Pepón Nieto y Hugo Silva nos hablan de sexo y 'El Intercambio'

Íntimos amigos, decidieron rodar “El intercambio” por darse el gusto de volver a trabajar juntos. Y por el camino se encontraron con Rossy de Palma... la jugada perfecta. Comedia con sello de autor.

Pepón Nieto y Hugo Silva se sinceran

Pepón Nieto y Hugo Silva, en el restaurante que el primero acaba de abrir en la capital, Marengo (Colmenares, 5).

/ Marino Cigüenza

Pepón aparece agotado: llegó ayer de Málaga, donde le han concedido la Biznaga de Plata 2018 por toda su carrera... Hugo entra en escena media hora más tarde, repartiendo besos a diestro y siniestro: «Siempre hace lo mismo. Besa hasta al apuntador y me deja fatal... Cuando rueda, saluda a cada una de las maquilladoras cada día.» Su amigo se ríe: «Es que a mí me gusta besar, tío», dice el madrileño, saludando a la hermana de Pepón. Hemos quedado en el pequeño restaurante que los hermanos Nieto acaban de abrir en Madrid (Marengo) para hacer esta sesión. Dos estrenos en uno.

“El intercambio” es una película un tanto peculiar, ¿por qué decidisteis hacerla?

Pepón: Pues todavía no lo tenemos claro (risas).

Hugo: Nos llegó el guión al mismo tiempo y nos gustó cómo estaba escrito y, sobre todo, el punto de vista del director, el malagueño Ignacio Nacho. Es difícil encontrarse una comedia con esa personalidad, con un sello tan especial. A él no le conocíamos aún, pero es tal cual su texto...

Pepón: Y aunque es un proyecto pequeño –tuvimos que rodarla en dos semanas, tiempo en el que se rueda un corto–, Rossy enseguida se enganchó, también por su peculiaridad.

Hugo: El guión tiene una estructura teatral, porque viene de una obra de teatro y me llamó la atención desde la primera escena.

Lo mejor de este vodevil moderno y disparatado es...

Hugo: Yo me atrevería a decir que es una peli experimento. Cómo llevar un texto teatral a lo audiovisual... Me tuve que encerrar con un amigo en casa para estudiar toda esa cantidad de texto, jugar, probar y llegar preparado al rodaje.

Pepón: A mí lo que más me ha gustado es la apuesta por una mirada personal; eso es difícil de encontrar. Hay que valorarlo. Estamos en un momento en el que las películas se ruedan sabiendo lo que van a hacer de taquilla. Y esta, que antepone lo artístico a lo comercial, corre un riesgo muy grande. Es una película valiente.

Pepón hace de casado y Hugo, de gurú del placer. ¿Hubiera sido mejor intercambiaros los papeles?

Pepón: No, los personajes están muy encajados en cada uno. Primero por el físico... Yo voy a hacer un intercambio de parejas y creo que voy a encontrarme con un tío horrible con eyaculación precoz y un pibón para mí y me encuentro con Hugo y Rossy de Palma. No es que ella no sea estupenda, pero me apabulla y me deja muy pequeñito. Y mi mujer (Natalia Roig) se encuentra al pibón con labia, que además es de Médicos sin Fronteras, baila de muerte y está dotadísimo. ¿Cambiarnos los papeles? Imposible.

Hugo: Los actores elegidos para la historia son un acierto, yo no tocaría nada. Además, también está mi querido Paco Tous...

El trío de “Los hombres de Paco”... ¿Qué suponéis el uno para el otro después de más de diez años?

Hugo: Nosotros ya somos familia. Nos conocimos en la serie de Antena 3, en 2005, y trabajamos cinco años juntos. Pero nuestra amistad ha ido más allá: hemos convivido, somos confidentes... es que somos como hermanos.

