Cinco preguntas (aparentemente) sexuales para la tercera temporada de 'Sex education' (Netflix)

La serie teen-brit de Netflix ha hablado de homosexualidad, pansexualidad, asexualidad, bisexualidad, vaginismo y sexo con frutas. ¿Le quedan retos para su tercera temporada, que se estrena el 17 de septiembre? La respuesta: muchísimos.

 

Eric, Adam y Ruby, de la serie Sex Education (Netflix), que estrena su tercera temporada

Eric (Ncuti Gatwa), Adam (Connor Swindells) y Ruby (Mimi Keene), en una imagen promocional de la serie Sex Education, que estrena su tercera temporada en Netflix el 17 de septiembre. 

/ Netflix

'Sex education' ha logrado el reto aparentemente imposible de hablar de sexo juvenil con pelos y señales (a veces con muchos pelos) y a la vez ser una de las series más tiernas y buenrollistas de la pantalla. Y, confesémoslo, nos ha enseñado mucho sobre lo que se cuece en esas camas de dios a adolescentes de todas las edades. Tras la finale de la segunda temporada, la tercera se ha hecho esperar por los consabidos motivos pandémicos, pero el 17 de septiembre llega a Netflix y nos preguntamos qué melones les quedan por abrir a la doctora Milburn (¿es acaso la mejor Gillian Anderson que hemos visto en pantalla?), a Otis (Asa Butterfield), Maeve (Emma Mackey) y la pandilla del instituto Moordale. Estas son nuestras apuestas:

Lily, en una escena de la serie 'Sex Education' (Netflix), que estrena el 17 de septiembre su tercera temporada.

La actriz Tanya Reynolds, como Lily en la tercera temporada de la serie 'Sex Education' (Netflix)

/ Netflix

1. ¿Es el fetichismo schoolboy/girl la respuesta a la represión sexual?

Toda nueva temporada debe empezar con un detonante, y el de 'Sex education' es un cambio radical en la dirección del instituto Moordale. Tras la “excedencia” obligatoria del señor Groff (atentos a su subtrama, con hermano triunfador, encarnado por Jason Isaacs, de por medio), la nueva directora es Hope Haddon (Jemima Kirke, 'Girls'). Y tiene la difícil tarea de restaurar la reputación del centro, machacada por los secretos sexuales de sus alumnos que aireó Groff en la temporada 2. Las dos primeras medidas de Haddon son reprimir ferozmente la actividad sexual entre el alumnado e instaurar uniformes al tradicional estilo british. Claro que, conociendo a los alumnos del Moordale, esperamos que el cóctel censura+blazers ocasione una oleada de fetichismo hacia todo tipo de uniformes. Ah, minispoiler: Haddon asistió al Moordale en su juventud y no era exactamente una alumna modelo. Esperamos nuevas revelaciones al respecto.

2. ¿Cómo cambia la experiencia sexual para una mujer premenopáusica y embarazada?

Vale, no es la pregunta que esperabas en una serie que, en un 80%, trata sobre las dudas y terrores sexuales de un grupo de adolescentes. Pero la doctora Milburn y el fuerte-y-silencioso Jakob son una de nuestras (ex)parejas preferidas y confiamos ciegamente en que le den otra oportunidad a lo suyo en la temporada 3, ahora que Jean acaba de descubrir que espera un bebé de él. A Jean se le da mal exponer su corazón. Y que se lance a tal aventura, con las hormonas gestacionales y climatéricas asediando la fortaleza inexpugnable que es su serenidad es algo que (sí, por favor, dánoslo todo) sin duda queremos ver.

3. ¿Es tabú el sexo con una discapacidad física (¿y se merece Isaac experimentarlo?)?

Isaac (George Robinson), el vecino en silla de ruedas de Maeve, ha dedicado la segunda temporada a intentar llevarse al huerto a a nuestra chica preferida… Y después de borrar el mensaje de disculpa de Otis del buzón de voz de ella (no nos indignábamos tanto desde que Eli Gold hizo algo similar en ‘The Good Wife’), tenemos el corazón dividido: por una parte, queremos que 'Sex education' alcance las mayores cotas de representación posibles; por otra, deseamos muy fuerte que Isaac viva solo y sin amor toda su vida. Y, para terminar, lo cierto es que hemos explorado todos los aspectos de la vida de Maeve (su inteligencia, su relación con su madre, con su hermano y con su hermana, su instinto de supervivencia, su sororidad); pero, mientras que Otis ha tenido diferentes intereses amorosos (Lily, Ola, Ruby), ella ha aguantado el tirón de tensión-sexual-no-resuelta sin catar cama desde los tiempos de Jackson, allá por la primera temporada. Esta temporada sería un buen momento para explorar qué tipo de vínculo amoroso puede tener una adolescente (por muy lista que sea) con una niñez tan complicada como la de nuestra querida, sarcástica, valiente y maravillosa Maeve.

4. ¿Puede el amor (y el sexo) redimir a los villanos?

Sí, Adam (Connor Swindells) dio pasos de gigante en la segunda temporada, y vimos que el abusón ocultaba a un adolescente con problemas emocionales del tamaño de…. bueno, de Adam. Le pidió públicamente a Eric (Ncuti Gatwa) que le cogiera la mano, trabó amistad con la diminuta Ola (Patricia Allison) y parece dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva. Pero tenemos dudas, amigas. Primero, el tropo “todo homófobo es un homosexual reprimido” nos chirría; segundo, un gran gesto romántico y público no basta para crear una relación sentimental, tal como advierte Rahim (“por qué no me enamoro de este muchacho, si es adorable”) a un aturullado Eric: “Ten cuidado. Cogerá tu mano, pero no sé si a ti”; y, tercero: ¿no es profundamente patológico enamorarte del tipo que te ha torturado? Esperamos el enfoque educativo sobre esta complicada situación.

5. ¿Es posible el sexo (y lo que surja) entre populares y raritos?

La regla de oro de 'Sex education' es que no importa el estereotipo al que pertenezca un adolescente concreto, en un momento u otro se quitará la máscara y descubriremos a la persona real que hay detrás. La odiosa y popular Ruby (Mimi Keene) fue la chica con la que nuestro querido y siempre nervioso Otis perdió la virginidad. Sí, le dijo que lo había hecho porque cuando está triste se acuesta con los frikis de la clase para sentirse adorada; pero también confesó que la razón de su tristeza era la esclerosis múltiple que sufría su padre, algo que ignora su grupo de supuestos amigos populares. Sabemos, gracias al tráiler de la tercera temporada, que Otis tiene al menos un encuentro sexual. Y, ya que lo suyo con Maeve sigue siendo un work in progress, apostamos por Ruby como compañera de cama. Pero, ¿cómo va a contarle a su pandilla de amigos que siente atracción por Otis, el marginado y atribulado rarito que, para acabar de fastidiarla, ha decidido lucir un ridículo e incipiente bigote? El conflicto está servido.

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