sin decirles que les quieres.

 

Para más información:

C/ Castelló, 70, 28001 Madrid

Tel. 913776444

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