Pepón: Y con él se trabaja mejor porque se hace desde la confianza y el saber qué vendrá después, aunque eso también tenga mucho peligro (risas). No solo porque te dé la risa, sino porque hay un lenguaje en común implícito y a veces te viene mejor distanciarte para interpretar con más fiabilidad a dos personas que acaban de verse por primera vez.

Hugo: Pero si lo pones en una balanza, siempre es positivo actuar con amigos.

Pepón Nieto y Hugo Silva, amigos para siempre

Pepón Nieto estará de gira por España hasta noviembre con “La Comedia de las Mentiras”, mientras Hugo Silva se prepara para volver a la tele... y rodará el año que viene su segundo corto.

/ Marino Cigüenza

¿Y lo habéis pasado tan bien en el rodaje como se presume al ver la película?

Pepón: Pues a pesar de tener que ir a toda leche, nos ha dado la risa, sí. Sobre todo cuando llegan los primos polacos, interpretados por Mara Guill y Chuky (Salva Reina).

Hugo: Vivimos una especie de “Gran Hermano”, porque rodábamos en un polígono industrial de un pueblo del interior de Málaga, Mollina. Nos alojábamos en un hotel precioso, con piscina, pero estábamos rodeados de una colonia de jubilados ingleses... rollo “Cocoon”. Fue surrealista y divertido.

Pepón: También muy intenso... Yo no libré ni una hora, ni un día de las dos semanas que estuvimos allí trabajando, sábados incluidos.

Pepón: Yo sí que me di algún que otro chapuzón y alguna vuelta en Vespino.

Pues hablemos de sexo, que es el leit motiv de “El intercambio”. ¿Vosotros sois de satisfacer o de que os satisfagan?

Pepón: Pues de las dos cosas...

Hugo: Yo pienso que tiene que haber un equilibrio porque si no... estamos apañaos.

Pepón: Porque ir solo al sexo y no pasarlo bien juntos no tiene ningún sentido. Ser egoísta no funciona nunca.

Hugo: Pero como todas las relaciones, deben ser recíprocas.

Pepón, tu personaje se enfrenta a tener que enrollarse con alguien que no le gusta, ¿podrías?

Bueno, yo incluso lo he hecho (risas). Eso sí, siempre borracho... hasta la mañana siguiente.

Hugo: Creo que eso lo hemos hecho todos, ¿no?

¿Hay algo que aún no hayáis probado y que os tiente?

Pepón: ¿De esos morbos privados? Ahora no se me ocurre... Es que yo, con la edad que tengo, ya he hecho lo que quería. Nunca me ha dado por hacerlo tirándome de un paracaídas o cabalgando sobre un poni... A mis 50 años, teniendo una vida sexual normal y consentida con tu pareja, lo lógico es haberlas probado ya.

Hugo: Pues seguro que hay cosas y espero que nos las encontremos en el camino (risas).

¿Y si os dieran a elegir entre intercambio de parejas, ménage à trois o bondage?

Hugo: ¿Y no se puede todo a la vez? (risas).

Pepón: Yo soy más de ménage à trois.

¿Cómo es trabajar con Rossy de Palma?

Pepón: Te ríes mucho, porque es muy graciosa; una persona exuberante y apabullante.

Hugo: Y muy imprevisible. Tú te imaginas cómo se puede decir una frase de cincuenta maneras y ella te trae la 51. Es cariñosa, natural y genera buen rollo.

Pepón: Ella se gana al equipo en dos minutos, se aprende los nombres de todos, les da besos (como Hugo)... La conozco desde hace muchos años, pero es la primera vez que trabajamos juntos. Y tenerla en tu vida es un gustazo.

¿Se suda más una comedia que una tragedia?

Pepón: Sí, por supuesto. La comedia tiene un ritmo casi de ejercicio de gimnasia. A mí me divierte mucho hacerla y es muy gratificante, pero reconozco que es un trabajo exigente del que terminas muy agotado.

Hugo: A la comedia se la ve como un género menor, pero su grandeza es que te la cuela sin que te des cuenta. Una buena te hace pensar y es todo un máster.

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