La pregunta que Pablo Motos no se atrevió a hacerle a Woody Allen en 'El Hormiguero'

El cineasta participó mediante videollamada en el programa de las hormigas desde Nueva York.

La entrevista de Pablo Motos a Woody Allen en 'El Hormiguero'

La entrevista de Pablo Motos a Woody Allen en 'El Hormiguero'.

/ @El_Hormiguero

Hay pocos espacios que puedan presumir de haber contado con Woody Allen en su plató. Sin embargo, 'El Hormiguero', el programa que desde hace más de una década se ha convertido en parada televisiva de referencia de las grandes figuras internacionales que pasan por nuestro país, logró que este miércoles el director de 'Días de lluvia en Nueva York' (y de tantas otras películas, hasta 49) se asomara a su pantalla, aunque por videollamada y desde Nueva York.

Con motivo de la presentación de su nueva película, 'Rifkin's Festival', que se ha rodado en San Sebastián, Woody Allen —que no sonrió en ningún momento aunque contestó con numerosos detalles y, hasta cierto punto, amabilidad las preguntas— elogió la ciudad guipúzcoana, "una de las más bonitas de Europa" y su festival cinematográfico "recoleto y centrado en el buen cine" a diferencia de otras citas "abrumadores y grandes, más preocupados por lo comercial y las transacciones".

Las preguntas, muchas de las cuales estaban vinculadas al argumento de su nuevo trabajo (un matrimonio maduro estadounidense que acude al Festival de San Sebastián donde ella tiene un 'affaire' con joven director francés) dejaron respuestas divertidas. Woody Allen confesó que el secreto para que una relación sentimental dure, como la que mantiene él actualmente con Soon-Yi Previn desde hace veinte años, es, ni más ni menos, que "suerte". "Dentro de un mes cumplo 85 años y desde mi observación pienso que no se puede elaborar una estrategia (...) Es suerte que encuentres a la persona adecuada y que haya química. Y que disfrutes de la compañía del otro y que aunque haya algún conflicto, no sean peleas constantes".

También admitió que el mundo "puede ser duro y desagradable", y que en él conviven personas con visiones "amargas" pero que son inteligentes y "sus observaciones son precisas y tienen interés", con otras que son simplemente "quejicas y pesadas" y de las que es mejor huir.

"Veo un poco de mí en algunos de mis personajes, pero son inventados. Si me presentase yo tal cual con mis hábitos, sería aburridísimo, pero si exagero esos hábitos que tengo, algunos de los cuales no niego que sean algo neuróticos, tienen gracia", añadió.

En cuanto a las críticas, aseguró que no había leído nada que hablara de él desde hace 45 años: "Cuanto menos pienses en tu trabajo y en lo que piensan otros de él, mejor. Charles Chaplin dice en 'Candilejas' que cuando el artista piensa demasiado en su obra, se pierde. Lo mejor es trabajar, trabajar y trabajar", afirmó entre aplausos del público.

Además de dejar algunos otros titulares, como que de haber sido más guapo "hubiera interpretado más protagonistas de películas románticas en lugar de tantas comedias" y de la dificultad de encontrar a un "protagonista guapo que también sepa hacer comedia y sepa actuar", Woody Allen se despidió prometiendo, al menos, rodar otra película más ("luego me replantearé qué hago con mi vida", explicó).

Solo hubo una pregunta que nos quedamos con ganas de escuchar y que no pronunció Pablo Motos. Nos referimos a la relacionada con las declaraciones de Elena Anaya en ese mismo plató hace unos días, cuando la actriz reveló, además de su admiración por Woody Allen, con quien acaba de rodar 'Rifkin's Festival', cómo el cineasta le había hecho sufrir en el rodaje, dedicándole frases como que era "la peor actriz de la historia del cine". ¿Tal vez una estrategia de 'coaching' para motivar a sus actores? ¡Quizá!

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