Pablo Carbonell: "Soy músico sin formación, actor sin formación y escritor sin haber aprobado 2º de BUP"

El hilarante líder de Los Toreros Muertos, actor y colaborador televisivo escribe su primer libro de ficción, 'Pepita'. Y es... ¡una locura! 

Pablo Carbonell en el estreno de 'La Tribu'

Pablo Carbonell, en el estreno de 'La Tribu'.

/ Carlos Alvarez

A la primera pregunta que se le formula, la cara vikinga de Pablo Carbonell se ilumina con la sonrisa guasona con la que se dio a conocer cantando 'Mi agüita amarilla' junto a Los Toreros Muertos o con la que desconcertaba a sus entrevistados en el programa 'Caiga quien caiga'. "Vaya preguntita para la resaca", comenta antes de revelar que el día anterior ha estado con Mikel Urmeneta (el dibujante de Kukuxumusu) y que la noche se les fue un poco de las manos.

¿Una pose? No parece, cuando pide un agua con gas y se la bebe a sorbitos a la vez que comienza a hablar de 'Pepita' (Ediciones Destino), su novela surrealista, porcina y descacharrante que se desarrolla en el pueblo minero de Riocochino y donde la única fémina de los protagonistas, la mujer que titula el libro, es también la única mente coherente en un universo cazurro, machista y con olor a piara.

Un inciso: a Pablo Carbonell le gusta "tomar el pelo a la gente aunque con respeto", advierte mientras sospechamos que, en algunos momentos de este encuentro, hemos sido víctimas de esa afición. Por eso, esta entrevista hay que cogerla con pinzas (o, tal vez, no).

Tu primer libro de ficción. Y la experiencia ha sido…

Muy incómoda. Escribir mis memorias en el libro anterior, 'El mundo de la tarántula', fue relativamente fácil. Ahí no intenté hacer ningún alarde literario porque la realidad no necesita que la embellezcas y yo había decidido hablar a corazón abierto. Pero hacer ficción y, encima, haciendo humor... ¡no sabía que era tan difícil!

Si el humor es tu especialidad…

Había hecho pequeñas sátiras en canciones, pero no una sátira de 300 páginas. Quizá es que soy muy exigente [pone un gesto cómico].

Pablo Carbonell, en una foto de archivo

Pablo Carbonell, con cara de susto.

/ BMR

Ya en las primeras páginas encontramos términos como alopécico, triceratops, centrípeto… ¿Tienes debilidad por las palabras largas y rimbombantes?

Creo que si te pones a escribir lo lógico es que exprimas el diccionario y rescates palabras que habitualmente no utilizas en conversaciones porque si lo hicieras serías tachado de petulante. Hacer un buen uso del lenguaje, y yo no presumo de ello, es básico para mantener los nervios templados.

¿De qué forma?

El tipo que sabe definir una situación o un personaje que tiene delante no necesita los terrenos comunes del insulto habitual y vive muy sosegadamente. Tiene más herramientas para no romperse la mano dando un porrazo en la mesa.

Pablo Carbonell en el estreno de 'Dolor y gloria'

Pablo Carbonell hace el signo de 'Star Trek' en la premiere de 'Dolor y gloria', de Pedro Almodóvar.

/ Daniel Gonzalez

Y seguimos con 'soleta', 'canana'… ¿te has propuesto que los 'millennial' cojan el diccionario?

Solamente he tenido que buscar un término porque no me venía al majín (cabeza) y es escabel. Los demás lo sé yo de mi pueblo…

¿Tu pueblo? ¿Cádiz?

Soy de Cádiz. Aunque tengo pinta de volado, como los de Tarifa. Allí cuando alguien se vuelve más loco de lo normal y comete algún disparate, se dice ¡uy, se aventó! Esto te puede servir para saber lo que he pensado cada ‘palabro’ del libro.

¿Cuántos párrafos puede durar serio Pablo Carbonell?

Nada, dos párrafos. Pero en la vida real soy un tipo serio. Y amante del silencio. Me aguanto bien solo…

¿De verdad?

Sí, cuando voy a una ciudad nueva, hago turismo en el hotel. Y nunca me río fuera de horas de trabajo. [Risas] Soy familiar. Hoy me has pillado un poco lesionado [mira el agua con gas] pero no suelo salir nunca. Me picó mi mujer, que tampoco es nada fiestera.

Cuando te pones serio, ¿te toman a broma?

Yo me parto de risa cuando me pongo serio y digo cosas ridículas. Y me gusta mucho tomar el pelo a la gente, pero con sinceridad y con respeto. No es que engañe pero la solemnidad y yo no tenemos una relación muy estrecha.

Pablo Carbonell, a lo Marcel Proust

Pablo Carbonell posa a lo Marcel Proust en la foto de autor de su libro 'Pepita'.

/ Pablo Carbonell

Y el descontrol es marca de la casa.

Algo de eso hay. Aunque más que descontrol lo llamaría divagación. Me gusta irme por las ramas e intentar escapar del tiesto.

