Entrevista a Anni B Sweet: "Soy casera, una viejoven"

En 2009, y cuando todavía era menor de edad, un disco ('Start Restart Undo') y el encanto folkie de temas como ‘Motorway’ erigieron a Anni B Sweet en musa indie del momento, nombre necesario en carteles festivaleros, referencia de estilo e involuntaria competidora de Russian Red, a quien era comparada un día sí y otro también por el gusto de ambas por componer en inglés y cantar aferradas a su guitarra.

Ahora, con dos discos más a sus espaldas y otro en ciernes que será el primero que componga en español, participa en la <strong>43 Gira en Kasas'</strong>'43 Gira en Kasas', que lleva este verano la música de grandes bandas y artistas a salones y cuartos de estar de casas (abajo, todas las fechas). La cantante nos explica esta aventura y otras muchas más.

¿Qué clase de ‘okupación’ es esa de dar conciertos por casas ajenas?

Una muy bonita. Es llevar el concierto al lugar en el que nacen las canciones porque, por lo menos en mi caso, nacen en casa. Y para el público creo que también es algo diferente y especial porque no existe la distancia que hay en una sala.

¿Como terminan estas cosas, como el camarote de los hermanos Marx?

Espero que con la gente muy feliz e incluso que charlando entre nosotros, ya que se da esa cercanía.

En la época de Amazon, ¿las canciones también se reparten a domicilio?

Todo puede ocurrir porque con lo rápido que están pasando las cosas... Aunque me temo que no habría ni tiempo ni voz suficiente para cumplir con todos.

¿Anni B Sweet es más de casa o de faranduleo?

Soy de estar en casa, soy una viejoven. Me gusta mucho la tranquilidad, no me gusta nada el jaleo, y fíjate que mi trabajo es todo lo contrario. Pero yo trato de hacer mi concierto y volver al hotel pronto, no me importa tomarme algo tranquilo pero no soy nada de salir de fiesta.

¿Eso es compatible con tu profesión?

Cuando salgo es para hacer algo que adoro, tocar, así que como dice el refrán, "sarna con gusto no pica”. No me quejo, llevo una vida bastante tranquila: voy, toco, lo paso muy bien, y de ahí me voy a descansar. A veces hablo con la gente que va a los conciertos.

¿Y qué te dicen?

Lo más bonito que me han dicho es que mis canciones le han ayudado a salir de una situación muy fea que tenían y que les hacen sentir bien, que me han escuchado en una etapa muy difícil y eso les ha venido bien.

¿Cuál es, según tu público, tu canción más curativa?

Puede ser que ‘Shiny days’, que precisamente no está grabada en ningún disco y la gente ha conocido por los directos. Muchos me han dicho que tiene algo especial, que se han identificado con ella, que es la que más han escuchado o que les pone los pelos de punta.

¿La letra también tiene algo de terapia?

Habla de cómo se va rompiendo una relación, su desgaste, y cómo uno pide que le devuelvan esos días en los que estaba bien. Dice “bring me my shiny days”, que significa “tráeme mis días soleados”. Cada uno se lo puede llevar a su terreno, que es lo bonito de las canciones.

¿Qué otros temas siempre te acompañan y mejor te representan?

‘Getting older’, ‘Chasing illusions’, ‘Motorway', ‘At home’… que son los singles. Luego siempre meto canciones nuevas para que la gente no se espere siempre el mismo repertorio. Ahora toco un tema nuevo, ‘Monstruo’, que es en castellano.

Tus títulos suelen responder al momento vital que vives. ¿A qué conclusiones hay que llegar con ese título, ‘Monstruos’?

Es la canción más rara y oscura del próximo disco, que saldrá a principios de año. El resto de canciones van tirando hacia un pop eléctrico que tiene luz, muchos toques retros y están en castellano. Esta ‘Monstruos’ tiene mucho de raíz, un punto sureño que siempre he tenido pero que aquí se aprecia más al estar cantada en español y que recuerda al flamenco.

Al cantar en español, ¿una se siente más expuesta?

El inglés siempre ha sido la lengua en la que me he expresado con mis amigas, en el cole (estudió en un colegio británico) y en todas partes menos en casa. Pero cuando escribes, no importa el idioma, siempre me he sentido expuesta. Yo me desahogo con las canciones. Sí que es cierto que con el español tengo menos soltura al escribir y me pienso más la letra. Además el inglés es mucho más fácil para encajar en una melodía, es más suave, te da más opciones de partir una palabra y el español es más durete al oído. Pero cuando sale bien, es maravilloso.

Te gusta la moda y has prestado tu rostro a distintas marcas. ¿Qué hay en tu armario?

Me gusta muchísimo la estética de los años 60 y 70. Y, ahora, los monos, ¡tengo muchísimos! Compro mucho en tiendas de segunda mano.

Tu Instagram, además, está lleno de sombreros y gafas de sol

Los llevo a todas horas, más ahora, en verano. Y llevo un par de años que me encantan los pendientes. De gafas, tengo una colección enorme. Hay de todas las formas, las últimas que me he comprado son un modelo de los 70 celestes, enormes, me ocupan la cara entera.

¿Qué guardas en tu neceser?

El eyeliner y el rimmel es lo que llevo siempre. Y llevo un año cuidándome mucho la piel, tener la piel bien hace un montón. Voy a una chica que es buenísma y es espectacular, todo el mundo está flipando, Silvia Funes. Trabaja en Granada y es extremadamente buena.

Curiosidad, ¿qué guardas en el segundo cajón de la cocina?

Trocitos de papel con frases que se me van ocurriendo y pueden servir para canciones, mecheros, algún colgante, algún pendiente que me he ido dejando por la casa y acaba ahí también, algún cuchillo... Soy casera y caótica, me gusta el orden pero me cuesta mantenerlo. Mi casa está ordenada pero a mi manera.

Dime algo que escondas en la retaguardia.

No guardo mucho. De personalidad soy insegura y tímida, intento guardarme eso para mí pero ya lo sabe mucha gente porque cuando te ven en el escenario, esas cosas se notan.

¿Con el tiempo eso no se supera?

No. Pasos muchos nervios en los momentos de antes y en el escenario. Me halaga mucho que la gente se mueva para irme a escuchar y quiero que entiendan bien le mensaje de las canciones; todo eso me preocupa y me pone muy nerviosa. Lo paso bastante mal.

También será gratificante

Hay una mezcla entre los nervios, la presión y las ganas. Cuando termino el concierto estoy superfeliz, siento la energía del público. Cuando es un buen público, se crea una magia superbonita; en cambio, cuando no ha conexión, empiezan las cosas a torcerse y a ir fatal. Influye la gente que tengas delante.

43 Gira por Kasas contará con todos estos conciertos:

5 de julio a las 20.00: Zenet, en Madrid.

8 de julio a las 20.00: Club del Río, en Madrid

21 julio a las 20.00: Carmen Boza, en Valencia.

7 septiembre, a las 19,00: Depedro en Sevilla.

8 septiembre, a las 20.00: Mr. Kilombo en Madrid.

20 septiembre, a las 19.30: El Kanka en Mälaga.

21 septiembre,a las 19.30: Carmen Boza en Sevilla.

22 septiembre, a las 19.30: Club del Río en Sevilla.

Consulta más conciertos en la web de 43 gira en Kasas.