La desesperación también se narra con viñetas: así es 'Madr¿eh?', de Lyona

La ilustradora catalana cuenta en su último trabajo cómo ha sido su largo camino para quedarse embarazada padeciendo endometriosis

Marta Puig, más conocida como Lyona, con su último libro 'Madr¿eh?'

Marta Puig, más conocida como Lyona, con su último libro 'Madr¿eh?'

/ Alex Faimali

Contar las desgracias con sentido del humor, a pesar de ser contradictorio, parece curar cualquier otro hecho para superarlo. Hacerlo, además, a través de ilustraciones, no debe ser tarea fácil en absoluto, sobre todo si se tiene en cuenta que lo que se narra es personal, íntimo. Estos dos perfiles, el de lo cómico y lo íntimo, han sido las bases fundamentales del último trabajo de Lyona.

Se trata de 'Madr¿eh?', publicado recientemente por Random Cómics, obra sucesora al éxito de la autora con 'Sex¡oh!', con el que pretende acercarnos un poco más a una enfermedad tan silenciada como desconocida: la endometriosis. Acercarnos por decir algo, puesto que el hecho de haberse convertido en una dolencia maldita, de la que aún cuesta encontrar investigaciones sólidas y que muchas mujeres ignoran padecer, es sinónimo de que aún queda mucho por hacer... y por saber.

Ilustración de 'Madr¿eh?', de Lyona
Ilustración de 'Madr¿eh?', de Lyona / Lyona - Random Cómics

De ese modo, Lyona comparte una de las experiencias más traumáticas de su vida y la de tantas mujeres que han encontrado dificultades para cumplir uno de los sueños de su vida, el de ser madre. Debido a que la ilustradora acaba de llegar a parte de él, y actualmente puede presumir de barriguita, ofrece un enfoque muy particular de un deseo que no todas son capaces de alcanzar tras intentarlo en reiteradas ocasiones.

A pesar del marcado tono cómico de la autora, al libro no le falta realismo, desesperación y desgaste. Así, narra el complicado camino hacia la maetrnidad al que se tuvo que enfrentar al saber que, en el momento en el que sabía que se daban las condiciones necesarias para quedarse embarazada, recibió la noticia de que tenía la enfermedad de la endometriosis.

Para aquellos que desconozcan este término, se trata de un trastorno en la mayoría de las veces doloroso (motivo por el que debemos recordar que la menstruación no debe doler) mediante el cual el endometrio se implanta fuera de su lugar habitual. Debido a que se debe preparar cada mes para un posible embarazo y no se encuentra donde debería, tapona la sangre de la regla y produce como resultado una serie de adherencias, esto es, restos de sangre que hacen que los órganos se peguen entre sí. Como consecuencia de ello, la paciente sufre esos dolores en ocasiones insoportables.

Además de dolorosa físicamente, se trata de una enfermedad que produce gran dolor emocional. Quien la padece está expuesta a verse en la obligación de que su vida gire en torno a ella: nunca sabe en qué momento se va a encontrar mal, si los cólicos que le producen le van a impedir moverse y, como en el caso de Lyona, si puede ser la principal causa de la infertilidad. En definitiva, no se pueden hacer planes y sobre eso mismo dibuja Lyona en este trabajo.

La autora cuenta cómo las circunstancias obligan a las mujeres a luchar por sus metas independientemente de ese deterioro físico y emocional, donde todo parece ir a la inversa de lo que debería: cuando quiere ser madre no encuentra a la pareja deseada ni cuenta con una estabilidad económica y laboral que le permita serlo. Por contra, cuando desea quedarse embarazada y ha alcanzado ese equilibrio en su vida, recibe la noticia de que conseguirlo no es fácil en absoluto.

Fragmento de '¿Madr¿eh?', ilustrado por Lyona y publicado por Random Cómics
Fragmento de '¿Madr¿eh?', ilustrado por Lyona y publicado por Random Cómics / Lyona - Random Cómics

Tras varios consejos de amigas, conocidas, médicos y especialistas, con la figura de su madre muy presente a lo largo de la obra, varios intentos fallidos, montañas rusas anímicas, decisiones vitales como la de empezar un tratamiento de Fecundación In Vitro (FIV) y destinar todos los ahorros a posibilidades inciertas, esta protagonista más parecida a una heroína que a otra cosa consigue humanizar y visibilizar un problema del que hasta ahora no se había hablado con tanta claridad.

Si bien es cierto que la autora ha reconocido que, en su momento, hubiera deseado conocer a alguien que estuviera pasando por ello para recibir ese foco de empatía tan necesario que exige una enfermedad demasiado desconocida para su gravedad, se puede decir que con su trabajo muchas mujeres sabremos conocer nuestro cuerpo un poco más y comprender a aquellas otras que pueden estar pasando por una situación similar. ¡Enhorabuena, futura mamá!

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