“Che, el argentino“

Entrevista en exclusiva con Steven Soderbergh, el director de “Ché, el argentino”, basada en la historia del joven idealista argentino Ernesto Guevara.

“Che, el argentino“
“Che, el argentino“

-¿Cómo se te ocurrió la idea de hacer esta película?

-De hecho no fue idea mía, fue de Benicio del Toro junto con el productor. Trabajamos juntos en "Traffic" y empezaron a hablar acerca del proyecto. Me preguntaron si estaba interesado y… dije que sí lo estaba, aunque no sabía mucho acerca del Ché. También me di cuenta de que sería muy difícil. Finalmente, tres años después, hemos terminado.

-¿En qué aspectos se diferencia esta película de las anteriores?

-Comparar yo mismo mis películas es algo de lo que no soy capaz. Eso es para la gente que ve cine para discutir. Para mí, las razones para hacer una película no son intelectuales. Simplemente respondo a una idea emocionalmente o no lo hago. Y no analizo los motivos.

-¿Cómo has logrado una forma tan realista de contar esta historia?

-Creo que parte de crear esa impresión de realismo se debe, por un lado, en cómo trabajas con los actores, y por otro, en cómo preparas las actuaciones. En este caso, hacer la película en español fue para mí absolutamente necesario para hacer que pareciese real. Para aportarle credibilidad. Tampoco hay muchos primeros planos; he querido evitar eso, porque quiero que vosotros decidáis dónde mirar en cada fotograma. Las tomas, en la vida real, son más genearles.Eso forma parte del intento de hacer sentir al espectador lo que realmente está pasando frente a él.

-¿Usas iluminación natural para aumentar el realismo?

-Hemos añadido luz en muy pocos fragmentos de las películas, la mayoría están rodadas con luz natural. La forma en que la cámara RED lee la luz es única y no se parece a ninguna otra cámara, no es como una cámara normal ni como una cámara digital que haya visto, y he trabajado con casi todas.

-¿Qué piensas que significa el Ché para la gente?

-Creo que el Ché significa cosas diferentes para cada uno. De alguna manera ésta es una interpretación personal, muy específica, y no tiene por qué ser una representación que funcione para todos. Sólo puedo ofrecer mi impresión basada en lo que he aprendido. Creo que hay mucha curiosidad alrededor de esta figura y creo que por lo menos la gente que vaya a ver la película entenderá cosas que quizá antes no sabía sobre él. Yo mismo he aprendido muchas cosas sobre la revolución cubana.

-¿Cómo fue la preparación de la película?

-Inicialmente el mayor obstáculo fue el hecho de que, como ciudadano americano, no me está permitido viajar a Cuba para rodar una película. Así que tuvimos que recrear Cuba. También la segunda parte de la película tiene lugar en Bolivia, y económicamente no era favorable para nosotros rodar toda la película allí, así que fuimos a España para rodar casi todas las escenas y después estuvimos cuatro días en Bolivia. Todo ese tipo de preparación, búsqueda de localizaciones y la elección de qué se iba a rodar es la parte de una película que me trae de cabeza.

-¿Cómo ha sido trabajar con Benicio del Toro?

-Trabajar con Benicio es muy intenso, porque siempre quiere hacer lo correcto. Quiere sentir la realidad. Esa discusión entre ambos comenzó cuando empezamos en 2000 y terminó cuando se acabó el rodaje. Me gustó mucho, porque creo que el proceso creativo necesita estar vivo. No veo la necesidad de tomar una decisión definitiva mientras estamos rodando. Incluso, a veces, cuando estamos rodando, necesito hacer cambios; y a él le pasa lo mismo, siempre está buscando una idea para hacer que todo salga mejor. En ese sentido somos muy parecidos.

-¿Cómo fue entrevistar a combatientes reales?

-Es raro conocer a gente que, por ejemplo, vivió toda la revolución cubana, y luego hablar con otras personas que habían estado con el Ché en Bolivia muchos años después, porque todos eran muy jóvenes cuando pasó. Cuando hablas con ellos te das cuenta de que esa experiencia está muy cercana incluso hoy en día; emocionalmente podría haber sucedido ayer mismo. Puedes verlo en sus rostros.

-¿Cuál era tu relación con la revolución cubana?

-Tenía un conocimiento muy superficial sobre la revolución cubana como casi todo el mundo, y mi mayor revelación fue darme cuenta de que había otras personas intentando hacer lo que Fidel hacía. Creo que en EE.UU. la mayoría de la gente piensa que la revolución cubana era sólo Fidel, que ganó él solo, y sin ningún conocimiento sobre los grupos y lo complicado de las relaciones que se daban entre ellos. De hecho, en la película he intentado mostrar que no sólo sostenían armas en la selva, sino que había fondo político y negociaciones que tenían que desarrollar para que la revolución funcionara. Me pareció muy interesante.

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