Series que solo puedes ver en las redes sociales

Las redes sociales se están convirtiendo en el nuevo televisor de los 'millennials'. Ya hay series y hasta realities adaptadas a ellas.

Summer Break

Las protagonistas de 'Summer Break'

¿Qué puede contar una serie en un capítulo de 15 segundos, la duración máxima permitida por Instagram para un vídeo? En el caso de ‘Shield 5’, la nueva ficción creada ex profeso para esa red social, una cuidada trama de suspense en la que no falta un robo, una muerte, una falsa acusación, la lucha del protagonista por demostrar su inocencia y la búsqueda de los auténticos asesinos. Eso sí, todo ello condensado, desnudado y despiezado convenientemente en 28 episodios (que se pueden ver este mes desde la cuenta @shieldfive). Y aderezado por fotos y ‘cliffhangers’, esos desenlaces abruptos que arrastran a ver una nueva entrega y que constituyen una herramienta habitual en estos formatos.

¿Complicado? La red Vine ofrece el más difícil todavía. Su premisa de no publicar vídeos más largos de 6,4 segundos ha obligado a su serie de animación ‘White Ninja’, estrenada el pasado mes de diciembre, a comprimir las aventuras del protagonista (entre ellas, su fracasada cita amorosa concertada online o su romance con un pez) para transformarlas en humorísticos gags.

La experiencia alcanza los 54.800 seguidores en una plataforma que en el pasado también flirteó con telenovelas (la ficción ‘The Vines of Sauvignon Blanc’, aún online, relata las andanzas de un rico empresario vinícola a quien le comunican que solo le quedan dos minutos y seis segundos de vida, aproximadamente lo que dura la serie íntegra, que se emitió distribuida en 22 capítulos). Y que actualmente idea propuestas innovadoras desde el canal de la productora ‘Logo TV’.

La ficción 'Summer break'

Una imagen de la micro-webserie 'Summer break'

También el formato del reality show ha desafiado el poder de la síntesis con el pionero ‘Summer break’, un espacio de telerrealidad diseñado en 2013 para Twitter, Tumbler, Snapchat, Periscope, YouTube e Instagram. Con vídeos fugaces y el apoyo de fotos y tuits, el programa transmedia, que muestra la vida real de once adolescentes de Los Ángeles, cumplió el año pasado tres temporadas con audiencias millonarias (65 millones de visionados en las dos primeras). “No estamos haciendo simplemente un programa, estamos construyendo una comunidad”, explicó entonces Billy Parks, uno de sus creadores, para resumir el potencial que las redes sociales tienen para el ocio audiovisual y que permiten una interacción total y el ajuste rápido de argumentos y tramas a los gustos de los ‘followers’.

Las series de género asimismo han jugueteado, con relativo éxito, con estas micro-webseries. En 2014 la ficción de terror de Instagram ‘Take care of me’impidió a sus espectadores pestañear (a riesgo de perderse una parte clave de la trama, apretujada en capítulos de 15 segundos) y, poco antes, ‘Desert friends’ buceó en la ciencia ficción mientras acompañaba a unos amigos en un viaje a una galaxia lejana.

En el otro lado, intentos infructuosos. Como el de Snapchat y su canal de contenidos audiovisuales propios Snapchat Channel, que lanzó en enero de 2015 para cerrarlo unos meses después alegando al gran esfuerzo económico que implica para una empresa tecnológica introducirse en el área de contenidos.

Un revés que promete convertirse en una mera anécdota en este universo de proyectos exprés que no deja de crecer. Y que en España comienza a hacer acto de presencia, aunque tímidamente: el pasado mes de enero TV3 presentó su primer proyecto transmedia, ‘Em dic Manel!’ (Me llamo Manuel!), una ficción en catalán protagonizada por Manel Piñero, Iván Labanda y Peyu y Anna Bertrán que ofrece cada martes a las 10.00 un nuevo capítulo de unos cinco minutos y medio de duración en el Facebook de APM.

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