Ama lo que comes

Te sentirás feliz y llena de erngía. O al menos, esto es lo que promueven estas cuatro profesionales de la nutrición. ¡Descúbrelas, saldrás gananado!

Ama lo que comes
Ama lo que comes

La comida es una actividad cultural que, además de contarse entre nuestras necesidades fi siológicas básicas, dibuja nuestro perfi l y creatividad como personas. Lo mejor de la Historia (con mayúscula, pero también de las pequeñas historias personales) se ha originado o celebrado en una mesa, y nunca nos sentimos más pletóricos que cuando rememoramos un sabor o degustamos nuestro plato favorito una y otra vez. Es obvio: comer es un placer. Con todo, nuestro acelerado ritmo de vida suele explotar el microondas y tener de brazos caídos a la cocinera potencial que llevamos dentro. Y, cuando nos sentimos presionadas o deprimidas, acudimos a las calorías vacías para subir la autoestima. Por suerte, todavía hay muchos que disfrutan tras los fogones, como consejeros profesionales, divulgando formas de comer saludables para cuerpo y mente. Chefs, nutricionistas y representantes de opciones de vida y alimentación alternativas encabezan un laborioso movimiento de recuperación y difusión de la gastronomía más rica en colores, sabores, nutrientes y endorfi nas (las hormonas de la felicidad). Porque, con o sin dietas, lo que importa son los pequeños instantes de felicidad. Nos lo cuentan, con detalle y mano dulce, Giselle Tarrés, una experta que practica el crudismo y se dedica a difundirlo por todo el mundo; Laura Kohan, chef vegetariana y entrenadora nutricional; la reconocida médico nutricionista Magda Carlas; y Iolanda Bustos, chef creativa especializada en frutos y fl ores silvestres. Toda una delicia.

GISELLE TARRÉS

EL CRUDISMO ES SALUD

Tomar los alimentos sin cocción te permite aprovechar todos los nutrientes.

De sus 35 espléndidos años, lleva 15 como vegetariana y diez como crudivegetariana; es decir, renunciando a los productos de origen animal y apostando por una alimentación sin cocción. El crudismo presenta los alimentos con la mínima manipulación posible, con el fi n de obtener la totalidad de sus nutrientes: «Decidí dedicarme a la nutrición crudivegana por razones éticas y de salud. Los veganos no consumimos animales, no los vemos como comida, sino como seres con derechos iguales a los nuestros. Tampoco sus derivados, como huevos o lácteos; no utilizamos piel, ni lana, ni seda, ni cosméticos que se produzcan con experimentación animal.» Los alimentos esenciales de su dieta son los frutos secos, las verduras, frutas, los germinados, los lácteos vegetales, el jugo de hierba de trigo o el rejuvelac –una bebida de trigo germinado fermentado–. Uno se pregunta cómo se resiste a los menús de cada día, sobre todo porque trabaja como manager en los restaurantes familiares (Organic) y porque viaja con frecuencia. «Requiere disciplina interna. Nunca como en restaurantes al uso. Vivo en una burbuja, convencida de lo mucho que vale la pena», confi esa Giselle. Ella se defi ne como una rebelde: «Soy vegetariana desde los 20 años, y no dudé en irme por el mundo a difundir mis ideales.» Por eso estudió en la clínica que el especialista Gabriel Cousens tiene en Arizona (EE UU) y se embarcó como asistente de David Wolfe en una gira de conferencias por Europa y EE UU

durante dos años. Ahora ultima un libro de fotos de crudistas con Marisa Ignacio Hormel. «Deberíamos comer para nutrirnos y no para llenar un vacío emocional. Apuesta por la fruta, ensaladas de hoja verde y productos biológicos sin plaguicidas. Ayuda a ello.»

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