Cinco razones para leer ‘El mundo necesita a Delirium’ (según su autora)

Una novela cómica, protagonizada por una superheroína desastrosa y con el alcoholismo y la amistad como temas centrales. ¿Necesitas más motivos? Su autora Rosa Gil, firmará su libro en la Feria del Libro de Madrid el próximo 10 de junio a las 18:30 en la caseta 229. ¡Marchando!

'El mundo necesita a Delirium', de Rosa Gil (editorial Contraluz)

'El mundo necesita a Delirium', de Rosa Gil (editorial Contraluz)

/ D.R.

Hace años, empecé a escribir ‘El mundo necesita a Delirium’ (Contraluz) como una parodia de los relatos de superhéroes. Y descubrí que era un enfoque con mucho potencial y que el humor era el género perfecto para hablar de temas muy serios. Aquí van cinco razones para asomarte al mundo tragicómico de Lola, la superheroína que nunca elegirías para salvarte la vida (pero que te la salvará de todas formas).

1. La premisa. ¿Y si tuvieras que salvar el mundo a cuestas de tu peor borrachera y con tu mejor amiga dándote la murga al lado? Es lo que le sucede a Lola, alias Delirium, una superheroína que solo adquiere superpoderes cuando bebe alcohol, lo que afecta tanto a la calidad de sus actuaciones como a su vida personal. A su lado está su mejor amiga, Leticia, que se debate entre animar a Lola a hacer el bien y protegerla de los estragos del alcoholismo. Por si fuera poco, Lola y Leti descubren que hay un nuevo villano en la ciudad, y que todo apunta a que sus poderes tienen el mismo origen que los de Lola.

Rosa Gil, autora de la novela 'El mundo necesita a Delirium' (Contraluz)

Rosa Gil, autora de la novela 'El mundo necesita a Delirium' (Contraluz)

/ Asís Uriarte

2. El humor. ‘El mundo necesita a Delirium’ es una novela cómica. Si los lectores y lectoras se ríen con los traspiés de Lola, las reflexiones sobre prepucios bíblicos de Leticia y los ridículos superpoderes de cierto personaje cuya mención sería spoiler total… mi misión aquí estará cumplida. Pero es que además la risa es un disparador del asombro y de las conexiones mentales, y, sobre todo, un método perfecto para tratar temas que nos pesan en el alma (en este caso, el alcoholismo y la toxicidad). Gabriela Mistral dijo: “Hay sonrisas que no son de felicidad, sino de un modo de llorar con bondad”. Y autores de la talla de Eduardo Mendoza, P.G. Wodehouse, Caitlin Moran o Terry Pratchett son los mejores ejemplos.

3. Las amigas. En ‘El mundo necesita a Delirium’ hay varios temas de fondo, pero puede que este sea el más importante: las amigas de toda la vida, esas que ponen los ojos en blanco cuando te estás pasando de lista, esas a las que admiras ciegamente, esas con las que tienes tantos chistes privados que vuestra conversación funciona como si fuerais un dúo (tragi)cómico. La amistad es algo que evoluciona, cambia, y de lo que a veces hay que escudarse cuando se vuelve tóxica. Por eso estoy deseando que conozcáis a Lola y Leticia, amigas y sin embargo compañeras de misión superheroica, como Batman y Alfred, Sherlock Holmes y Watson, Spiderman y su tío de la silla. Las quiero mucho a las dos.

4. Los extras. Me gustan los superhéroes, así que ya tenía en mi altar personal a Natacha Bustos, la espectacular autora de la portada de ‘El mundo necesita a Delirium’. Puede que conozcáis su trabajo en la Marvel (‘Moon Girl y Dinosaurio Diabólico’, ‘Runaways’, ‘Doctor Extraño’). Y si no es así, ya estáis tardando. Los superhéroes me llevaron también a descubrir al escritor Gonzalo Torné, autor del prólogo de la novela. Torné es un escritor brillante, y también un tipo majísimo que lo mismo te hace un análisis detallado de las obras de James Joyce que una comparativa entre el estilo de Neal Adams para Batman y para la Patrulla X. Cualquiera que se niegue a dividir la cultura en ‘alta’ y ‘baja’ y predique con el ejemplo tiene mi admiración más profunda.

5. Los superhéroes. Sí, me gustan los superhéroes. Y es por muchas razones, pero una de las importantes es que se hacen una pregunta crucial: si tuvieras el poder suficiente para hacer el bien, ¿pagarías el precio? (el precio, en ‘El mundo necesita a Delirium’, se mide en desempleo, exclusión social y familiar y desgaste de hígado). Disfruto especialmente cuando algún autor sabe dar un giro a los clichés que suelen acompañarlos, desde Superlópez hasta Pacificador, pasando por Hulka, Jessica Jones, Deadpool, Miracleman o The Boys, y he intentado aportar mi pequeño twist a la lista.

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