En el libro, Atanasio, un personaje muy rústico…

Rústico, cazurro y con la personalidad un poco acochinada porque sus cerdos son sus compañeros de trabajo y los quiere mucho. Generalmente la gente no pone nombre a aquello que se va a comer pero él sí.

Como decía, Atanasio y sus cerdos vibran con las canciones de Duncan Dhu. ¿Alguna rencilla que tengamos que saber con la banda de Mikel Erentxun?

Lo curioso es que yo a Duncan Dhu los adoro. No es que hagan la música que más me gusta pero Mikel es superamigo mío y cuando se me ocurrió la tontería de que los cerdos van detrás del cochecito porque suena su canción 'Cien gaviotas' y en lugar de eso entienden 'Cien bellotas donde irán'… Claro, se me ocurrió este chiste, este disparate, y no podía renunciar a él. Igual se ofende Mikel pero creo que se lo conté y le hizo gracia. Para compensar, uno de los cerdos se llama Carbonell, me he hecho un buen homenaje.

Pablo Carbonell, en una foto promocional

Pablo Carbonell, en una foto promocional. 

/ Editorial Destino

¿Sobre qué no se puede bromear en España?

Yo intento no bromear con la fe. Mi padre murió el año pasado y era un hombre muy pío. Pese a eso, él me respetaba y yo le respetaba a él. El que la gente abrace la fe porque si no se muere de angustia, me provoca ternura. Les respeto aunque el cura de mi novela parezca el jorobado de Notre Dam.

Eres cantante, cineasta, actor, reportero televisivo, novelista… Y has dicho que siempre te has sentido un intruso en todas esas profesiones.

Soy músico sin formación, actor sin formación, escritor sin haber aprobado 2º de BUP… Las cosas las hago porque tengo mucha fantasía, o porque me lo paso bien. Estoy convencido de que un día alguien me va a decir: "Usted se está pegando la vida padre en el mundo de las 'celebrities' y es un tipo muy vulgar, ya está bien. Ya ha acabado con la paciencia del público y gánese la vida de una forma menos divertida".

Porque sigues pasándotelo pipa…

Sí, me lo paso muy bien. Uno de mis primeros trabajos fue el de payaso con Pedro Reyes en la sala Rock-Ola. Uno de mis propósitos era romper la distancia entre el artista y el público. Destrozar el 'star system'. Y la manera más directa era sintetizando las ideas generales de las canciones y ponerlas en un tono exagerado o grotesco y destruir ese concepto habitual de canción. Hacía una parodia.

También has roto algún que otro esquema en tu novela.

Un poquito sí pero sigo con mis problemas de fe. No sé para qué sirven las novelas.

¿No lees novelas?

Ahora me ha dado por Stephan Zweig, me parece una bestia. Estoy leyendo su biografía de Freud. Y anteriormente me he leído la de María Estuardo. Sus relatos me interesan pero me interesan más los ensayos, las biografías, los datos. En las novelas, sin embargo, me cuesta sumergirme.

En tu novela, la mujer, Pepita, parece ser la única coherente y digna de la historia.

Es la única que dice cosas sensatas pese a estar rodeada de un mundo muy marciano. Y es la que más me ha costado escribir porque escribir chorradas… es relativamente fácil. No hay ni un solo personaje que no esté trastornado por alguna cosa salvo Pepita. Es la heroína de la película, tenía que ser inteligente, digna, bella por dentro y por fuera.

¿Las mujeres que te rodean en tu entorno también hacen ese papel?

A las mujeres las quiero mucho y en este momento hay una especialmente importante en mi vida porque es la que más me necesita. Me refiero a mi hija Mafalda.

¿Cómo eres como padre?

Intento ser tan buen padre como lo fue mi padre conmigo. Él fue un ejemplo más que un compañero de juegos. No sabía jugar, ni cantar, solo se sabía un villancico. Mi padre era un hombre prácticamente teólogo. Yo juego mucho más con mi hija que él. Bueno, más que jugar le explico cosas, como ella es muy inquieta y es una anciana prematura… Me lo explicaron en Zahara de los Atunes, me dijeron: "Tu hija es un alma vieja". Porque las niñas que son muy sabidas, son de un alma que se ha reencarnado muchas veces.

Hace poco hiciste público que tu hija Mafalda sufría una enfermedad congénita

Enfermedad… Es un saco bastante grande que se llama artrogriposis, la tiene en los miembros inferiores y pensamos que nunca podría andar. Ha pasado por varias operaciones y ahora le vamos a hacer otra.

Pablo Carbonell y su hija pequeña, Mafalda

Pablo Carbonell y su hija pequeña, Mafalda, en una foto de archivo. 

/ GDG

Aunque eso no la ha frenado para hacer una película…

Ha hecho una película de protagonista con Óscar Martínez que dirige María Ripoll, 'Vivir dos veces'. Yo no he querido ver mucho. Fui a verla al rodaje y me emocioné tanto que le dije: “Mafalda, no voy a venir más. Recuerda que quiero que me hagas llorar. El día que sea el estreno, me llevaré una caja de kleenex”.

Síguele la pista

  • Lo último