Julianna Margulies: hay vida después de ‘The good wife’ (y va de terrorismo feminista)

Tras cerrar su etapa como Alicia Florrick, la actriz prepara una nueva serie sobre… ¡terrorismo feminista!

La actriz Julianna Margulies

La actriz Julianna Margulies, en una de las últimas ediciones de los Premios Screen Actors Guild en Los Ángeles. 

/ Alberto E. Rodriguez

¿Cuántas actrices pueden presumir de haber hecho tan bien una escena de suicidio que los productores decidieron que su personaje no muriera? Obviamente, no tenemos la menor idea, pero Julianna Margulies es una de ellas. Y los impresionados fueron, nada menos, que Steven Spielberg y Michael Crichton, creadores de 'Urgencias', que en plena grabación del piloto de la serie decidieron convertir a su fugaz personaje, Carol Hathaway, en parte del casting principal.

Por eso, en el año 2000, cuando Julianna decidió dejar 'Urgencias', todos le dijeron que estaba cometiendo un error. Le había tocado el premio gordo, decían, y eso no pasa dos veces. Pero Julianna tenía 32 años, la hipoteca pagada y dinero para vivir un año entero. Quería nuevos retos. E intuía que su sendero no era el de las grandes estrellas de cine.

Como si hubiera roto algún espejo de mal agüero, pasó siete años en el limbo de los papeles insignificantes, siendo esa secundaria que te hace entornar los ojos porque te suena de algo y no sabes de qué. Ni siquiera daba pie a cotilleos de papel cuché: hija amantísima de judíos europeos y propensa a los noviazgos de larga duración, Julianna tenía la vida íntima más envidiablemente aburrida de todo Hollywood.

Solo al hilo del movimiento #MeToo ha revelado que las buenas chicas también lloran, y que en aquellos años tuvo un doble encontronazo con la cultura del acoso: primero cuando Steven Seagal, protagonista de la primera película en la que trabajó, le tendió una encerrona de la que salió espantada pero indemne. Y, segundo, cuando aquel incidente le dio la sabiduría necesaria para esquivar una bala más peligrosa: Harvey Weinstein le dijo que quería verla en su habitación de hotel para hablar de la audición que había hecho para una de sus películas. A Margulies aquello le olió a cuerno quemado y arrastró con ella a la ayudante que insistía en que subiera sola. Cuando Weinstein abrió la puerta, llevaba su celebérrimo albornoz y tras él se vislumbraba una cena para dos.

Tras aquellos años de travesía del desierto, sin embargo, Julianna tuvo su recompensa. Michelle y Robert King la llamaron para hablar de un proyecto, 'The good wife' surgido de una foto recurrente en los periódicos: la de esas esposas de políticos que, con gesto contrito, asistían a las ruedas de prensa en las que sus maridos dimitían, reconocían conductas inapropiadas, corruptelas o infidelidades, y que luego desaparecían con ellos mientras nosotros nos preguntábamos cómo seguiría la historia en el ‘backstage’.

'The good wife' arrancó en 2009, con Julianna en el papel de Alicia Florrick (que, por cierto, a la que llegó al ‘backstage’ en cuestión le arreó un sopapo a su infiel marido) y lo imposible sucedió: a Julianna le volvió a tocar el gordo. 'The good wife' arrasó, y esta vez Margulies no se bajó del tren hasta que el tren se detuvo y anunció el final de trayecto, siete temporadas después.

Ahora, con tres Emmy, un Globo de Oro y ocho premios del Sindicato de Actores a los que sacar el polvo, Julianna vuelve a la carga. Ha rodado 'Three Christs', una de hospitales psiquiátricos y terapias poco ortodoxas; ha estado en el esperado 'remake' estadounidense de la francesa 'Intocable'. Y, dos años después de quitarse los impecables trajes chaqueta de Alicia Florrick, vuelve a la televisión con la serie 'Dietland'.

Y ahí Julianna nos demuestra que, a sus 51 años, siguen gustándole los retos. 'Dietland', producida por AMC, está basada en el <strong>Sarai Walker</strong>libro homónimo de Sarai Walker (recién publicado en España por Carmot Press como ‘Bienvenidos a Dietland’), una novela que se camufla como 'chick-lit' ligera para hablarnos sobre feminismo radical, cultura de la violación, sexualización de la mujer y estándares imposibles de belleza (y eso para empezar).

La trama gira en torno a Plum Kettle (Joy Nash), una mujer traumatizada por su sobrepeso que se da de bruces con un grupo de terroristas feministas dispuestas a todo, desde estrangular a magnates de la industria del porno hasta defenestrar a violadores reincidentes. Y en medio de este sarao, nuestra Julianna encarna a Kitty Montgomery, la ambiciosa editora de una revista que, cuando las terroristas empiezan a atacar a gente de su entorno, se ve obligada a convertirse en agente doble.

La serie se estrenará en 2018 y no sabemos si un planteamiento así de delirante será terrorífico o sencillamente genial. Nosotras le daremos una oportunidad, porque sabemos del buen ojo de Julianna Margulies y confiamos en que haga de 'Dietland' su tercer oro olímpico en esto de la ficción televisiva.

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