Los secretos del vestuario de Downton Abbey

Los extras de la edición coleccionista revelan numerosas curiosidades en torno al estilo de la exquisita serie británica.

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downton abbey / IMDb

Durante 52 episodios, a lo largo de seis temporadas, Downton Abbey (2010-2015) logró reinventar el drama de época, un género que se creía muerto en televisión. No sólo eso, como hiciera en su momento Mad Men con la moda de los 50 y 60, la premiada serie británica encandiló a esos más de 300 millones de espectadores de todo el mundo con sus elegantes estilismos y costumbres de principios del siglo XX. La verdadera estrella de Downton Abbey, sin duda, es el vestuario, tal y como remarcan los propios creadores de la serie en los extras del pack coleccionista.

Vestuario hecho a medida

Anna Robbins, la tercera diseñadora en dirigir el taller de confección, cuenta cómo en la repartición de tareas, una persona se encarga de cortar las telas y son dos las costureras que rematan el trabajo. En las dos últimas temporadas de la serie, un total de 400 trajes fueron realizados a mano. Para la que consideran la escena más difícil de rodar, la del circuito de carreras con coches deportivos de la última temporada, todo el vestuario de los protagonistas fue hecho a medida o usando piezas originales y se requirieron 20 maquilladores adicionales: muchos de los extras aparecen con pelucas para disimular las mechas del pelo y otras incongruencias con la época.

El estilo de las actrices veteranas

Todo tiene un por qué en Downton Abbey, incluidos los vestidos que lucen sus protagonistas. Tres estilos definen muy bien a algunos de los personajes más veteranos de la serie, aquellos que han mantenido ciertas tendencias sin evolucionar como sí ocurre con los más jóvenes. Violet, la inquisitiva condesa viuda de Grantham, destaca por su estilo eduardiano, con corsés de talle alto y colores suaves, como el gris y el malva. Isobel Crawley, su “némesis”, navega, con su gracia y elegancia, entre dos mundos en cuanto a clases sociales y logra adoptar el nuevo look. Lady Rosamund, que llega a Downton desde la más atrevida Londres, suele lucir diseños más modernos, que encuentran su punto fuerte en los vistosos sombreros.

Cuidado con esmero

Un ejemplo de la atención que necesitan algunas de estas prendas es el vestido de novia creado hace cien años de lady Edith en la última temporada, con un tul de Bruselas que tuvieron que restaurar con especial mimo. Esta magnífica boda, colofón de felicidad para un personaje desdichado, nada tiene que ver con aquélla en la que la propia Edith se quedaba compuesta y sin novio frente al altar, y en la que el departamento de maquillaje y peluquería se esmeró para que pareciera de antemano una mujer con mala suerte en el amor.

El vestuario de Downton Abbey
El vestuario de Downton Abbey / D.R.

Los revolucionarios años 20

El estallido de los años 20 llegaría en la cuarta temporada de la serie, una época fantástica para la moda, pues todos los cambios se canalizaron hacia el estilo: el jazz, la arquitectura, el art decó… Si en la primera temporada las criadas ayudan a las señoras a apretarse sus corsés y éstas presumen de cinturas más altas, ahora se estilan vestidos, blusas, faldas y joyas que podríamos llevar hoy día con absoluta normalidad.

Del recogido al corte bob

El cambio también llega a los peinados. Antes de la gran guerra las mujeres llevaban el pelo largo o recogido. Ahora lady Mary se atreve a cortarse el pelo al estilo bob “el momentazo” de la serie si a pelos nos referimos, según los creadores. Para las ondas características de la más clásica lady Edith, un ritual a primera hora de la mañana: rulos calientes, alisar y pellizcar la cresta de la onda. Estas ondas las vemos en las más de mil pelucas que han usado en la serie, con ondas de dedo, ondas de cinta, el clásico bob holandés… Y un dato: todos los actores han usado algún postizo en algún momento.

El vestido de lady Rose

En ocasiones, son otros factores, más allá de la época o del carácter del personaje, los que influyen en los diseños. Por ejemplo, una secuencia como la de la caza del urogallo sirvió como excusa para ver atuendos confeccionados en tweed. Excepcional es también, al final de la quinta temporada, la cena de gala en el impresionante castillo de Alnwick, “que hace que Downton parezca una cabaña”. La intensidad de los colores de las paredes fue decisiva para elegir unos vestidos de tonos más discretos. Llama la atención el diseño de lady Rose, cuya fluidez en el corte y en la tela lo hacen destacar cuando la vemos bailar en pareja. El vestido es excepcional no sólo por las cuentas vintage que ya no se fabrican si no porque esconde un guiño al propio nombre del personaje pues vemos bordados de rosas en él. Downton Abbey, siempre buscando la excelencia en el detalle.

 

[Más curiosidades sobre Downton Abbey en los extras del dvd]

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